El pasado 7 de febrero del 2022, la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) daba por inaugurado, con la participación de 60 entrenadores, el curso Clase B que es organizado en conjunto con la Asociación Departamental de Fútbol Aficionado (ADFA) de San Salvador, con el cual se le daba seguimiento al grupo de técnicos que recibió el curso Clase C de octubre de 2019 a octubre de 2020; sin embargo, dos entrenadoras que iniciaron el proceso esos años no aparecen ahora en la lista de inscripción.
De 60 entrenadores que se titularon como Clase C el 14 de noviembre del 2020, seis eran mujeres y dos de ellas narran lo tortuoso que fue decidir “capacitarse” en un mundo de hombres, ante el clima de «acoso sexual, bullying e intento de agresión» que vivieron, según confiesan, por parte de reconocidos exjugadores de fútbol, como Ricardo «Manta» Alvarado, Franco “Chilindrina” Rodríguez y Emerson Véliz, además del árbitro Nelson Chicas, contra quienes interpusieron una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), en diciembre de 2019, mientras recibían el curso.
La tensión que vivieron, llevó incluso a las entrenadoras a llamar a la Policía Nacional Civil (PNC), lo cual repercutió en el arresto de Emerson Véliz, exjugador de equipos como Firpo, Santa Tecla, FAS, Atlético Marte y Chalatenango, quien guardó prisión durante tres días en diciembre de 2019.
Según narra una de las entrenadoras afectadas, Tatiana Aguilar, Emerson fue detenido por expresiones de violencia contra la mujer y por intento de agresión, luego de que su abogada les recomendara, a ella y una compañera de curso, identificar los nombres de todos los que las hacían sentir incómodas, para lo cual un día decidieron verificar la lista de asistencia de quienes recibían el curso.
“Cuando yo estaba firmando la lista, yo me quedé con ella, porque ya había hablado con una abogada y me dijo que identificara a los que nos estaban haciendo sentir mal, entonces escuché que me dijeron: ‘¿Qué estás haciendo, pendeja?’.Yo me giré para ver quién era y era Emerson Véliz. Él se levantó e intentó golpearme y lo agarraron entre sus compañeros. La verdad es que me asusté. Y no quería hacer nada, pero ya había sucedido algo antes”, manifiesta Aguilar.
Los hechos fueron secundados por Cindy Ventura, otra entrenadora que asegura haber sufrido acoso durante la formación para optar al título Clase C. “Cuando estábamos leyendo la lista, Emerson le dijo a Tatiana: ¡pasá la lista, pendeja! Entonces Tatiana se giró y le dijo: ¿cómo me dijiste? Luego, se quedó callado, pero después se intentó parar como queriendo ir tras ella y golpearla, en ese momento alguien lo agarró”, relata Ventura, quien también ha sido jugadora de equipos como Chalatenango, Atlético Marte y Santa Tecla.
Fue entonces cuando la Policía ingresó a las instalaciones de la Fesfut y se llevó al exjugador. “Llamé a la Policía y llegó la Policía a la Federación. Era un ataque de 60 hombres contra dos mujeres, y las otras mujeres en contra también, así que era algo doloroso. Ahí se llevaron preso a Emerson Véliz”, manifiesta Tatiana.
Emerson Véliz, al igual que sus compañeros, continúan preparándose al seguir con el curso Clase B, que se imparte en estos momentos, y sobre lo sucedido dijo que no quiere “hacer el tema más largo”.
“Ya pagué por algo que considero que no hice y retomarlo dos años después siento que está feo”, manifestó a Diario 1.
El exjugador sí reconoce que el ambiente en ese curso se tornó feo y que llegó a gritarle a Aguilar por la lista de asistencia, pero sostiene que jamás intentó agredirla. También confiesa que a partir de su detención, casi nadie las tomaba en cuenta y que fueron excluidas de algunas actividades por sus compañeros.
“Se generó un ambiente bien feo… Y sí, todos se les fueron encima a ellas. No les hablaban, las miraban de menos, cosa que yo no podía hacer nada porque cada cabeza es un mundo. Tal vez yo en gritarle sí cometí un error, porque le grité y le pregunté ¿qué hacía con una papeleta anotando los nombres?”, manifiesta.
“Yo sé que ellas van a estar molestas porque no sacaron el ‘B’, pero esto de que no estén en el curso no es culpa mía”, indica el exjugador.
Las entrenadoras señalan que el bullying y acoso sexual lo comenzaron a sufrir transcurrido un mes de iniciado el curso y poco a poco la situación se fue tornando insostenible, hasta que llamaron a la Policía y, posteriormente, denunciaron los hechos ante la Fiscalía.
