Al menos 40 personas, entre ellas siete niños, murieron en la explosión de un coche bomba el viernes cerca de una mezquita de Suq Wadi Barada, una localidad rebelde situada a 40 km al noroeste de Damasco, según un nuevo balance del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El atentado también dejó decenas de heridos, muchos de ellos de gravedad, por lo que el balance podría aumentar, advirtió el OSDH, que obtiene su información de una amplia red de militantes y médicos sobre el terreno.
La ciudad está bajo control de los rebeldes, pero las tropas leales al régimen de Bashar al Asad están posicionadas en el exterior, precisó el OSDH.
Según la agencia oficial Sana, «el coche explotó cuando los terroristas lo activaban cerca de la mezquita Osama Bin Zeid. Terroristas y civiles murieron. Dos cuerpos llegaron al hospital Muasat, entre ellos un niño de 7 años. Hubo también 30 heridos, la mayoría de gravedad».