Los diputados reformaron el Código Penal para declarar imprescriptibles –que podrá ser perseguible penalmente sin importar si transcurrieron diez, 20, 40 años o más- los abusos sexuales contra las personas, especialmente los que afectan a menores de edad. La modificación ha puesto ese delito al nivel de otros como la tortura, el secuestro, genocidio, persecución política, ideológica, racial, religiosa, entre otras.
Las reformas fueron aprobadas con 72 votos de ARENA, FMLN, GANA, PCN y PDC.
El artículo 99 del Código Penal y el 32 del Procesal Penal quedaron redactados así: no prescribe la pena en tortura, actos de terrorismo, secuestro, genocidio, violación de leyes o costumbres de guerra, desaparición forzada de personas, persecución y los delitos cometidos contra la libertad sexual de menor o incapaz. Las modificaciones no tendrán efecto retroactivo, es decir, solo aplicarán hasta después de entrada en vigencia y no para casos sucedidos antes de eso.
La iniciativa la presentó Guillermo Gallegos, de GANA, y lo secundaron Lorena Peña, presidenta de la Asamblea y Patricia Valdivieso, de ARENA. El asunto tomó mayor auge cuando estalló el escándalo de las supuestas agresiones sexuales que Jesús Delgado, exvicario de la Iglesia Católica, cometió contra una menor de edad en los años 80. Pero antes de eso Ricardo Velásquez Parker, del principal partido de oposición, dijo en la comisión de Legislación y Puntos Constitucionales que prefería impulsar la imprescriptibilidad de los abusos sexuales que hacerlo con los delitos contra la hacienda pública porque podía dar espacio a la persecución política ejecutada, desde la oscuridad, por cualquier gobierno de turno.
“Las agresiones sexuales dejan daños irreparables, son una condena para las víctimas”, dijo durante la celebración de la sesión plenaria la diputada Valdivieso que además ha presentado propuestas como la castración química para los abusadores sexuales. “Para entender la gravedad de esto hay que hablar con las víctimas”, sugirió.
“La violencia sexual casi siempre la cometen familiares de la víctima… ellas tienen el derecho a la verdad y a la justicia”, comentó Cristina Cornejo, diputada del oficialismo.
Gallegos aseguró que la agresión sexual no tiene perdón “ni en la tierra ni en el cielo”. “Atentar contra una criatura, un bebé, es lo más despreciable, son lesiones que durarán toda la vida”, comentó.
En 2011 María Isabel Rodríguez, entonces ministra de salud, dio a conocer que de 2008 a 2010 unas 12,000 personas habían sido víctimas de violencia sexual, es decir, una media de 4,000 anuales. En la mayoría de los casos las abusadas fueron mujeres.
La mayor parte de las víctimas oscilaban entre cero a 19 años.