“Todo empezó con las bromas del Chilindrina y el Manta”, narra Cindy. “Hubo un momento que fue tan asqueroso en una práctica, cuando le decían al ‘Manta”: ¡Tocala! Yo estaba a la par de él, y él lo que hizo fue agarrarse su pene y decirme: ¡Mirá! Ahí fue donde yo dije ‘ya estoy harta de él’. Cuando hacíamos las actividades prácticas todos decían: ¡Elijamos a la Cindy! ¡Pasémosle el balón a la Cindy! Y se ponían a reír. Decían: ¡Denle el balón al Manta para que le haga los goles a la Cindy! Y ahí fue cuando empezó todo porque Tatiana me dijo que les pusiera un alto”, relata la entrenadora.
Se intentó tener la versión de Ricardo «Manta» Alvarado, exjugador de clubes como UES, Atlético Marte e Isidro Metapán, pero no atendió las llamadas de este medio. Además, se trató de contactarle por intermedio de Emerson Véliz, pero asegura que “no quieren hablar del tema”.
Según Tatiana, haberle dicho a su compañera que no se dejara desencadenó todo, pues Alvarado comenzó a intimidarla y amenazarla.
“Un día yo vi cómo estaban humillando a una compañera y yo le dije que no se dejara. Creo que ese fue el más grande error que yo tuve. Cuando entré al salón, llegó Ricardo Alvarado a amenazarme, apuntándome con el dedo, diciéndome que yo no lo conocía y que no sabía con quién me estaba metiendo. Me siguió amedrentado, buscando que yo me sintiera intimidada”, sostiene la entrenadora que también digirió a Atlético Marte Femenino.
El ‘papelito’ que detonó todo: ¿A cuál de las dos ‘pisaras’?
Tres días antes de que la PNC se llevara preso a Véliz, un papel en poder de este medio comenzó a circular en el aula donde recibían en curso. En este se lee que dice: “¿A cuál de las dos pisaras?”, seguido de los nombres de las dos entrenadoras, quienes fueron sometidas a votación, obteniendo un total de 13 votos repartidos entre ambas, incluyendo comentarios despectivos, hasta que Tatiana arrebató el manuscrito a una compañera de clase.
“Cuando alguien guardó el papel, Nelson Chicas sale corriendo enojado a quitarle el papel para que siguiera rondando. El papel siguió rondando y llegó al sector de Tatiana, entonces ella le arrebató el papel a una de las mujeres que recibía el curso, quien solo se reía de lo que decía”, indica Cindy.
“Vi a alguien que detuvo el papelito y lo metió debajo de un bolsón y salió un árbitro que pita en la segunda División, que se llama Chicas… El papel decía: ¿A cuál de las dos pisaras? Y ponen a un lado Cindy y a un lado Tatiana. Y existe una votación entre todos ellos, los que están ahí. Es bastante feo, pero dice ‘un dúo dinámico y si se puede a las tres, se va la gordita (otra compañera)’, otro dice ‘a las dos les haría el 72, o sea, el 69 más tres dedos en el culo’ y otro dice ‘a las dos: una con el dedo y la otra con la verga’”, relata indignada Tatiana.
Días después de ese papel y de la detención de Véliz, Franco “Chilindrina” Rodríguez citó a Tatiana en un Súper Selectos para pedirle que retirara los cargos en contra de su compañero, pero ella se negó.
En la reunión, la entrenadora asegura que el exfutbolista le confesó que fue uno de los que votó en el papel.
“Le pregunté si había votado y me dijo: “Sí. Yo voté”. Chilindrina es una de las personas más desagradables que conozco. Él no tiene ni cara para verme. El trabaja con niños y yo paso por donde trabaja y cada vez que me mira, agacha la mirada”, sostiene Tatiana.
“Chilindrina” Rodríguez, por su parte, manifiesta que sí vio el papelito, pero asegura que no votó y que no sabe porqué lo están involucrando en este tema.
“Es algo triste escuchar eso, uno sin darse cuenta le levantan falsos testimonios; yo, en lo personal, no tengo nada que ver en eso. Si se dio un problema fuerte, eso ya se resolvió ante la Justicia: el muchacho que estaba implicado, Emerson Véliz, ya salió avante”, manifiesta el exjugador.
Sobre el ambiente que se vivió en ese curso y las bromas que se realizaban, Rodríguez responde: «Yo en ningún momento les he faltado el respeto. Las cosas que pasan cuando se está dentro de muchos hombres, se dan, pero en buena manera”, sostiene.
Sin embargo, las entrenadoras no lo ven de la misma manera. Tatiana asegura que el acoso que vivió por parte de Rodríguez fue insostenible, pues la besaba cuando ella estaba de espalda y siempre buscaba tocarla.
“Llegó un momento en donde nosotras ya nos sentíamos asfixiadas. Hablo de nosotras porque no solo era yo. Entraba a un salón y nos aplaudían, nos querían saludar con besos en la mejilla, buscándonos la boca cuando estábamos despistadas. Cada vez que decíamos algo, ellos se burlaban. Era un bullying bien intenso”, afirma Tatiana. “Cada uno te decía cosas vulgares como ‘qué rica te ves ahora’ o ‘que buena estás’», añade.
