Tres días antes de ser enviado a juicio por la Corte Suprema de Justicia (CSJ), el ex-presidente Mauricio Funes respondió a través de las redes sociales a las observaciones que ya le había hecho la Corte Suprema de Justicia.
Luego de publicar varios tuits en su cuenta personal en los que anunciaba que presentaría explicaciones sobre su patrimonio en el plazo de tres días que le dio la CSJ, se dedicó a responder comentarios de algunos periodistas y personas particulares que lo cuestionaron.
Funes no quiso responder a preguntas de este tema a periodistas que lo abordaron cuando fue a la Fiscalía a declarar por su participación en llamada Tregua entre pandillas, y terminó diciendo a los periodistas que “tomen boleta y si tienen suerte les doy una entrevista”.
Sin embargo, un usuario de Twitter llamado “Rafael Fco. Góchez” le escribió a Funes “Yo voté por usted. ¿Me explica cómo hacer para gastar más de lo que gano y que mis ahorros aumenten?”, ante lo que el ex mandatario contestó “Sólo robando, pero para eso hable con ARENA que le darán cátedra. También ANEP le puede ayudar a evadir impuestos”.
A juicio por enriquecimiento ilícito
El 9 de febrero de 2016, con nueve votos a favor y seis en contra, la Corte Suprema de Justicia envió a juicio civil al ex-presidente Mauricio Funes por presunción de enriquecimiento ilícito.
La investigación realizada por la sección de Probidad encontró varios “milagros financieros” que le permitieron gastar más de lo que ganó y todavía ahorrar, de tal suerte que el exmandatario no ha logrado explicar la procedencia de más de medio millón de dólares.
La sección de Probidad detectó que, luego de salir de la presidencia, Funes recibió un depósito por $10,000 a través de una cuenta del Banco Agrícola a su nombre. Los fondos depositados el 14 de marzo de 2015 provenían de Oceanía S.A. de C.V., una sociedad que, al parecer no existe.
“(De esta sociedad) no sea ha podido verificar su existencia en los registros públicos consultados por la sección de Probidad”, reza la resolución emitida por la Corte.
Durante su gestión, el ex-presidente Funes compró dos vehículos: un pick-up marca Ford, año 1958, comprado el 20 de julio de 2010, y un Jeep Wrangler, año 2008, adquirido el $21 de septiembre de 2012. Pero el sistema bancario en el que maneja sus cuentas no registró movimientos por cantidades cercanas a los precios de los vehículos.
Funes argumentó que el dinero provino de la liquidación del movimiento de empresarios que financiaron su campaña bajo el nombre “Los Amigos de Mauricio”. El ex-mandatario señaló que del total de los fondos de campaña sobraron $639,603.72 que le fueron entregados en noviembre de 2009, luego de ganar las elecciones.
No obstante, según Probidad, Funes no presentó documentación que compruebe que dicha cantidad le fue verdaderamente entregada y que ingresó a su patrimonio personal, sobre todo porque, según los registros bancarios analizados, no se encontraron montos que pudieran tener relación a la suma.
Después de terminar su gestión, Mauricio Funes compró cuatro vehículos tipo pick-up: Nissan Frontier LCV 2014, adquirido el 18 de junio de 2014 por $20,990.00; un Ford Ranger XLT año 2013, comprado el 15 de agosto de 2014 por $34,000.00; un Toyota Tundra 4×4 año 2011, adquirido el 30 de septiembre de 2015 por $15,000.00; y un Toyota Hylux año 2014, adquirido también el 30 de septiembre de 2015 por $15,000.00.
El sistema bancario registró que Funes emitió pagos mediante cheques, por $21,560.00 el día 19 de junio de 2014; por $30,000.00, el día 18 de agosto de 2014, y por $15,000.00, el 5 de octubre de 2015, los cuales, según Probidad, podrían estar relacionados con tales compras.
