René López, abogado de militares en retiro encarcelados por violaciones de los derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet, ofreció dar supuesta información sobre el paradero de desaparecidos durante el régimen, a cambio de beneficios para sus defendidos.
«Puede que exista una información que se pudiera entregar, siempre que, previo chequeo, sea válida y eficaz a estas personas para que puedan tener los restos de sus familiares», dijo López este sábado al canal de noticias CNN Chile, en las puertas del penal de Punta Peuco, ubicado a las afueras de Santiago, y donde purgan condenas una cincuentena de militares en retiro.
El abogado, sin revelar las fuentes de la supuesta información sobre los desaparecidos, aseveró que «no son voladores de luces» y que «será la verdad definitiva».
Uno de los defendidos de López es Manuel Contreras, jefe de la temida Dirección Nacional de Inteligencia (DINA), La Policía Política que actuó hasta 1978 y a la que se le atribuye la mayoría de los más de 3.200 muertos y desaparecidos que dejó la dictadura (1973-1990).
López propuso instalar una mesa de diálogo con los familiares de las víctimas para entregar la información a cambio de alcanzar algún beneficio para sus defendidos, y no descartó negociar la reducción de sus condenas.
«La idea es entregar la verdad a la cara», indicó el abogado, quien añadió que el presidente Sebastián Piñera debe autorizar este acercamiento entre ambas partes.
«si así fuera, (Piñera) estaría cerrando un capítulo enorme en el dolor de todos los chilenos», manifestó.
Contreras y otros nueve militares en retiro purgaban distintas condenas en el penal Cordillera, en Santiago, donde gozaban de grandes privilegios y mínimas condiciones de seguridad, pero el presidente Piñera ordenó el cierre de esa cárcel y el traslado de los reclusos a Punta Peuco, el 26 de septiembre pasado, donde el régimen es más restrictivo.
Odlanier Mena, exjefe de la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismos de inteligencia que reemplazó a la DINA, era uno de los internos de Cordillera y se suicidó antes del traslado, afectado por el cierre del penal.