El diputado y vicepresidente de la Asamblea Legislativa, Guillermo Gallegos, aseguró este viernes que el rumbo de las políticas de seguridad pública y combate a las pandillas impulsadas por el gobierno serán meramente represivas al menos durante un año.
“Lo que pasa es que cuando los policías llegan a las zonas peligrosas no los reciben con aplausos”, señalo Gallegos, quien además es el jefe de fracción del partido GANA, en una entrevista transmitida por Telecorporación Salvadoreña.
De acuerdo con el parlamentario, las medidas implementadas en los años anteriores dejaron pocos o nulos resultados. “Lo pandilleros agarran de chiste cuando se les captura y les dan medidas sustitutivas”, señaló.
Este jueves, durante la sesión plenaria ordinaria, la Asamblea Legislativa aprobó un alijo de reformas al tres leyes que, entre otras cosas, convierte en delito las negociaciones con pandilleros “para conseguir beneficios”, algo que varios diputados han atribuido a los ex mediadores de la llamada tregua entre pandillas que redujo los homicidios durante 15 meses desde marzo del 2013.
Gallegos, siguiendo el discurso oficial dictado por el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, y varios de sus ministros, aseguró que las medidas extraordinarias que ha impulsado el gobierno en las últimas semanas parten de la masacre de San Juan Opico el pasado tres de marzo, misma que le fue atribuida a la pandilla MS.
Un comunicado, supuestamente emitido por voceros de las principales pandillas, circuló en redes sociales el pasado miércoles 18 de abril. En este documento las pandillas MS-13 y las dos facciones del Barrio 18 se desligaban de la masacre.
Este mismo miércoles, el gobierno desplegó oficialmente el nuevo batallón especial denominado Fuerza Especializada de Reacción El Salvador (FES), compuesto por 600 elementos de la Fuerza Armada y 400 policías. El objetivo de esta unidad es, según lo expresó el vicepresidente salvadoreño Óscar Ortiz, “golpear a los malos”.
Esta es la segunda unidad especial en la que el gobierno aprueba el uso de la fuerza letal y la actuación especial de la Fuerza Armada en un año.
Las nuevas medidas «extraordinarias» y el despliegue de este nuevo batallón ha sido criticado por el procurador de los Derechos Humanos, David Morales, quien dijo que estas unidades armadas podrían propiciar masacres extrajudiciales como ya se han denunciado varias en meses anteriores.
Por su parte, Ernesto «El Chato» Vargas, diputado de ARENA, quien también participó en la entrevista con Gallegos, comentó que «el procurador todo lo toma al extremo», en referencia a las observaciones que hizo sobre el nuevo batallón.
“Este primer año tiene que ser de represión. Vamos a limpiar la zona”, resumió el diputado Gallegos, durante la entrevista.