El Salvador
lunes 25 de noviembre de 2024

Créditos en espera tras cierre de DICOM

por Teresa Andrade


Algunas entidades bancarias y financieras han decidido esperar hasta poder contratar los servicios de un nuevo buró de créditos que ofrezca el servicio del historial de sus clientes para aventurarse a aprobar créditos.

Margarita ingresó a un banco justo la mañana que el superintendente del Sistema Financiero, Ricardo Perdomo, anunciara a través de una conferencia de prensa que a la empresa Equifax-Dicom se le denegó el permiso para operar en el país.

Ella llegó minutos después al banco para pedir un crédito personal para salir de unas deudas y comprar un vehículo, uno barato, uno que no la deje perder. Pero la mayoría de ese crédito irá para amortizar deudas.

Le explicó eso a la agente bancaria y esta le dijo que le podían prestar, según sus ingresos, hasta $6,000. Sin embargo, dependía de cómo estaba su récord crediticio, según el registro de un enorme banco de datos manejado por un buró financiero. Un registro enorme que maneja toda la bitácora financiera de una persona, sin dejar huella pasar.

Margarita no se inmutó, ya estaba familiarizada con el término, pero no sabía la sentencia que había hecho minutos antes el superintendente: El cierre de Dicom debe ser de inmediato y ninguna entidad puede obligar a sus clientes a firmar una autorización para ver información de una empresa que está funcionado ya de manera ilegal.

Andrea, la agente bancaria que atendió a Margarita, tampoco lo sabía. Le entregó un papel a Margarita que debía llenar y firmar para dar su autorización para que el banco pidiera información a Dicom sobre su récord.

Margarita sin más dio su firma y a esperar. Pasaron los días. Hace una semana de ese primer encuentro y aún no ha tenido respuesta de su crédito.  Andrea, la cajera, le ha dicho que por el momento ya no tienen acceso a la información de Dicom, pero, le aseguró que está en proceso de aprobación la contratación de otra empresa que provea de los registros financieros.

Andrea trabaja en uno de los bancos con más sucursales en el país, con capital extranjero, como muchos otros, y aún no le han notificado cuál empresa les comenzará a brindar los datos y a partir de cuándo. Asegura que desde que se notificó el cierre se les ha dado solución a los créditos que estaban en espera, pero que habían sido solicitados antes del anuncio de la Superintendencia y por tanto sí pudieron ser consultados.

Explica que una vez se tenga contratada a la empresa, se comenzarán a evacuar los créditos que se solicitaron los días posteriores al anuncio de cierre de Equifax, con quien este banco tenía una sólida relación de muchos años.

Mientras tanto, Margarita, quien está segura de su blanca estela de créditos, solo cruza los dedos para que el trámite no se alargue más. Justamente este lunes  que llamó a Andrea y le expuso toda esta situación, horas más tarde, la Superintendencia Financiera informó que hay una empresa, dedicada a ofrecer servicios de información de historial crediticio de las personas, que ya obtuvo los permisos para operar.

Esta empresa, al igual que Equifax, estaba tratando de cumplir todos los requisitos desde hacía algún tiempo y la semana pasada que el superintendente dio como plazo para completar los procedimientos, la empresa Infored, S.A. de C.V logró obtener todos los permisos, justamente el pasado viernes 31 de octubre.

Otro caso es uno de los tres bancos más importantes del país de capital colombiano, quienes se han refugiado más en la base de datos que maneja la misma Superintendencia, quien es el supervisor del Sistema Financiero.

Para otorgar un crédito, explica una ejecutiva de ventas, se consulta tanto la base de datos de Dicom, como la base de datos de la Superintendencia, por lo que gracias al cruce de estos datos se puede conocer el historial completo de una persona.

Para el caso de este banco de capital colombiano, desde el primer momento del anuncio de la revocación para operar de Equifax ya tenían un plan de contingencia frente al posible problema que podría generar. En este sentido, comparando el historial de créditos internos y los datos del Sistema Financiero ellos obtienen el récord crediticio de un posible cliente.

Esta entidad bancaria asegura que todo este ir y venir entre el buró de crédito y la Superintendencia no les ha generado ningún retraso en otorgar créditos, pues desde el primer momento contaban con un plan B.

Hipoteca en espera

Roberto ha tomado una de las decisiones más importantes de su vida: comprará una casa. Luego de tocar puertas en muchos bancos de sistema bancario, llegó a una entidad financiera cuya cartera es específicamente para hipotecas. Sus planes lo convencieron.

