Un magistrado de Perú emitirá el próximo martes su fallo ante un pedido planteado este viernes por la defensa del expresidente Alberto Fujimori, condenado a 25 años de cárcel, para que se le cambie la prisión por el arresto domiciliario.
«La resolución que ponga fin a este proceso se conocerá el martes 29», dijo el juez Segundo Morales Parraguez, de la Corte Suprema de Justicia, en una sala judicial en una base policial al este de Lima, donde el exmandatario cumple su sentencia como autor mediato de delitos de violación de derechos humanos, secuestro y corrupción.
Fujimori, de 75 años, prefirió mantenerse en silencio en la audiencia sin asumir su defensa.
«Mi patrocinado no desea hacer uso de la palabra», dijo su defensor, William Castillo, cuando el magistrado informó al exmandatario que tenía derecho a pronunciarse sobre su pedido de arresto domiciliario.
Fujimori (1990-2000) compareció ante el tribunal vestido de manera informal y portando un equipo médico para medir la presión arterial. Durante la audiencia permaneció cabizbajo ante el juez.
Al iniciarse la sesión tomó una pastilla y se midió la presión al menos cuatro veces durante los casi 45 minutos que se prolongó la audiencia.
Su defensor argumentó que el pedido para que cumpla la sentencia en su domicilio es viable y se basa en el derecho procesal penal. Se refirió también al estado de salud de su patrocinado, aquejado de hipertensión arterial.
«Una celda no debe ser el ataúd de una persona», dijo Castillo al subrayar que el exmandatario «tiene derecho a morir en su casa».
Por su parte, el fiscal Ivan Quispe aseveró que ese pedido debe ser declarado improcedente porque el arresto domiciliario solamente procede en el ámbito de una detención preventiva, es decir, antes de una condena.
El expresidente «tiene una condena firme y ese pedido no puede ser amparado por la judicatura», añadió.