El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, recibió el viernes a los niños indígenas que ganaron descalzos un torneo de básquetbol internacional y dijo que son una «inspiración» para la selección de fútbol, que busca a duras penas un boleto para el Mundial de Brasil-2014.
En una ceremonia en su residencia oficial, Peña Nieto homenajeó al equipo de niños de etnia triqui que se convirtió en un fénomeno en los medios y redes sociales tras triunfar este mes en un torneo infantil en Argentina compitiendo descalzos, como están acostumbrados a jugar en su pueblo de las montañas altas del estado de Oaxaca (sur).
Los niños triquis «han dado inspiración» a todos los mexicanos al verlos jugar con «un estilo distinto, sin los tenis que normalmente llevan los deportistas», dijo Peña Nieto. «Causaron sensación, expectación y enorme sorpresa al verlos triunfar», celebró.
«Esto sin duda nos deja una gran lección», agregó. «Los mexicanos confiamos en estos jóvenes, pero confiamos también en nuestra selección nacional», recalcó el mandatario, recordando la complicada situación del Tricolor en su camino al Mundial.
Los integrantes del Tricolor «deben sentirse muy presionados porque saben que representan a todo un país que tiene una gran confianza, pero que esa confianza que el país les da debe llevarles a jugar con una gran soltura», pidió el mandatario, que se mostró seguro de que México «va a llegar a jugar el Mundial de Brasil».
La selección mexicana tuvo un triste papel en el hexagonal clasificatorio de la Concacaf logrando de manera traumática su pase al repechaje mundialista gracias a una victoria en la última jornada contra su eterno rival, Estados Unidos, que hizo que el Tri superara a Panamá en la tabla cuando ya digería la eliminación.
Para enfrentar la repesca ante Nueva Zelanda los próximos 13 y 20 de noviembre, la Federación Mexicana de Fútbol decidió acometer un último y desesperado cambio de seleccionador al nombrar a Miguel «Piojo» Herrera, el cuarto técnico en apenas un mes y medio.