Las universidades salvadoreñas se ubican muy por debajo de las costarricenses, guatemaltecas y nicaragüenses en el ranking centroamericano, ya que entre las mejores cinco del istmo no figura ninguna de nuestro país. Esta información semestral la emite el sitio Webometric, con base en un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España.
El ranking, que toma en cuenta más de 21 mil centros de estudios en todo el mundo, expone las diferencias abismales en el área. Mientras la Universidad de Costa Rica se ubica en el puesto 21 a nivel latinoamericano y 580 a nivel mundial, la Universidad de El Salvador, la mejor del país, no aparece ni entre las mejores 150 del continente y en el mundo ostenta el lejano puesto 2545.
En el istmo, de las cinco mejores casas de enseñanza superior, las tres primeras son costarricenses: Universidad de Costa Rica, Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) y la Universidad Nacional. La cuarta posición la ostenta la Universidad de San Carlos (Guatemala) y en quinto lugar la Universidad Nacional Agraria de Nicaragua.
Para localizar a una universidad salvadoreña en la región hay que ir hasta la sexta casilla, donde figura la Universidad de El Salvador, que se ubica en el lugar 189 de Latinoamérica y es la 2545 a nivel mundial.
La segunda universidad salvadoreña que se coloca en la lista de la región es la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, que se coloca en la posición 16 del istmo, y en Latinoamérica es la 443.
Por otro lado, las cinco mejores universidades del país, según este ranking, son: Universidad de El Salvador, Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), Universidad Francisco Gavidia, Universidad Don Bosco y Universidad Tecnológica.
Varios peldaños más abajo se encuentran las casas de estudio hondureñas. La mejor es la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano; le siguen la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, Universidad Tecnológica Centroamericana y la Universidad Tecnológica de Honduras. La mejor universidad de Honduras es la número 13 en Centroamérica.
El instrumento de clasificación elaborado por el sitio Webometric se formula a partir de criterios como internacionalización, presencia en Internet y talante académico (cantidad de artículos de investigación publicados), así como el impacto de presencia mediante enlaces.
También toma en cuenta la calidad educativa, ya que constituye una fuente de información importante para profesores y estudiantes.
“El objetivo original del ranking es promover la publicación en la web académica, mediante el apoyo a las iniciativas de acceso abierto, con el fin de incrementar significativamente la transferencia de conocimientos científicos y culturales generados por las universidades a toda la sociedad. Para lograr este objetivo, la publicación de rankings proporciona una de las herramientas más poderosas y exitosas para iniciar y consolidar los procesos de cambio en el modo de publicación del mundo académico, aumentando el compromiso de los profesores e investigadores y favoreciendo la adopción de estrategias a largo plazo”, se explica en el sitio web.
Falta de presupuesto debilita la calidad de la educación universitaria
Raymundo Calderón, decano de la facultad de Humanidades de la Universidad de El Salvador valora la ubicación de la UES como “relativamente honrosa”, por superar a diferentes universidades privadas, mas reconoce que a nivel de Centroamérica existe un rezago.
Para él, la causa principal es el presupuesto. El Estado le asigna ese centro de estudios apenas el 1.3% del presupuesto general de la nación ($68 millones), muy por debajo de los $542 millones que aprobó la Universidad de Costa Rica para 2015. Esta causa es transversal y toca otros aspectos.
Uno de ellos es la falta de reformas en materia administrativa y financiera. En el primer rubro señaló que hay procesos obsoletos que no permiten que la universidad se desarrolle. En lo financiero indica que es necesario adecuar las pocas finanzas que la universidad tiene a los proyectos de desarrollo.
Considera fundamental gestar transformaciones académicas para desarrollar un modelo educativo acorde con las necesidades del país. “Necesitamos que el sistema educativo funcione paralelamente a los requerimientos que la sociedad tiene. Esta reforma implica en lo principal revisar programas de estudio”, aseveró.
Desde su punto de vista, se requiere una política clara en términos editoriales y de investigación más efectiva, lo cual tiene que ver con presupuesto. Expresó que la UES solo tiene medio millón de dólares para investigación, lo cual cataloga insuficiente para una universidad tan grande. Recordó que hay mucha producción, pero se conoce poco. “No se trata de que las investigaciones se guarden en los anaqueles”.
Zoila Romero, decana de la facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Francisco Gavidia, dice que el esfuerzo es un pilar para situarse en tercer lugar en el país. “Yo estoy segura que todas las personas que trabajamos aquí en la institución nos esforzamos por trabajar de manera responsable y con calidad”.
Estar acreditada por el Ministerio de Educación o ser parte del sistema de calidad ISO 9001 prueban la importancia que tiene la calidad en la educación al servicio de los estudiantes. Según la decana, la inversión en tecnología de punta logra atraer al estudiantado a acudir a esta universidad.
La planta docente en permanente capacitación es un componente académico importante desde su punto de vista. “Los docentes tienen esa mística y claridad de que el estudiante es la persona más importante en la universidad”.
Romero sostiene que no solo las universidades, sino todo el sistema educativo están en crisis, al igual que muchos países del mundo. “A mi juicio, esto sucede porque todavía no hay consciencia de que la educación es un factor importante para el desarrollo de la vida del ser humano y de las naciones”, aseveró.
Considera fundamental la evaluación académica, administrativa y financiera para diagnosticar cuáles aspectos potenciar y corregir. Afirma no darle la espalda a lo social, ya que tienen una línea de apertura permanente de la realidad. “Tenemos que estar de cara a ello y en respuesta a ello y si es posible saliendo adelante con las proyecciones que existen en el país, en la región y en el mundo”.
Por parte de la Universidad Luterana, la séptima mejor de El Salvador según el ranking, lo toman de forma positiva. El hecho de que una casa de enseñanza pequeña y de pocos recursos destaque a nivel nacional es un motivo para alegrarse, expresa Ada González, Directora de Relaciones Nacionales e Internacionales.
Resalta la búsqueda de calidad a nivel de investigación en Ciencias Sociales, dando énfasis a las áreas de Derechos Humanos, Educación, Historia, Filosofía y Teología.
En una época donde prima la necesidad de orientar la educación hacia el campo técnico, González opta por una perspectiva donde se combinen las ciencias sociales con las exactas. Saber que dos mas dos es cuatro no es suficiente para resolver los problemas del país. Tampoco las ciencias sociales por sí mismas lo hacen, pero estas son imprescindibles para ofrecer diagnósticos y soluciones a la coyuntura nacional, expresó.
En la parte administrativa, la virtud de la universidad ha sido la transparencia, la inversión en docencia, investigación y proyección social. Destaca las redes internacionales que han creado, mediante convenios e investigaciones conjuntas con universidades latinoamericanas y españolas. Actualmente trabajan en fortalecer la promoción de las investigaciones y publicaciones.
La situación crítica a nivel centroamericano para El Salvador se relaciona directamente a la poca inversión de parte del Estado, que no le da prioridad acorde con las demandas de los diferentes sectores sociales.
A nivel mundial, la número uno es la Universidad de Harvard, seguida por el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), Universidad de Stanford, Cornell y Michigan. Cabe destacar que entre las 100 primeras del orbe, solo dos son latinoamericanas (UNAM y USP, Sao Paulo), y 20 europeas, ninguna de estas españolas.
En Latinoamérica, la primera es la Universidad de Sao Paulo, luego la UNAM de México, la Federal de Río Grande del Sur y la Estatal de Campinas, ambas de Brasil; la quinta es la Universidad de Chile. De la seis a la nueve todas son brasileñas y el puesto 10 lo ocupa la Universidad de Buenos Aires, Argentina.