Las puertas del Cuscatlán se abren a la prensa en el único día en que los jugadores pueden brindar entrevistas sobre la final y los flashes de las cámaras apuntan a Fito Zelaya, el más solicitado, el más mediático, el que tuvo que responder toda clase de preguntas, desde un análisis profundo del partido hasta si le gusta o no su apodo de “Matador”.
Con voz ligeramente afónica y en un momento incómodo soportando la pesada broma de su compañero Junior Burgos, quien le estrelló una bolsa de confetis en la cabeza, el jugador insignia albo habló sobre lo que piensa de la final que se viene contra Platense y del cambio radical que tuvo en la segunda vuelta del torneo al entrar en muchos partidos solo a anotar o bien jugar los 90 minutos, cuando mucho se le critica su condición física.
¿Hay alguna presión porque la gente los da como favoritos y descartan al rival incluso antes de jugar?
No, presión no, más que presión es una obligación porque este equipo siempre se arma para ganar el título, más si hemos perdido la final contra FAS, tenemos la obligación de ganarla y ojalá, Dios quiera, el domingo lo podamos lograr.
¿Cuáles son las virtudes que debe explotar al máximo Alianza para cargar con el título?
Tratar de hacer nuestro juego, tratar de no cambiar la mentalidad con la que veníamos, y la de juego; hemos hecho bien las cosas y no podemos cambiar en una final todo lo que hemos venido haciendo durante todo el año.
¿Jugar en el Cuscatlán y actuar como locales es una ventaja para ustedes?
No sé si ventaja porque es una cancha que se presta para los dos equipos, el estadio está mitad y mitad, Platense va a traer mucha afición también y creo que va a ser parejo para los dos equipos.
En los últimos partidos te vimos jugando los 90 minutos, mucho se había comentado de tu condición física, ¿esto descarta que Fito necesitaba mejorar en ese aspecto?
Sí, desde que regresé a Alianza, este ha sido mi mejor torneo, donde he jugado más minutos y metido más goles también, y ojalá el día domingo, si me toca jugar, trataré de hacer las cosas bien y poderle ayudar a mis compañeros.
Vimos en la segunda vuelta un cambio total en vos, solo entrabas y anotabas, ¿qué sucedió? ¿Alguna motivación en especial?
La mentalidad de querer hacer las cosas bien, de anotar goles. Yo hablaba con el profe (Mario) Villatoro (preparador físico), siempre hablamos, y él me decía que yo a veces tenía para pegarle a marco y no le pegaba, trataba de dársela al compañero y a veces el compañero tenía marca, entonces fui mejorando eso y cuando está un compañero con mucha ventaja obviamente se la trato de pasar, pero cuando tengo el marco enfrente trato de meter goles.
¿Con Duvier Riascos cómo sentís que te has acoplado?
Bastante bien, Duvier es un gran jugador que nos ha aportado mucho durante todo el torneo y cuando me toca jugar con él nos entendemos bastante.
¿Qué pensás del Platense? Contrario a otras ocasiones, este rival ascendió y ya está en la final, es decir, es un rival totalmente distinto a lo que ustedes han estado acostumbrados durante todas estas finales…
Pienso que ha hecho bien las cosas durante todo el torneo, que Memo Rivera es un gran entrenador también porque ha hecho mérito con el equipo que recién acaba de ascender y no es nada fácil, ellos se han ganado estar aquí y ojalá sea un bonito partido el domingo y que las aficiones vengan a disfrutar.
Ya la décima final, se ha vuelto una costumbre, ¿pero qué tiene esta de diferente para vos?
La misma motivación la tenemos, bueno, yo en lo personal la tengo, porque siempre quiero estar en una final y ganarla, y quiero creer que mis compañeros también tienen esa misma motivación y obligación de ganar el título.
¿Se define en 90 minutos?
Primero Dios que sí.
¿Será una de tus últimas finales?
No. Esperamos jugar muchas finales más.
Este torneo ha habido un déficit por parte de los aficionados, ¿algún llamado que les quieras hacer?
Nuestra afición siempre nos ha apoyado, nosotros estamos agradecidos con ellos, sabemos que tenemos la mejor afición del país y el domingo estoy seguro que ellos van a venir a apoyarnos al 100 % y ojalá nosotros les podamos dar una gran alegría a ellos porque se lo merecen.