El 58 carnaval de San Miguel que se realizó el pasado 26 de noviembre sin duda pasará a la historia y no precisamente por el colorido de sus carrozas, la asistencia de miles de salvadoreños y extanjeros o por la belleza de sus reinas, sino como el día en el que el colombiano Carlos Vives ordenó callar al salvadoreño Mario Antonio Rivera Molina, mejor conocido como “Marito Rivera».
Como ya es tradición, el carnaval en la Perla de Oriente engalanó la mirada de sus asistentes con sus bellas reinas y con la participación de artistas nacionales y extranjeros, quienes deleitaron a su público.
Sin embargo, los ánimos se caldearon pasadas las 11 de la noche, ya que el carnaval contaba con la presentación del colombiano Carlos Vives, quien deleitaba al son del ballenato a miles de asistentes; pero como ya es común entre los artistas internacionales, estos piden una serie de exigencias para poder desempeñarse en el escenario.
En esa oportunidad, el colombiano se molestó porque al mismo tiempo se estaba desarrollando la presentación de Marito Rivera, por lo que Vives interrumpió por unos minutos su intervención y pidió a las autoridades del concejo municipal que se callara.
El alcalde migueleño, Miguel Pereira, ni lento ni perezoso a solicitud del colombiano ordenó que se suspendiera el show de Marito Rivera que tenía prendidos a cientos de salvadoreños, algo que enfadó al salvadoreño y que lo obligó a suspender su participación, alegando que “él no se sentía menos que ningún otro artista”.
Y no era para menos, el cantante, pianista, compositor y arreglista salvadoreño, nació el 10 de marzo de 1964 en San Miguel, por lo que ese desplante que sufrió en su tierra natal por culpa de un extranjero fue como una cubeta de agua fría que cayó sobre su espalda.
Rivera inició desde los seis años su carrera musical y estuvo en diferentes agrupaciones, pero llegando a la adolescencia se incorporó al “Grupo Bravo”, agrupación que es administrada por su padre y conformada por todos sus hermanos y en la cual deleita a miles de salvadoreños y extranjeros.
El desplante no solo fue notorio entre los asistentes al carnaval, sino que trascendió en las redes sociales, donde miles de salvadoreños han externado su apoyo al artista salvadoreño y arremetieron contra el alcalde migueleño por haber tomado una decisión que catalogan como “malinchista”.