Salí de Costa Rica hace casi 20 años. Abandoné mi país pocos años después de que, a todos los periodistas costarricenses, nos dijeran que Rafael Caro Quintero, el narcotraficante mexicano, había aparecido en suelo costarricense como un despiadado y loco aventurero.
El gobierno de esa época, las autoridades, la embajada de los Estados Unidos, y muchos otros, nos hicieron creer que Caro era una suerte de accidente en el país. Que compró casas de a millón de dólares y que pasó una francachela al lado de una bella mujer que era hija de un exgobernador mexicano.
Por 30 años nos repitieron, incluso un par de comisiones investigadoras de asuntos de narcotráfico, compuestas por diputados valiosísimos que también fueron engañados, que Caro Quintero llegó a Costa Rica tras cometer un asesinato.
A Caro Quintero se le acusó, por 30 años, porque en Guadalajara asesinó a Enrique Camarena, un reputado agente de la DEA, quien le pilló una finca sembrada de marihuana en el norte de México. A partir de eso, a los periodistas se nos dijo que Caro se escondió en Costa Rica huyendo de la DEA que quería cobrar venganza por el crimen de Camarena.
Lo único sensato que lograron interpretar los diputados investigadores es que una “autoridad política superior” protegió a Caro y sus amigos, en Costa Rica.
LA HISTORIA COMENZÓ A CAMBIAR HACE RATO.
Ayer, la revista Proceso, Fox News y otros medios internacionales publican que a Enrique Camarena no lo mató Caro Quintero.
Luego de hablar con tres testigos irrefutables (un reputado jefe investigador del asesinato, un exagente de la DEA y un piloto mercenario que colaboró con la CIA), los periodistas de esos medios de información nos dicen que la historia criminal debe cambiar.
Tesis: que a Enrique Camarena no lo mató Rafael Caro Quintero sino la CIA. ¿Por qué la CIA? ¿Quién de la CIA?
La historia es muy larga, pero se les resumo: Las razones del asesinato tienen que ver con una serie de reportajes que escribí en el diario que dirijo (Diario1.com).
Les diré por qué: cuando el gobierno de Ronald Reagan se quedó sin dinero, y sin facultades legales, para ayudarles a los “contras” que peleaban contra Daniel Ortega, George Bush padre (en ese entonces vicepresidente de Estados Unidos), la CIA y varios militares se inventaron una verdadera locura.
El plan que aplicaron fue llegar a un acuerdo con los narcotraficantes más importantes de la época como Pablo Escobar (Colombia), Rafael Caro Quintero (México), Roberto Suárez Gómez (Bolivia) y Rafael Matta Ballesteros (Honduras) para que llevaran, libremente, drogas a Estados Unidos.
Aunque no lo crean, el gobierno de Ronald Reagan se convirtió en socio fundamental del narcotráfico internacional.
Lo que produjera la venta de la droga se devolvía en dinero “cash” que se lavaba y se usaba para comprar armas en Israel, Europa y otros países, para entregárselas a los “contras”, antisandinistas en Nicaragua.
Ahora tengo más claro que nunca que el país donde vivo (El Salvador) se convirtió en la base más importante de esa locura de la CIA y Reagan.
Todo esto sucedió entre 1984 y 1985. La CIA, Bush, Oliver North y otros compraron las voluntades de altísimos militares salvadoreños, que todavía están vivos, e instalaron, en el aeropuerto de Ilopango (El Salvador) una base para trasegar armas y drogas.
Quienes operaron esas bases fueron dos anticastristas: Luis Posada Carriles (ya está viejo, retirado, vive en Miami y es el hombre más odiado por Fidel Castro) y Félix Rodríguez, un cubano americano que vive en Miami.
Rodríguez llegó a dirigir el macabro plan a El Salvador precedido por la fama de haber participado en la captura y el asesinato del “Che” Guevara en Bolivia.
LO QUE SE DICE AHORA:
La historia es, ahora, otra: a Enrique Camarena, el agente de la DEA, lo habría matado la CIA porque el investigador llegó a saber, con lujo de detalles, lo que pasaba en el aeropuerto de Ilopango de El Salvador.
Entonces, los tres testigos que ahora revelan este asunto, en medio de un nuevo escándalo mundial, aseguran que fue Félix Rodríguez, el hombre que lideró el plan de Ilopango, quien ordenó asesinar a Enrique Camarena.
