El Salvador
jueves 21 de noviembre de 2024

Indígenas mexicanos denuncian abandono de gobierno tras devastadoras tormentas

por Redacción


Indígenas de la montaña de Guerrero denunciaron que sufren abandono y discriminación por parte de autoridades e incluso que les pretenden cobrar por ayuda humanitaria.

Indígenas campesinos de la montaña de Guerrero (sur), el estado mexicano más lastimado por las inusuales tormentas de septiembre, llegaron este miércoles a la capital para denunciar que sufren abandono y discriminación por parte de autoridades e incluso que les pretenden cobrar por ayuda humanitaria.

Medio centenar de campesinos de Guerrero, en su mayoría de origen indígena, reclamaron en una conferencia de prensa que a más de un mes del embate combinado de Manuel e Ingrid, fenómenos meteorológicos que cobraron fuerza de huracán categoría 1, las tareas de reconstrucción en esa región se han focalizado en los turísticos puertos de Acapulco y Zihuatanejo sobre el océano Pacífico.

«¿Acaso en la montaña alta no ha habido deslaves, derrumbes? Nosotros como indígenas siempre hemos sido discriminados, no tenemos eco para protestar y, cuando lo hacemos, las autoridades nos amenazan, nos intimidan», denunció Mauro Bruno, del municipio de Acatepec y miembro del Consejo de Comunidades Damnificadas de la Montaña de Guerrero, que agrupa a más de 100 pueblos.

«Solamente Acapulco es el pueblo y lugar que sí existe, que sí sufrió daños» para el gobierno, recalcó de su lado Hermenegildo Morán, de Malinaltepec, quien denunció además intentos de cobro por parte de la Secretaría (ministerio) de Desarrollo Social para entregar ayuda humanitaria donada por capitalinos.

De acuerdo con un documento que los campesinos entregarán este miércoles al gobierno, algunas zonas de Guerrero han sufrido la pérdida total de sus cultivos de maíz (destinados principalmente para autoconsumo) lo cual, aunado al desabasto, les pone en riesgo de una «hambruna» a corto plazo.

«Si no tenemos eco en esta ocasión estaremos regresando (a Ciudad de México) con más multitud», advirtió Bruno.

Los campesinos aseguran estar viviendo «a la intemperie», aún aislados por el colapso de carreteras, y temen que el gobierno solo reconstruya las viviendas destruidas y no las que sufrieron daños estructurales.

El paso de Manuel e Ingrid causó al menos 157 muertos y 1,7 millones de damnificados, la mayor parte de ellos en Guerrero. El peor suceso ocurrió en la montañosa comunidad de La Pintada, que fue parcialmente destruida por un alud que dejó decenas de desaparecidos.

«Se verificaron alrededor de 40 fallecimientos tan sólo en la región de la Montaña» de Guerrero, dijo Salvador Feliciano, del municipio Tlacoapa.

Por su parte, Acapulco sufrió entonces inundaciones en la mitad de su territorio y miles de turistas quedaron varados durante días por los deslaves que bloquearon las salidas por carretera y por la inundación de su aeropuerto.

Esta semana, Guerrero estuvo amenazado por la presencia del huracán Raymond, que llegó a tener categoría 3 pero este martes se está alejando sin haber tocado tierra.

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