“Al señor Funes se le llegó su día”. Así resumió René Portillo Cuadra, diputado de ARENA, el congelamiento de las cuentas y el juicio civil por sospechas de enriquecimiento ilícito que ordenó el pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) contra el expresidente Mauricio Funes que aún no demuestra el origen de más de $702,000 hallados en sus cuentas bancarias y de más de media docena de vehículos de lujo a nombre de su hijo Diego Roberto Funes Cañas.
Recordó, además, que en los últimos dos años y medio de su mandato Funes se erigió como el ángel castigador de los exfuncionarios de los gobiernos de ARENA pero ahora se ha convertido en el blanco móvil de las investigaciones por corrupción. “Está bebiendo de su propio chocolate el que tanto vinculó a personas con hechos delictivos de manera irresponsable”, expresó en declaraciones que pronunció en los pasillos de la Asamblea Legislativa.
Portillo Cuadra rechazó que el caso sea una persecución política en la que está detrás la Fundación para el Desarrollo Económico (FUSADES), el principal partido de oposición y los personajes a los que Funes calificó como corruptos en sus intervenciones públicas mientras fue mandatario. “No poder justificar $700,000 no puede ser una venganza sino que es su problema”, agregó.
Misael Mejía, del FMLN, sí aceptó la tesis que el caso que ahora ha pasado a la Cámara Primera de lo Civil de San Salvador es persecución política cuyos hilos los manejan quienes se sintieron afectados cuando Funes presentó en una entrevista televisiva el Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) que dio pie a la Asamblea para crear una comisión especial que indagó el desvío de $15,000, 000 de la cooperación de Taiwán que tuvo como principal actor al fallecido expresidente Francisco Flores, la corrupción en la construcción del bulevar Monseñor Romero o el desfalco en el proyecto de Reconstrucción de la Red Hospitalaria (RHESSA). “Una buena parte de los miembros de Corte Plena responde a los intereses de los perdieron sus privilegios”, dijo.
Opinó, asimismo, que existen claros indicios que el exmandatario no tuvo completo espacio para defenderse de las acusaciones de irregularidades en su patrimonio. “Si se revisan las cuantías por las que lo acusan y se comparan con los millones que fueron a parar al saco roto de la corrupción se verá la diferencia”, comentó.
Todavía no les baja el nudo en la garganta y nunca lo van a perdonar (…) buscan sacarse algunas espinas que les dejó la llegada al gobierno del primer presidente de izquierda”, afirmó.
Guillermo Gallegos, de GANA, prefirió destacar que desde que la comisión de probidad la integran cinco y no dos magistrados como era a principios del año hay más equilibrio y mayor diversidad de criterio a la hora de juzgar qué casos son relevantes y cuáles no.
«Si al final los condenan entonces serán culpables pero mientras no los condenen se les presume inocentes y tendrán derecho de desvanecer o justificar los hallazgos», comentó en referencia a Funes, Reynaldo Cardoza, diputado del PCN y a Leonel Flores Sosa, exidrector del Seguro Social que también está sentado en el banquillo como sospechoso de enriquecimiento ilícito.
El diputado que también está bajo la lupa de la Sección de Probidad dijo esperar que las investigaciones no sean persecución política.
El miércoles en la tarde la Corte Suprema ordenó congelar las cuentas bancarias de Funes en Banco Agrícola, Banco Promerica, y Scotiabank. También inmovilizó la transferencia de ocho vehículos que están a nombre de Funes Cañas.