«Él (Rodríguez) me besaba cuando yo estaba de espalda, buscaba que me girara para terminarme de besar la boca. Él no había día que no intentara tocarme. Y siempre fue así. Le puse un alto y continuaba haciéndolo”, sostiene la entrenadora, pero él niega los señalamientos.
«Yo ignoro todo lo que ha pasado. Yo ni sabía que estoy demandado. Yo en ningún momento he actuado mal», respondió «Chilindrina» Rodríguez.
“A mí me dieron ganas de ya no seguir, por lo mismo me replanteé si quería seguir o no con el Clase B», manifiesta Cindy, quien, a raíz del escándalo interno que se vivió en la Federación durante el curso, perdió su empleo en una escuela de fútbol de Soyapango, donde entrenaba a niñas.
¿Qué hizo la Fesfut a raíz de las denuncias?
El curso Clase C capacitaba a las entrenadoras para dirigir en Tercera División y en categorías juveniles, mientras que el ‘B’, que se imparte en estos momentos, avala para Segunda División, por lo que para ellas era importante tomarlo, sumado a que económicamente era su mejor opción al ser más barato.
Es por ello que las entrenadoras aseguran que decidieron no hacer pública la denuncia interpuesta ante la FGR en aquel tiempo, a fin de que no las excluyeran de optar al certificado que las capacitara para dirigir en Segunda División; sin embargo, no fue así, y se quedaron fuera del curso, mientras los acusados continúan preparándose.
Las formadoras aseveran que agotaron todas instancias antes llegar a la Fiscalía y echarse a todos en contra. Primero acudieron a la coordinadora del curso, Evelyn Quintanilla, luego a la ADFA de San Salvador y posteriormente a la Unidad de Planificación y Desarrollo de la Fesfut, para que les solucionaran el problema, pero aseguran que no obtuvieron respuesta.
“El papelito que yo detuve y se lo llevé a la representante de la ADFA y no hizo nada. Me fui con la entidad, que es la Federación Salvadoreña de Fútbol y fui a decirles lo que estaba sucediendo y nadie hizo nada. Así que el día siguiente fue que hice eso (denunciar), después de que ya me querían agredir. Llamé a la policía y me cansé”, afirma Tatiana.
En noviembre de 2021, ambas entrenadoras se enteraron que estaba por iniciar el curso Clase B, pero sostienen que no las incluyeron en la lista y suponen que fue a raíz de todo lo que sucedió.
“En noviembre me di cuenta que iba a iniciar nuevamente el curso de entrenadores y sabía que iban a estar ellos mismos, pero estoy aquí porque se me está violentando nuevamente un derecho. Se me coarta el derecho de la educación. Solo porque antes abrí la boca y dije ‘no quiero que sigan haciéndome eso’. Me he comunicado con la ADFA de San Salvador y dicen que no hay cupo. Que no me pueden inscribir. No entiendo cómo no hay cupo si se supone que era para los mismos que realizamos el Clase C”, cuestiona Tatiana.
En respuesta, Evelyn Quintanilla, coordinadora del curso Clase B, aseguró que en diciembre de 2021 giró las invitaciones a todos para participar en el presente curso, pero se le dificultó localizar a las entrenadoras al perder su teléfono celular.
Finalmente, solo quienes llenaron el formulario fueron tomados en cuenta. En el listado no aparecían Tatiana Aguilar ni Cindy Ventura.
Se intentó contactar vía llamada y mensajes a Victorino Rodríguez, jefe de la Unidad de Planificación y Desarrollo de la Fesfut, área encargada de la organización del curso Clase B, para que explicara por qué las entrenadoras no aparecieron en el listado, pero no atendió la solicitud de este medio.
“Ellos siguen ahí”, lamenta Tatiana. “Lo que da tristeza es que son educadores, estas personas trabajan con niños. El curso Clase C era para Tercera División, pero también para juveniles. ¿Qué es lo que le vamos a enseñar a alguien si nuestra mentalidad es esa: denigrar, bullear, acosar, violentar los derechos de las mujeres?”, cuestiona.
“La verdad no sé por qué no las han tomado en cuanta para este curso. Yo no he dicho nada, no he hablado nada y no sé por qué nos les han dado la oportunidad”, dice “Chilindrina” Rodríguez. “El problema es que ellas se pelearon con todo el mundo, hasta con los organizadores”, añade Emerson Véliz.
Las entrenadoras finalmente decidieron hacer el caso público, al catalogar de «injusto» el hecho que la Fesfut las excluyera del curso y que les impida continuar formándose, pero también confiesan que temen por sus vidas al haber hablado.
Ya pasaron más de dos años de la denuncia y las técnicas esperan respuesta por parte de la Fiscalía. “Seguimos esperando. Hasta hace poco acabo de recibir una llamada por si quiero abrir el caso. Pero es que yo nunca cerré el caso, sino que nunca me hicieron caso”, lamenta Tatiana.