Ese mediodía del 4 de marzo del 2014, la pista del aeropuerto internacional Grantley Adams, localizado a sólo 16 kilómetros de Bridgetown, en Barbados, alojaba un lujoso avión valorado en más de $10 millones, propiedad del empresario Enrique Rais.
En la puerta de la pequeña escalinata del avión, la azafata salvadoreña Marta Burgos espera a sus pasajeros. El más importante de todos es el fiscal general de El Salvador, Luis Martínez, quien debe retornar, ese día, a su país, porque 24 horas después acudiría a un encuentro con diputados en la Asamblea Legislativa.
Desde el aeropuerto se mira la bahía de Carlisle y el inmenso mar azulado. Antes del mediodía pasan, por las calles de la bahía, dos vehículos en los que viajan el fiscal Martínez y sus acompañantes: Tobías Menjívar, jefe antilavado de la Fiscalía General de El Salvador; Edgar Márquez, el asistente de Martínez, y Allan Hernández, otro fiscal específico que combate las extorsiones en El Salvador.
Los vehículos en los que viajan los salvadoreños llegan pronto cerca de la escalinata del avión matrícula 44OKM, un lujoso y rápido avión Gulfstream que consume 110 galones de combustible por hora volada, y puede acomodar hasta doce personas sin estrechez.
Los dos pilotos, de nacionalidad estadounidense, mantienen las turbinas encendidas de un avión que también se alquila a figuras públicas internacionales. Los cantantes Marck Anthony y el mexicano Juan Gabriel, son dos de los clientes frecuentes del avión en que viaja el fiscal Luis Martínez en los últimos meses.
Ese día en los asientos del avión se acomodan otros dos hombres, entre chistes y risas, que no laboran en la Fiscalía General de la República.
Se trata del abogado penalista Armando Serrano, un hombre regordete de cara ancha y no de mucha estatura. Es uno de los abogados de confianza del empresario Enrique Rais. También se coloca sobre un asiento de cuero, César Pompilio Ramos López, un abogado mercantilista de 48 años, quien también labora para el hombre que domina el relleno sanitario de Nejapa y es dueño del moderno avión.
Un hecho grave que rodea ese viaje en el lujoso avión es que cuando se produce, tres meses antes un par de empresarios canadienses habían denunciado penalmente, precisamente al dueño del avión, Enrique Rais.
Una segunda particularidad es que, desde junio del 2013, Enrique Rais había acusado de extorsión a los empresarios canadienses Matteo Pasquale y Franco Facetti, como reacción a que éstos le cobraban, repetidamente, que les pagara su participación en el relleno sanitario de MIDES. Precisamente en ese vuelo de regreso a San Salvador viajaba también el jefe antiextorsiones de la Fiscalía General.
El tercer hallazgo sobre ese vuelo privado del Fiscal General es que en Barbados, precisamente desde donde partió el vuelo, Pasquale y Facetti poseen las sociedades anónimas CINTEC y Tradesal, precisamente las firmas con las que reclaman la propiedad del 90 por ciento de las acciones de MIDES, sociedad propietaria del relleno sanitario de Nejapa.
Pero, lo más grave de esos hechos no sólo es que en ese vuelo entre Barbados y El Salvador viajaron fiscales y abogados que representaban a Rais, a pesar del conflicto de intereses que eso significaba.
Lo más grave y paradójico es que ese viaje lo ocultó el fiscal general Luis Martínez, en un informe oficial de su Oficina de Acceso a la Información. En ese informe, le mintió a todos los salvadoreños. No registró ese vuelo.
Fue el 28 de noviembre del 2014, que la Unidad de Acceso a la Información de la Fiscalía General de la República rindió un informe sobre los viajes del fiscal Martínez a diversos países en aviones privados.
Pero, ese documento, firmado por la Licda. Deisi Marina Posada de Rodríguez Meza, oficial de Información de la Fiscalía General de la República, oculta el más importante de los viajes: el que Martínez hizo acompañado de los abogados Serrano y López, abogados cercanos del empresario Enrique Rais.
