Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda, presentó en la Asamblea Legislativa el proyecto de Presupuesto General de la Nación para el año 2021 que asciende a 7 mil 453.5 millones de dólares y que, según él, tiene como prioridades la inversión en educación, salud y seguridad pública.
El proyecto de Presupuesto de la Nación para el próximo año es unos 1,000 millones más que el proyecto en ejecución del presente año.
En el rubro de educación, explicó en conferencia de prensa el ministro, está presupuestado invertir 6.5 millones de dólares para el pago de escalafón administrativo y docente, 214 millones de dólares para compra de computadoras para los estudiantes, 20 millones de dólares para remozamiento y reparación de centros escolares, entre otros.
A la Universidad de El Salvador (UES) el Gobierno pretende asignarle 10 millones adicionales para reparación de infraestructura, gastos administrativos y la construcción de las sedes de Chalatenango y Morazán.
En el rubro de Salud el Gobierno le dará 38 millones de dólares para el pago del escalafón de todo el personal más 43 millones para programas de salud temprana. También está incluido el pago para la contratación de plazas temporales a permanentes y de nuevo personal técnico para ambulancias y otras especialidades.
En el caso del Ministerio de Defensa el Gobierno ha planeado entregar 100 dólares adicionales a los soldados que trabajan en tareas de seguridad pública que son adicionales a los bonos que ya reciben equivalentes a 400 dólares trimestrales.
Para el Ministerio de Relaciones Exteriores prevé 10 millones de dólares para la ampliación de la red de consulados móviles en México, Suecia, Australia y otros países.
Al Tribunal Supremo Electoral (TSE) le entregará 20 millones de dólares adicionales para la celebración de las elecciones municipales y legislativas del año 2021.
Zelaya asumió el 28 de julio en sustitución de Nelson Fuentes que renunció al Ministerio de Hacienda.
El ministro actual, miembro fundador del partido Nuevas Ideas, se desempeñó anteriormente como viceministro de Ingresos del Ministerio.
El 13 de diciembre de 2019 la Asamblea aprobó, con 61 votos, el presupuesto General de la Nación 2020 por un monto de 6 mil 426.1 millones de dólares.
Lo votaron ARENA, GANA, PCN y PDC mientras el FMLN se negó a hacerlo porque el Gobierno de Nayib Bukele no había incluido el pago de los salarios de unos 600 empleados de la Presidencia de la República a quienes acusó de ser cuota partidaria contratada en las administraciones de Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén.
El presupuesto fue aprobado no obstante destacados economistas advirtieron de las trampas que contenía y de presuntas ilegalidades como, por ejemplo, el engrosamiento de rubros como Remuneraciones y Bienes y Servicios.
Es decir: en el presupuesto vigente las instituciones pueden transferir de una partida a otra siempre que quede dentro de la misma institución. Esas transferencias entre partidas, sin embargo, las debe avalar el Ministerio de Hacienda.
El presupuesto actual tiene programados 13 millones 586 mil 30 dólares para financiar el pago de los bonos de los empleados y funcionarios del Órgano Judicial; 892 mil 15 para renovar la flota vehicular y salarios de empleados del Tribunal Supremo Electoral (TSE); 622 mil 775 para que el Ministerio de Relaciones Exteriores pague arrendamientos de oficinas en el extranjero; 19 millones 171 mil 993 para financiar parte de las remuneraciones de más de 7 mil soldados que trabajan en tareas de seguridad; 5 millones 240 mil para que la Fiscalía General de la República (FGR) pague salarios y otros “gastos colaterales”.
El presupuesto general de 2021 tendrá que resolver dos grandes problemas: la disminución de los ingresos como consecuencia de la larga cuarentena por la propagación del coronavirus y la necesidad de incrementar el endeudamiento público para financiarlo.
Hasta el momento no existe un monto exacto de la caída de los ingresos tributarios pero en mayo Nelson Fuentes, entonces ministro de Hacienda, dijo que había calculado que será de unos 1 mil millones de dólares a diciembre de 2020.
Hasta abril ya se había concretado la pérdida de 261 millones de dólares. En mayo ya sumaban 700 millones de dólares.
A finales de septiembre, además, El Salvador cumplirá seis meses de caída económica confirmando la entrada en recesión.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) calculó que el país tendrá una caída de diez puntos en su Producto Interno Bruto (PIB).
A la necesidad de nuevo endeudamiento se sumará la obligación del Estado salvadoreño de incluir en el próximo presupuesto el pago de los préstamos, Letras del Tesoro (LETES) y Eurobonos comprados en los últimos 20 años.
Es decir: es probable que la nueva deuda que compre el Estado sea ocupada para pagar vieja deuda.
A eso deberá sumarse que al menos el 80 por ciento del presupuesto general suele ser invertido en el pago de salarios de la burocracia. Es probable, entonces, que montos para inversión pública en el proyecto de presupuesto 2021 sean mucho menores a los registrados en los últimos años.
De acuerdo con una nota de prensa de la Presidencia de la República el Gobierno priorizará los presupuestos de los ministerios de Salud, Educación, Seguridad, Vivienda, Medio Ambiente y Agricultura.
El ministro de Salud Francisco Alabí, citado en esa nota, dijo que van incluidos en el presupuesto 60 millones de dólares para el funcionamiento del Hospital El Salvador ya que la idea es que con el transcurrir de los años se convierta en un “complejo médico” para el tratamiento del coronavirus y posteriormente para el descongestionamiento de las áreas críticas de otros nosocomios de la red pública.