Funes también adquirió un vehículo Toyota Land Cruiser, año 2013, por $60,000, sin haberse encontrado retiros de sus cuentas bancarias que pudieran justificar tal adquisición. “Sobre este vehículo, según informe del Registro Público de Vehículos Automotores, se advierte que el 27 de septiembre de 2012 fue comprado a DIDEA por Herbert Ernesto Saca Vides por un valor de $94,000.00. El automotor fue vendido a Francisco Armando Acosta Acevedo, el 11 de febrero de 2015, por $95,000.00. Seis días después, el 17 de febrero de 2015, el señor Funes Cartagena lo adquirió por $60,000.00 y el 18 de agosto del mismo año, este último lo vendió a Transportes Peña S.A. de C.V. por $50,000.00”, dice el informe de Probidad.
Otro de los hallazgos realizados por Probidad es que uno de los hijos del ex presidente, Diego Roberto Funes, de 23 años de edad, estudiante, registró ocho compras de vehículos durante el periodo en que su papá fue presidente.
De acuerdo con la información bancaria recopilada por Probidad en el Ministerio de Hacienda, basada en sus declaraciones, Diego Funes únicamente reportó ingresos por $2,812 en el año 2011, y una cuenta corriente que al día 1 de diciembre de 2011 registró un saldo máximo de $3,093.22, lo que deja sin justificación sus compras.
Congelan cuentas bancarias
El 10 de febrero de 2016, la Corte Suprema de Justicia ordenó que se congelaran las cuatro cuentas bancarias del ex presidente de la República Mauricio Funes, luego de que se ordenara abrirle un juicio civil por sospechas de enriquecimiento ilícito en su periodo como mandatario 2009-2014.
Según la resolución emitida por la Corte Plena, las cuentas inmovilizadas son: Banco Agrícola S.A., Cuenta Corriente 5036253508; Banco Promérica, CC 30000035001606; Scotiabank El Salvador: CC 3240011963 y CC 3240012765.
La Corte además ordenó impedir la transferencia a terceros de los siguientes vehículos: Hafei-Minileiner, año 2005; pick up Ford, año 1958; pick up Nissan Frontier Lcv, año 2014; pick up Toyota Tundra año 2011; pick up Toyota Hilux, año 2014; panel Dongfeng EQ5021XXFY02, año 2008; Mercedes Benz, año 1985; Jeep Wrangler X, año 2008; los primeros 5 a nombre de Carlos Mauricio Funes Cartagena y los restantes a nombre de Diego Roberto Funes Cañas.
Sobre estos vehículos, Funes presentó una declaración jurada de fecha 4 de febrero de 2016 ante el notario Luis Paulino Selva Estrada, en la cual la señora Regina María Cañas Rivera, conocida por su papel de “Tía Bubu” en la Telecorporación Salvadoreña, y madre de Diego Funes, en la que dice que en febrero de 2010 adquirió un crédito por $95,000.00 para entregárselo a su hijo y para que este iniciara un negocio de venta de vehículos.
“Sin embargo, en relación con la mencionada deuda no se presenta documentación que demuestre las cantidades recibidas producto de ese crédito, por lo que no es posible verificar si se ha hecho uso total del mismo, sobre todo porque a partir de la fecha del contrato se le concedió un año para hace uso del monto total otorgado”, reza el informe de Probidad.
Para el diputado Ernesto Muyshont, el juicio de enriquecimiento ilícito solo debe ser el punto de partida para una investigación contra Funes. «El juicio de enriquecimiento ilícito solamente es por 700 mil dólares, cuando se supone que el enriquecimiento ilícito en que incurrieron el ex presidente y su ex esposa es mucho mayor», aseguró.
¿Cuánto habría robado el expresidente? El legislador de ARENA afirmó que sería aventurado decir una cantidad. Dice Ernesto Muyshont «pero estamos hablando que solo el contrato de El Chaparral es de 108 millones de dólares para rescindirlo, cuando hacerlo implicaba un precio mucho menor. Además hay que ver el estilo de vida del ex presidente y su esposa, el cual no corresponde con los ingresos que percibieron».
“Se podría indagar posible lavado de dinero, evasión fiscal y falsedad ideológica por mentir en su declaración de probidad. Hubo en su gestión contratos oscuros con empresas brasileñas que no ganaron licitaciones, algunas de las cuales están involucradas en el escándalo de Petrobras”, agregó Muyshont.
El 12 de septiembre se realizará la audiencia preparatoria, para aportar pruebas sobre el presunto enriquecimiento ilícito del ex-presidente Mauricio Funes, en la Cámara Segundo de lo Civil.