“Respeto lo que hicieron mis antecesores. Yo me comprometo con el trabajo de magistratura de conciencia que se me ha dado” dijo recientemente en una entrevista Raquel de Guevara, nueva procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos, elegida el pasado 22 de septiembre con los votos de 71 diputados
Contrario a lo que sus palabras dicen, Guevara ha cerrado una tumultuosa primera semana de gestión con sendos señalamientos, principalmente de acoso laboral por parte de empleados con varios años de trabajar en la institución.
Fuentes al interior de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) que prefirieron el anonimato, confiaron a Diario1 que la procuradora Guevara ha ordenado una serie de despidos al interior de la institución, incluyendo a los procuradores adjuntos Antonio Aguilar y Yanira Cortez, dos personas con amplia trayectoria al interior de la institución.
Ambos manifestaron a través de sus cuentas de Twitter que dejaban de trabajar en la PDDH, a la vez que agradecieron la oportunidad de trabajar con el anterior procurador, David Morales, quien no fue considerado para la reelección en la Asamblea Legislativa.
Comunico que desde este dia dejo el cargo de Procuradora Adjunta de MA. Agradezco a Pddh, comunidades, organizaciones por todo su apoyo !
— Yanira Co. (@yaniracortezest) September 30, 2016
Atentamente informo que desde mañana no seguiré siendo parte de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador. 1/3
— Antonio Aguilar Martínez (@antonioabogado) September 30, 2016
Dichas fuentes señalaron además que la procuradora Guevara ha comenzado con actos de hostigamiento contra directores administrativos, los cuales no son cargos de confianza, para obligarlos a renunciar.
Lo que esta versión apunta es que Guevara quiere remover a todo lo que “huela” a Oscar Luna y David Morales, sus antecesores, y así llevar a gente de su entera confianza.
Esta serie de hostigamientos que suceden a la sombra de la gente, coinciden con una campaña mediática por parte de Guevara, en la que se autoproclama ante la población como “defensora del pueblo”, en lugar de procuradora.
Guevara ha insistido en varios espacios mediáticos que la función de la PDDH es la de una defensoría del pueblo, al igual y como se denomina en otros países, y que impulsará un proyecto a ser llevado a la Asamblea, para que la Procuraduría pase a llamarse “Defensoría del Pueblo”.
La PDDH surgió por mandato de los Acuerdos de Paz que cerraron en 1992 el conflicto armado de 12 años, como un organismo público autónomo que denunciara y censurara violaciones a derechos humanos por parte de entidades estatales y privadas. En sus cerca de 25 años de historia, uno de las cosas que se le achaca a la PDDH es que sus resoluciones no son de carácter vinculante, sino que recomendatorio.