Los registros oficiales del Departamento de Migración de El Salvador confirman a Diario1 que las ocho personas (fiscales, abogados de Rais y una traductora) viajaron a Barbados el 2 de marzo y regresaron el 4 de marzo del 2014 a El Salvador.
Copia de los registros migratorios sobre ese viaje y silenciados en los informes del Fiscal General, Luis Martínez, los posee Diario1.
Este diario trató, este miércoles, de pedir explicaciones sobre la grave omisión de un viaje a Barbados de ese calibre, pero ni la oficina de prensa de la Fiscalía General ni la Oficina de Acceso a la Información de esa entidad quisieron atender preguntas de periodistas de este medio.
Incluso, en la oficina principal de la Fiscalía General ni siquiera se dejó pasar de la puerta principal, a tres periodistas de este diario, incluido al director Lafitte Fernández.
¿Por qué viajaron juntos?
Sólo quienes viajaron en ese avión saben qué hacían dos abogados que litigan para Enrique Rais en el avión de éste, acompañados del fiscal general, Luis Martínez, de algunos de sus principales colaboradores y de la traductora Miriam Miranda, una mujer de 32 años, a quien Rais utiliza, frecuentemente, en las batallas legales en tribunales salvadoreños para trasladar contenidos de documentos del idioma inglés al español.
Pero, quizás existió una razón para que los abogados de Enrique Rais viajaran a Barbados en compañía de al menos tres importantes fiscales: en esas islas están asentadas dos sociedades anónimas, propiedad de empresarios canadienses que le reclaman a Rais la propiedad del relleno sanitario de Nejapa y de la empresa MIDES.
Esta última empresa negocia contratos de disposición final de la basura con diferentes alcaldías nacionales. MIDES fue creada, en 1995, por un grupo de empresarios ítalo- canadienses que, en su momento, fueron criticados por una parte del periodismo salvadoreño cuando se instalaron aquí, como parte de una solución al problema de la basura.
Esos empresarios canadienses reclaman ahora por lo menos una parte de la propiedad del relleno sanitario de MIDES al empresario Enrique Rais. El problema es que la acusación de esos canadienses contra Rais no tuvo un buen desempeño en la Fiscalía General.
Allan Hernández, uno de los fiscales que viajaban en ese avión entre Barbados y El Salvador, diría después que esos empresarios no agregaron muchas pruebas al caso en el que alegaron una estafa y reclamaron parte de la propiedad del relleno que ellos fundaron.
Pero, las contrademandas contra los canadienses de Enrique Rais sí florecieron en la Fiscalía General, desde el 2013, a tal punto que los empresarios Franco Facetti y Matteo Pasquale recibieron en su contra órdenes de captura por extorsión pedidas por los fiscales de Martínez. Si vienen a El Salvador los pueden meter a la cárcel. Un juez las concedió.
Si Martínez, dos de sus más importantes fiscales, la traductora y los abogados de Rais (Serrano penalista y López mercantilista) viajaron juntos, bajo un clarísimo conflicto de intereses, a indagar sociedades de los canadienses en Barbados, estaríamos frente a una conducta reprochable.
El más grave problema de ese viaje, que se ocultó radicalmente a todos los salvadoreños, es que el periplo se produjo apenas tres meses después de que Matteo Pasqueale y Franco Pacetti denunciaran, penalmente, a Rais ante la Fiscalía General de la República.
Lo que sucedió es que la demanda de los canadienses la dejaron llegar a los tribunales de justicia hasta en noviembre, por decisión de los fiscales. La acusación de los canadienses por administración fraudulenta y estafa fue llevada al Juzgado Décimo Cuarto de Paz de San Salvador.
El 6 de diciembre pasado, el empresario Rais fue exonerado de cargos. La Fiscalía presentó el requerimiento fiscal el 25 de noviembre, once meses después de presentarse la denuncia. Pocos conocen por qué se demoró tanto tiempo en activar en proceso. Tampoco hay respuestas sobre el por qué en la primera audiencia la Fiscalía General alegó que no existían evidencias contra Rais. Los fiscales alegaron que no existían evidencias.
Varios familiares cercanos de Rais también fueron denunciados por los empresarios canadienses.
