Preocupación. Eso expresó la alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, por la “erosión” del estado de derecho y el orden constitucional en El Salvador.
Las declaraciones de la alta funcionaria de las Naciones Unidas surgen luego que el presidente Nayib Bukele declarara abiertamente, la semana pasada, que no acatará una resolución de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que prohíbe las retenciones de salvadoreños que violen la cuarentena domiciliar durante la emergencia por el Covid-19.
Ante ello, Bachelet expresó su preocupación porque en El Salvador se está socavando el orden constitucional con las medidas implementadas para combatir el coronavirus.
“El incumplimiento de las decisiones de la Sala de lo Constitucional equivale a una falta de observancia de la Constitución y una violación de las obligaciones internacionales de derechos humanos, incluyendo la igualdad de todas las personas ante la ley”, expresó.
Luego agregó: “El derecho internacional permite a los gobiernos restringir algunos derechos cuando se enfrentan a una emergencia como la causada por la Covid-19. Sin embargo, estas medidas deben ser necesarias y proporcionales… Me preocupa que este no ha sido el caso en El Salvador y que el gobierno está, por consiguiente, faltando a los principios fundamentales del estado de derecho”.
Además, Bachelet hizo un llamado a las autoridades “para que investiguen todas las presuntas violaciones de los derechos humanos en el contexto de la aplicación de las medidas para luchar contra la Covid-19 y que pongan inmediatamente en libertad a todos los detenidos arbitrariamente luego de haber sido examinadas médicamente”.
El pasado 15 de abril, la Sala de lo Constitucional afirmó que no tienen validez los decretos Ejecutivos que el gobierno ha utilizado para retener y llevar a centros de contención a las personas que violen la cuarentena.
Minutos después que la Sala publicara su resolución, el presidente Nayib Bukele (quién había desoído dos resoluciones previas del mismo tribunal) escribió en su Twitter que “NINGUNA resolución está por encima del derecho constitucional a la vida y salud del pueblo salvadoreño”. Luego agregó: “Así como no acataría una resolución que me ordene matar salvadoreños, tampoco puedo acatar una resolución que me ordena dejarlos morir”.
Desde entonces, diversos actores nacionales e internacionales se han manifestado contra las decisiones del presidente Nayib Bukele.
La semana pasada, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de representantes de los Estados Unidos instó al presidente Nayib Bukele a respetar las sentencias de la Sala de lo Constitucional.
A través de su cuenta de Twitter, el Comité señaló que los líderes mundiales deben saber proteger tanto la salud pública como las libertades civiles. “Los líderes mundiales deberían poder proteger tanto la salud pública como las libertades civiles. Insto al presidente Nayib Bukele a respetar las sentencias judiciales de El Salvador”.
Bachelet también expresó su preocupación por los ataques del gobierno contra periodistas y defensores de derechos humanos que defienden el orden democrático.
“Los periodistas deben poder informar de forma integral sobre la pandemia y la efectividad de las medidas gubernamentales, sin temor ni censura. Recuerdo a las autoridades que las críticas no son un delito”, sentenció.