El Salvador
domingo 24 de noviembre de 2024

El Vaticano tiene su propio equipo de cricket

por Redacción


Equipos de sacerdotes hinduistas y de religiosos musulmanes están por formarse igualmente.

El Vaticano cuenta por primera vez desde este martes con su propio equipo de cricket, formado por curas y seminaristas, anunció el presidente honorario del club San Pedro, Merchior Sánchez.

Con esa iniciativa, los religiosos quieren cumplir con el deseo del papa Francisco de «abrirse a las periferias del mundo», como India, Pakistán, Bangladesh y Sri Lanka, donde el cricket es considerado un deporte de masas.

Con el deporte se intenta dialogar con otras religiones, explicó Sánchez, quien jugará con la iglesia anglicana de Inglaterra.

El partido se celebrará en septiembre del 2014, probablemente en el estadio emblemático del cricket en Londres, el Lord’s cricket ground.

Equipos de sacerdotes hinduistas y de religiosos musulmanes están por formarse igualmente.

«No sabía que el cricket era tan popular en Roma», reconoció el cardenal italiano Gianfranco Ravasi, ministro de la Cultura del Vaticano.

Numerosos inmigrantes asiáticos residentes en la capital italiana así como sacerdotes y seminaristas, sobre todo asiáticos y australianos, suelen jugar cricket en los parques de la Ciudad Eterna, en particular en Villa Borghese, lo que ha acercado ese deporte a la gente.

El presidente del nuevo club, que tendrá los colores del Vaticano, amarillo y blanco, es el sacerdote indio Theodore Mascarenhas.

«Le vamos a poder ganar a cualquier equipo del mundo», sostiene con entusiasmo el religioso.

El hecho de que el papa Francisco sea un hincha del equipo de fútbol argentino San Lorenzo, es considerado un punto a favor.

«Es alguien abierto», sostiene Mascarenhas, quien desea que las monjas puedan formar un equipo femenino.

La idea nació hace un año gracias al apoyo del embajador de Australia ante la Santa Sede, John McCarthy.

Se calcula que unos 250 a 300 seminaristas apasionados de ese deporte, que se juega en un campo de hierba más o menos ovalado, podrán formar parte del club del Vaticano.

Se trata de un ejemplo perfecto de «diplomacia para el deporte».