Los reportes del clima vaticinaban que la de hoy sería la noche más fría del año en Miami al amanecer con 9 grados, pero nadie esperaba que ese frío congelara el pecho y las piernas a los seleccionados nacionales en el Inter Miami CF Stadium y de paso los corazones de los aficionados hasta El Salvador, quienes vieron por las pantallas como la Selecta era humillada con un 6-0 por un joven combinado estadounidense.
El once inicial que presentó esta noche el técnico Gregg Berhalter tenía una edad promedio de exactamente 24 años y nueve de los 21 convocados no superaba los 20; es la base de la selección preolímpica que no supera los 23 años y de ahí el lema en la nómina de “somos el futuro” (en español, por si no lo comprendían), mientras que la de El Salvador es la base de eliminatoria para el Mundial de Catar 2020.
Las excusas son muchas, como que el rival traía más ritmo, que la Selecta llevaba 11 meses parada, que las diferencias estructurales y un sin número de factores, por los que nuestros jugadores no pararon de contar… proporcionalmente a la cantidad de goles recibidos.
LA ILUSIÓN DE INICIO
El cotejo arrancó con los jugadores de ambas selecciones con la rodilla al suelo como acompañamiento a las personas que han sido víctimas del racismo, incluido un saludo de puño entre Denis Pineda y Chris Mueller, pero cuando el árbitro José Raúl Torres pitó el inicio, terminó la cordialidad.
La selección dirigida por Carlos de los Cobos salió con un 4-5-1 replegado atrás, con David Díaz como único delantero solitario, para contrarrestar las embestidas de la selección local, cuya principal apuesta era explotar el fútbol por las bandas, aprovechando la velocidad de sus extremos bien abiertos, principalmente por derecha donde corría Paul Arriola.
Intentaba Estados Unidos hacer daño por la banda que defendía el nacional Jonathan Jiménez, sin embargo el primero en probar a marco fue Darwin Cerén al minuto 5, con un disparo de larga distancia pero le salió a las manos del portero Bill Hamid.
NUEVE MINUTOS CONGELADOS
Pero tras varios intentos de los gringos, la resistencia a los nacionales solo les alcanzó para 17 minutos, cuando Paul Arriola comenzó el festín al desarmar la frágil defensa de El Salvador en cuestión de 9 minutos, luego que Chris Mueller entrara solo por la banda defendida por Rubén Marroquín para centrar para su compañero, quien definió de zurda.
No terminaba de digerir la Selecta el tanto de Arriola, cuando de nuevo por el sector izquierdo llegó el segundo para los gringos en otro centro que aprovecha Mueller con un potente disparo al 20’, que dejó para la foto a Henry Hernández y, dos minutos después, ante la lentitud de la defensa, Sebastian Lletget, saca una “cucharita” que baña al portero nacional, tras recibir un balón filtrado desde el centro, al 22’.
La fría noche en Miami siguió congelando a la lenta zaga cuscatleca cuando Chris Mueller aparece con un fino toque de cabeza para firmar su doblete ante la mirada perdida de los nuestros, al 25’.
Y al 27’, en un error en la salida, Ayo Akinola aprovecha para pintar la manita a El Salvador ante la falta de reacción que la selección tuvo atrás, al encontrarse malparada.
LOS CAMBIOS
Luego vinieron los cambios y “Polaco” Marroquín fue el sacrificado al verse fácilmente superado por derecha, llegando en su lugar Bryan Tamacas, al 38’. También sacó a David Díaz por Alexander Mendoza, por lo que Joaquín Rivas pasó a situarse como único hombre en punta.
Por lo menos, el equipo logró aguantar el marcador hasta el descanso, pero todo quedaba en incertidumbre para el segundo tiempo, aunque algunos mejor optaron por apagar la tele para no seguir viendo en vivo esa masacre.
Algunos atinaron pues, al 50’, Brenden Aaronson encajaba la media docena, pero poco a poco Estados Unidos fue bajando revoluciones, acomodándose y apiadándose del equipo centroamericano.
También vieron minutos Andrés Flores, Pablo Punyed (entraron al 52’) y Dustin Corea, con los que El Salvador por lo menos registró otros dos disparos a marco en los botines de los dos últimos, pero sin pasar a más.
Así terminó una noche fría en Fort Lauderdale, con muchos salvadoreños deseando que solo se haya tratado de un mal sueño, pero es la realidad. Mientras Estados Unidos trabaja en el futuro con chavales que bien pudieron haber encajado 10, El Salvador sigue anclado a su frustración con un equipo mayor de soplo tibio, que apenas se acercó tres veces a portería.