Visitó una mañana a una ejecutiva y tras una larga conversación, lo había convencido. Esta será la institución con la que hará un trato por más de 20 años.

Antes de proseguir con el valúo y el demás papeleo, el primer paso, le explicó la ejecutiva, es dar su permiso para que la institución indague su historial crediticio. Roberto llenó el formulario, lo firmó y confiado en que solo había sacado un préstamo hace años y ya lo había pagado, dio su firma con tranquilidad.

Ni la ejecutiva de la financiera, ni Roberto sabían que un día atrás a Dicom se le había retirado el permiso para operar en el país. Es más, ambos habían sostenido esa reunión ignorando que Dicom ese mismo día habría emitido un comunicado informando el cierre definitivo de sus oficinas y que suspendería todo tipo de consultas para créditos sobre la historia financiera de sus clientes.

Al día siguiente, Roberto recibió una llamada de la tan amable ejecutiva que lo atendió. Le explicó que iba a pedir la autorización del valúo para su futura casa, sin embargo, aún no habían podido verificar su historial crediticio debido a que no tenían acceso a la información de Dicom.

Cuatro días después, Roberto volvió a recibir una llamada de la misma ejecutiva y esta vez le tenía buenas noticias. El valúo estaba aprobado, pero aún no habían podido verificar su historial en el buró de crédito. Le aseguró que están en proceso de contratación de un nuevo buró y que esperaba fuera lo más pronto posible.

Aunque esta financiera no está regulada por la Superintendencia del Sistema Financiero, para otorgar sus préstamos solicitaba información a Equifax y, aunque la Superintendencia no tiene injerencia sobre ella la prohibición de solicitar información a este buró de crédito fue más allá de los bancos, abarcando las casas comerciales, las Cajas de Crédito y las financieras, que estarán supervisadas por la Defensoría del Consumidor.

Roberto aún espera que su crédito hipotecario sea aprobado cuanto antes.

Almacenes sin mayor afectación

Marta se acercó a un almacén de muebles y electrodomésticos sobre el Paseo General Escalón, quería cotizar una lavadora. Tenía poco tiempo de haberse independizado y ya una lavadora en su hogar era justa y necesaria.

La decisión fue rápida, una lavadora blanca de casi $500. Por supuesto que Marta la sacaría al crédito, por supuesto que pasaría dos años pagándola con tal de ya no tener que viajar a la casa de sus padres con tres maletas por semana para lavar su ropa.

Por suerte, la atendió el mismo gerente de la sucursal. Le preguntó si ya había tenido crédito con ellos o con otro almacén. Ella le contestó que con ellos era la primera vez, pero hacía algún tiempo sacó un televisor de 32 pulgadas a crédito con otro almacén.

Él le preguntó si había tenido algún préstamo y ella contestó que hace años tuvo un pequeño crédito de $200 en una financiera del mismo almacén donde sacó el televisor.

El gerente le explicó que todas esas preguntas eran para verificar su historial crediticio, que antes consultaban la base datos de Equifax-Dicom, pero desde que ya no operan en el país ellos hacen todas las consultas de manera particular. Llaman a cada establecimiento donde la persona tuvo un crédito y piden sus referencias.

A Marta no le pareció extraño, lo único que quería era sacar una lavadora lo más pronto posible. Le dijeron le llamarían al día siguiente. Y tal y como lo prometió el gerente,  la mañana siguiente ya tenía una respuesta. Llamaron a todos los establecimientos donde Marta había dejado una huella y estaba bien calificada. Le dieron el crédito y esta misma semana estará estrenando lavadora.

Si bien es cierto que la mayoría de empleados y quienes han buscado adquirir cualquier bien por medio de un crédito han escuchado de esta firma ya sea porque están registrados como deudores o porque tienen un impecable récord, Dicom, según la Superintendencia no cumplió con varios de los requisitos para operar, es decir, no tenía permiso para hacerlo.

Esta inmensa base de datos financieros vendía y compartía la información sin el permiso individual de cada usuario, pero con una agilidad indiscutible para la aprobación de créditos hipotecarios, personales e incluso para comprar muebles o electrodomésticos.

Algo que, de momento, ha desaparecido en las instituciones financieras, quienes, en la emergencia, confían que otra empresa ofrezca con prestancia la titánica labor de manejar el historial crediticio de más de 3 millones de personas y así las financieras continúen con su negocio de dar créditos.