Es en Barbados donde los canadienses Pasquale y Facetti tienen inscritas las dos sociedades (Tradesal y Cintec). Representando esas firmas, ambos presentaron la denuncia ante la Fiscalía General de El Salvador para reclamarle a Rais la propiedad del relleno sanitario de Nejapa.
¿Es ético que fiscales y abogados de Rais viajaran juntos a Barbados a investigar las sociedades anónimas de unos canadienses que denunciaron al empresario salvadoreño ante la Fiscalía General? Si eso fue lo que ocurrió, el hecho lo califican los analistas como muy grave.
Pero no menos grave sería que la oficina de información pública de la Fiscalía General mintiera en un informe oficial y ocultara ese viaje realizado a Barbados, a principios de marzo de este año, tres meses después de que los canadienses denunciaran, penalmente, a Rais. Algunos consideran que, incluso, fiscales cometieron delitos al ocultar ese viaje.
Ocultamiento
El informe de la Unidad de Acceso a la Información Pública número 169-UAIP FGR 2014 relata los viajes del Fiscal General de la República desde que inició sus funciones. Incluso, menciona los nombres de quienes lo acompañaron.
El informe dice que entre enero y abril del 2014, el fiscal general, Luis Martínez, hizo tres viajes: a Trinidad y Tobago y Las Bahamas.
Pero, documentos en poder de Diario1 demuestran que, en el avión de Enrique Rais, matrícula N44OKM, viajaron de Barbados a San Salvador, el fiscal general, colaboradores suyos y los abogados de Rais, Armando Serrano y César López.
El avión partió de Barbados el 4 de marzo al mediodía y llegó al aeropuerto de Ilopango a las 2.30 p.m.
El avión fue piloteado por los estadounidenses Stenhan Bloun y Charles Bloun. La sobrecargo en ese vuelo fue Marta Burgos.
¿Por qué oficialmente se ocultó ese vuelo? ¿Por qué se mintió oficialmente en la Fiscalía General de la República? Las respuestas no pudieron ser obtenidas por periodistas de Diario1.
Uno de los abogados cercanos a Rais que viajaron en ese avión es el penalista Armando Serrano, quien hace poco tiempo aspiró a presidir la Corte Suprema de Justicia. Por algún momento, recibió el apoyo del PDC y ARENA. Estuvo en el listado de finalistas, a pesar de las críticas por su desempeño profesional que le hacen algunos antiguos clientes.
Serrano ha defendido a Rais en algunos de los procesos más fuertes en su contra. Siempre ha sido un hombre cercano a él.
López es un abogado mercantilista en quien confía Rais y atiende casi todas las gestiones de sus empresas.
¿Irrespeto?
Desde la 1:00 p.m. de este jueves el periodista Luis Canizalez comenzó a llamar telefónicamente a la oficina de prensa de la Fiscalía General de la República para adelantarles que Diario1 necesitaba obtener respuestas a temas relacionados con viajes del fiscal general, Luis Martínez.
Canizalez acordó, con Mauricio Carballo, representante de la oficina de prensa de la Fiscalía General que las preguntas se harían a las 3.30 p.m.
El periodista Canizalez comenzó a llamar, telefónicamente, a los periodistas de la Fiscalía General, sin éxito. Nadie quería responder las preguntas de Diario1.
Ante eso, Lafitte Fernández, Luis Canizalez y Salvador Sagastizado llegaron hasta la propia puerta del edificio principal de la Fiscalía General.
Pese a identificarse ante un vigilante, éste no los dejó traspasar siquiera, la puerta principal. El vigilante dijo que los periodistas de la oficina de prensa estaban en reunión y no podían atenderlos.
Ante eso, los tres periodistas se trasladaron hasta la oficina de acceso a la información pública de la Fiscalía General y esto fue lo que sucedió ahí.
La oficina más abierta se cerró
Diario 1 intentó buscar explicaciones de la Oficina de Acceso de Información Pública sobre el método y las omisiones del documento en el que resumen los viajes del fiscal general, Luis Martínez.