Es decir: No fue Caro Quintero quien mató a Camarena. Fue la CIA quien mató al agente de la DEA para impedir que se destapara la locura que ejecutaban en El Salvador. La CIA mató al hombre de la DEA. Ese puede ser el título de esta historia.
¿Qué tiene que ver Costa Rica con esto? Mucho, muchísimo. Enumero por qué:
1. Porque fue la CIA quien instaló la operación en El Salvador, aunque con ramificaciones en Costa Rica. Los aviones con las armas y las drogas pasaban por un aeropuerto que la CIA construyó en Guanacaste con la colaboración del gobierno de la época.
2. Cuando los aviones iban a dejar armas a los antisandinistas volaban de El Salvador a esa pista de Guanacaste. Ahí se reabastecían y emprendían vuelo sobre territorio nicaragüense y, desde 700 metros, tiraban, prendidos de paracaídas, las cajas de armas y municiones.
3. Hay un libro que en Costa Rica lo han callado (diciembre del 2013), en el que la viuda del “rey de la cocaína de Colombia”, Roberto Suárez Gómez, dice que, efectivamente, la CIA llegó a acuerdos con su marido para proporcionarles cantidades gigantescas de cocaína. Pero, lo más grave que dice la viuda es que ese acuerdo significó llegar a un acuerdo con el gobierno de Costa Rica de la época, dirigido por Luis Alberto Monge, para que toda la cocaína fuera entregada en Puerto Limón. De ahí, la pasaban a El Salvador o directamente a Estados Unidos. Incluso, pilotos costarricenses participaron en eso.
4. Lo más grave, sin embargo, es esto: CARO QUINTERO ERA UN PROVEEDOR DE DROGA DE LA CIA Y DE LA LOCURA QUE TENÍA SU BASE EN EL SALVADOR. Incluso, ahora se sabe, en México y en varias investigaciones que se callaron, que Caro Quintero hasta entrenó “contras” antisandinistas en fincas que posee en México. Caro estaba completamente involucrado en la locura de las drogas, las armas y todo lo que montó la CIA en El Salvador y Costa Rica.
5. ENTONCES, CARO LLEGA A COSTA RICA PROTEGIDO POR LA CIA, LA EMBAJADA DE LOS ESTADOS UNIDOS Y “UNA AUTORIDAD POLÍTICA SUPERIOR” COSTARRICENSE, COMO SE DIJO EN ALGÚN MOMENTO. PERO, CREO QUE YA ESTAMOS CERCA DE SABER QUIÉN ES. LA HISTORIA ESTÁ CAMBIANDO RÁPIDAMENTE.
6. A Caro lo sacan, de inmediato, porque, en ese momento, se lo disputada la DEA con la CIA. Llegó protegido por la CIA y la parte extraviada de la DEA se lo quería llevar. Pero ahora hasta la DEA dice que a ellos los engañaron: reconocen que el loco de Félix Rodríguez, desde El Salvador, mandó a matar a Camarena para que no hablara de lo que pasaba en el país donde vivo.
La historia de Caro Quintero con Costa Rica es otra. Escribo desde El Salvador porque no trabajo para ningún medio costarricense. Dirijo Diario1.com (www.diario1.com) donde pueden encontrar publicaciones de todo lo que escribo aquí.
A mis colegas costarricenses: saquen agallas, ya no callen. Relean. Reescriban la historia. Exijan explicaciones. A mi generación la engañaron. Espero que mi generación sea también la que escriba la verdad con la ayuda de los periodistas jóvenes. Esto no es político. Decir eso es aceptar que nos seguirán engañando. Caro Quintero llegó a Costa Rica apoyado por la CIA, por el gobierno de los Estados Unidos y por nuestros propios gobernantes. Por eso es que, cuando se lo llevaron, Caro decía que había pagado muchísimo dinero por estar en Costa Rica tranquilo.
LA HISTORIA YA COMENZARON A REESCRIBIRLA LOS MEXICANOS. POR ESO, LA REVISTA PROCESO PUBLICÓ, AYER, “EL FIN DEL MITO”.
¿Cuándo acabaremos nosotros con nuestro propio mito?
Tomen todo esto como base para reescribir la historia. Ya nos engañaron por tres décadas.