ARENA, GANA y PCN impulsaron en la Asamblea le resurrección de la polémica iniciativa de establecer, como una asignatura más, la lectura de la Biblia en el sistema educativo público como un método de inyección de valores morales y prevención de la violencia.
El impulso lo inició Juan Carlos Mendoza, diputado de GANA, que la semana pasada defendió en el Pleno Legislativo su idea de reformar la Ley General de Educación para incluir en la currícula académica Moral, Urbanidad y Cívica y, muy dentro, el estudio del libro sagrado de los cristianos.
Moral y biblia se mezclaron en la discusión que desarrolló la comisión de Educación y Cultura de la Asamblea el martes en la mañana. Unos advirtieron que la Asamblea no puede agregar materias a la currícula porque eso le corresponde al Ministerio de Educación, es decir, invadirá competencias; los defensores evadieron el argumento y se ocuparon en enumerar las bondades de los valores y las buenas costumbres.
Los diputados que pusieron peros recordaron que en la actualidad los maestros imparten, dentro de los conocidos como ejes transversales, moral, valores, y cuidado del medio ambiente, por tanto, será redundante insistir.
Nery Herrera, diputado suplente de ARENA, pidió que la comisión ordene un estudio sobre la efectividad de la enseñanza de valores con el método que ocupa el Ministerio de Educación, además de analizar las experiencias exitosas de, por ejemplo, los colegios católicos o protestantes.
Como primer acuerdo los diputados pedirán opinión sobre ambos asuntos a oenegés, líderes religiosos, organizaciones de maestros, sindicatos docentes. Dentro de dos semanas, además, escucharán al pastor Jacob Bolaños Hernández que supuestamente llegará a defender la lectura bíblica.
“Lo que más preocupa es la futura generación porque la que tenemos en la actualidad ya está algo dañada”, comentó el diputado de GANA.
Leer la biblia en las escuelas públicas no es un tema nuevo. Los diputados recibieron la primera propuesta en 1999, a la que sumaron seis más, entre estas la que presentó Antonio Almendáriz, diputado del PCN, y otras que tomaron auge en la legislatura 2012-2015 hasta que la Asamblea la aprobó el 2 de julio de 2010 pero el entonces presidente Mauricio Funes la vetó 25 días más tarde.
“Hay que enseñarle a los niños cómo enfrentar la vida. Afortunadamente se ha revivido el tema”, dijo Reynaldo Cardoza, diputado del PCN, que actualmente está en el banquillo de los enjuiciado por indicios de enriquecimiento ilícito que detectó la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
La semana pasada en entrevista con Diario1 Lucía del Carmen de León, diputada del principal partido de oposición, aseguraba que es difícil que un niño que no cree en Dios sea capaz de sentir empatía o tolerancia. Defendía la tesis que la Biblia es un excelente remedio contra la violencia que ahoga a los salvadoreños. Durante la reunión de la comisión reiteró sus ideas: “Debe enseñarse no como religión sino como estudio de la palabra de Dios que contiene valores morales”.