Marcos Rodríguez, secretario de Transparencia, aseguró que peleará hasta las últimas consecuencias en la demanda por difamación y calumnia que presentó en su contra Ana Vilma de Escobar, diputada de ARENA.
La principal prueba que tiene que la exvicepresidenta de la República está salpicada en la investigación del uso irregular del Fideicomiso para la Creación de Empleos en el Sector Productivo (FECEPE) es una auditoría del Banco Central de Reserva (BCR) que contiene 16 señalamientos.
Rechazó, además, que el finiquito de la Corte de Cuentas (CCR) que ha presentado la diputada para defenderse sea válido porque, afirmó, solo abarca 2 de los casi 35 millones de dólares que están en el centro de la polémica. También dudó de la veracidad de la carta que ella ha dado a conocer de la Fiscalía General (FGR) en la que se niega que esté bajo investigación.
¿Mantiene lo que ha dicho?, le preguntó el entrevistador del programa El Salvador al Día, del Canal 19. La respuesta fue: “sí, absolutamente, y no voy a conciliar”. Consideró, asimismo, que el Tribunal 3° de Sentencia no debería aceptar la demanda porque él dio derecha de defensa a la diputada y sus cuestionamientos se basan en la auditoría del Banco Central. “Solo le estaba pidiendo algo sencillo: rendición de cuentas”, agregó.
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Comentó que el finiquito lo tienen los expresidentes Mauricio Funes, Elías Antonio Saca y Francisco Flores pero en la actualidad eso ya no significa nada, Flores, por ejemplo, está sentado en el banquillo de los acusados por el supuesto desvío de $15,000, 000 de la cooperación de Taiwán.
“Si hubiera sido más humilde habría aceptado explicar”, reiteró el funcionario de la presidencia de Salvador Sánchez Cerén. Dijo, asimismo, que la ciudadanía necesita una respuesta del uso del millonario monto.
“No la acuso de llevarse dinero a la bolsa sino que se cometieron actos indebidos”, expresó.
En otro tema Rodríguez opinó que las redes sociales deberían regularse pero «con mucho cuidado» de forma de potenciar sus bondades y minimizar el rostro oscuro que tienen.
«No hay mayor garantía de la libertad que cuando la garantiza el Estado», afirmó.