Se intentaba buscar una respuesta al hecho de que omitiera un viaje del fiscal general realizado en el mes de marzo del 2014, tres meses después de que los canadienses presentaran la denuncia contra el hombre de negocios Enrique Rais.
Este fue el diálogo que se produjo con Néstor Guzmán, jefe de la Unidad de Acceso a la Información Pública de la Fiscalía General de la República.
Lafitte Fernández: ¿Este documento fue elaborado por ustedes? (muestra el informe de los viajes del Fiscal General)
Néstor Guzmán: ¿Cuál es su nombre?
LF: Lafitte Fernández
NG: Lo primero es que el titular de esta información es un ciudadano diferente a usted. Yo no le puedo dar mayor información, porque esta es una información de otro ciudadano. Lo segundo, ¿entiendo que lo que usted quiere es una entrevista?
LF: No formalmente, mis preguntas giran únicamente sobre este documento, sobre el método empleado para realizar este documento.
NG: Si usted tiene una inquietud sobre esa información yo le solicitaría que lo haga formalmente con los canales de transparencia de nosotros y si quieren una entrevista sería a través de la unidad de prensa.
LF: Perdóneme, respetuosamente, hemos estado llamando durante tres horas a la oficina de prensa y no nos atendieron. Yo acabo de ir al despacho principal de la Fiscalía de la República y ni siquiera me dejaron pasar de la puerta principal. Y yo entiendo que esta es una oficina pública. Tal vez la que debe ser más pública de todas. No entiendo por qué tienen que pedirle permiso a oficiales prensa para informarme. Si es así, tómeme como un ciudadano común y corriente. No como un periodista.
NG: Le pido que conversemos de manera respetuosa.
LF: Es correcto, yo le estoy explicando que me hicieron ir a la Fiscalía y no me atendieron ni me dejaron cruzar la puerta principal. Dos, el guarda de ustedes me dice que su oficina estaba en Conchagua, frente a la Embajada. Llegamos ahí y nos dicen que ese no es el lugar. Llegamos aquí y pese que esta debe ser la oficina más abierta de todas, usted me pone trabas diciéndome que acuda a una oficina de prensa que no quiere atenderme.
NG: El tema es que usted me está mostrando un documento que lo ha pedido un ciudadano diferente y me está pidiendo…
LF: Pero ustedes ya le entregaron este documento a dos periódicos digitales. Está en el web de la Fiscalía… es un documento público y usted me dice que sólo le dan explicaciones a quien pidió la información.
NG: Estamos entrando a un tema de información en donde lo mejor sería que la gente de prensa los atienda.
LF: No son periodistas los autores de este documento que le muestro. Son ustedes los autores de esto.
NG: Yo hablé con el licenciado Mauricio Carballo y me dice que, con el mayor de los gustos, les va a atender. Me dice que van a hacer la coordinación, que él se va a comunicar con ustedes.
LF: Llevamos tres horas tratando de hablar con ellos y lo que percibo es una burla. Nos han engañado. No atienden los teléfonos. No me dejaron pasar de la puerta principal. ¿De qué se trata esto?
NG: Eso me dijo el licenciado Carballo.
LF: Mire, ya sé que va a ocurrir. Si voy a prensa me van a decir que ellos no elaboraron el documento. Y así seguirá el juego. Yo vine aquí a preguntarles algo sencillo: ¿Con qué método hicieron este documento? Como diario vamos a hacer una publicación. ¿Cómo recopilaron la información? ¿Ustedes la colectaron o se las dio el Fiscal General? Creo que en este documento elaborado por ustedes se miente. Esa es nuestra hipótesis. Aquí no se detalla un viaje a Barbados en el que fiscales y abogados de Enrique Rais se juntaron en un avión de éste último.
NG: Más allá de tema periodístico, yo no le voy a cuestionar por su trabajo. Yo le pido que espere un llamado oficial del Lic. Mauricio Carballo. Perdóneme pero no puedo seguir atendiéndole.
LF: Muchas gracias.
Nota: los periodistas de la Fiscalía General jamás llamaron a Diario1.com para explicar el silencio de ese vuelo de marzo del 2014.