En medio de un año de intensa violencia provocada por las pandillas, desplazamientos forzados de las familias más pobres, histórico estancamiento económico, aprietos en el sistema de salud público por la falta de medicamentos y de personal para atender a los pacientes y una larga lista de críticas, el presidente Salvador Sánchez Cerén ha rechazado una de las tantas exigencias de los partidos de oposición: despedir a quienes peores resultados tengan para mostrar durante sus primeros 365 días como funcionarios del Gobierno.
ARENA fue el primero en pedirlo. A finales de la semana pasada sugirió al presidente evaluar a sus compañeros del FMLN para confirmar si han cumplido la misión que les encomendó el 1 de junio de 2014; el propósito es saber en qué ministerios es necesario afinar la puntería para que el país avance. Se trata, además, de confirmar con nombre y apellidos quiénes son los responsables de que el promedio de asesinatos haya aumentado de 14 a 20 diarios, que la economía no crezca más de 2% del PIB como se había previsto, que el poder adquisitivo siga débil para la mayoría de ciudadanos, entre otros.
Eso lo hizo el expresidente Mauricio Funes que antes de cumplir su primer año de gestión ya había despedido a Francisco Gómez, expresidente de ANDA; a Breni Cuenca, exsecretaria de Cultura; a Manuel Melgar, Zaira Navas y Carlos Ascencio, de la cartera de Seguridad; a Eduardo Linares, del OIE; a Manuel Sevilla, de Agricultura. En total renunciaron o fueron removidos unos 19 funcionarios.
El oficialismo, sin embargo, ha preferido ver el vaso medio lleno que medio vacío. En el discurso de rendición de cuentas de su primer año como presidente, Sánchez Cerén aseguró que a finales de 2015 la economía crecerá 2.5% del PIB, que han aumentado las exportaciones gracias a la estrategia de apertura a nuevos mercados como el de China, que ha engrosado la cartera de préstamos para las micro, pequeñas y medianas empresas, ha invertido unos $673,000, 000 en puertos, puentes, en la modernización del Aeropuerto Monseñor, $90,000, 000 en la diversificación de la matriz energética, ha entregado 6,000 de 50,000 computadoras pata niños de las escuelas públicas, ha destinado $46,000, 000 en mejoramiento de ambientes escolares, entre otros.
Cuando la prensa le preguntó al vicepresidente Óscar Ortiz si es necesario que las cabezas roden del Ejecutivo, respondió defensivamente y con otra pregunta: “¿Mientras estuvieron en el poder qué hicieron los que ahora nos critican?”. Y luego afirmó que la administración efemelenista tiene el rumbo claro, que enfrenta a un mundo criminal capaz de controlar quién vive y quién muere. “Vamos a responder a cada una de esas acciones y vamos a golpear la extorsión y a los cabecillas (de grupos delincuenciales)”, agregó.
Los diputados del FMLN también se plegaron al discurso de Casa Presidencial. Lorena Peña y Medardo González señalaron que ARENA no está en posición de pedir cambios porque no les compete a ellos y además trata de “tapar el sol con un dedo” porque en su medición no ha tomado en cuenta los saldos favorables del mandatario como los más de $50,000, 000 en ahorro de gasto corriente, la creación del Consejo de Seguridad Ciudadana y las más de 23,000 respuestas de información que ha dado la oficina de transparencia.
“Como que les duele que las cosas vayan bien”, expresó González en referencia a lo que consideró los logros de su compañero de militancia.
Norman Quijano, diputado de ARENA, no encontró matices en la gestión del presidente sino solo negro. Recordó, asimismo, que es la primera administración desde la firma de los Acuerdos de Paz que ha sido completamente reprobada porque sus antecesores Armando Calderón Sol, Francisco Flores, Elías Antonio Saca y Mauricio Funes alcanzaron una nota superior de 6 durante su primer año en las encuestas de opinión. “Es el gobierno de los discursos, de las apariencias, es momento de que dejen de dar discursos”, expresó. Aconsejó, como ya lo había hecho el principal partido de oposición, evaluar a los funcionarios según su desempeño: “Es el momento de hacer un alto en el camino porque hay mucha desesperanza”.
¿Y cuando se cambian funcionarios cambia el rumbo? El exalcalde de San Salvador dudó de una renovación real porque Sánchez Cerén busca a sus titulares en el partido. Eso también lo señaló el expresidente Mauricio Funes en una entrevista radial la semana pasada cuando dijo: “El FMLN se ha vaciado en el aparato de gobierno”.