A la campaña electoral entró decidida a ganar: Mayteé Iraheta resultó elegida diputada de la Legislatura 2015-2018 por el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Aunque le faltaron recursos durante los meses que recorrió el departamento de Sonsonate, y el presupuesto que manejó fue diminuto, lo cierto es que su interés no era perder el tiempo ni hacer pruebas de laboratorio.
Repasar la hoja de vida de Iraheta es retomar su época en reinados, su carrera en televisión y radio o la labor como abogada. Sus días pasados sirvieron para catapultarse y, mucho más importante, pensar en un futuro político. Algunos dirán que el modelaje y la política son como el agua y el aceite; para ella no. “A los 13 años comencé a perfilar cuál era mi objetivo: pensé que una mujer que participa, que tiene su corona y su banda, puede participar de actividades, en política”.
El salto directo que obtuvo a la Asamblea Legislativa no es un golpe de suerte. Tampoco apareció de la noche a la mañana, según sostiene.
“A pasos escalonados he traído mi vida. Tengo 11 años de estar trabajando para llegar a esta meta: mi carrera universitaria, los concursos de belleza, los trabajos en el Cuerpo Diplomático, el estar en televisión y radio. Todo esto ha sido paso tras paso”, explica. ¿Por qué la Asamblea Legislativa? Para ella es un escenario donde dice será útil. “Yo soy fiel creyente de Dios y creo que lleva los tiempos perfectos. Sí, yo entré a campaña a ganar. No lo hice sola, tuve alrededor gente de confianza, profesionales. Fue una campaña dura, muy difícil.
—Es la diputada más joven y que va embarazada a la Asamblea.
— Así de simple: soy la primera embarazada en la Asamblea. Así…
—Hábleme de la visión que tiene de ser diputada a los 26.
—Estoy clara. En campaña yo no fui una mujer de promesas, porque mucho hemos criticado a aquel que se para frente a la gente, promete y, normalmente, no lo hace. Les dije a los sonsonatecos: yo me propongo trabajar con principios y valores. Y tengo tres ejes con los que voy a trabajar. Estos son familia, educación con principios y valores y la generación de empleo a través de turismo. Tres cosas urgentes. En este momento, crisis es con la palabra que amanecemos. Pero si no comenzamos a darnos cuenta de que el problema está en la poca educación de la familia, en la poca educación en principios y valores, en el temor de Dios, que debería de ser lo principal, pero si no queremos hablar de religión, sería de los valores. Si no cubrimos esto, El Salvador no va a avanzar. Soy muy metódica y sistemática; me gusta planificar.
—Menciona que pretende fomentar la educación. ¿Qué reformas propondrá?
—No me gusta hablar de manera individual, eso es ser falso: yo no puedo llegar a la Asamblea Legislativa y decir: “aquí las cosas van a cambiar”. Eso es mentira, quien lo dice está errando o se está engañando. Como sé que no puedo ir de manera individual, proponer una ley y aprobar, como fracción tuvimos una agenda legislativa; estaba la Ley de Subsidio al Transporte Público de los estudiantes hasta bachillerato, también la incorporación de la materia Moral y Cívica. Estoy consciente de que un país que no invierte en educación es un país que no se va a desarrollar. En la medida que mejores el tema de inseguridad, de empleo, los papás van a comprender lo importante que es educar a los hijos en la casa y no en un instituto. Pero es un proceso que se debe iniciar ya. Si no comenzamos ahorita, ¿cuándo vamos a comenzar? Si este proceso se va a llevar 20 años en dar una mejoría en El Salvador, si lo comenzamos en 10 quiere decir que yo en 30 años voy a ver un mejor país para mi hijo. Yo no quiero eso.
Al discutir sobre educación sexual, Iraheta antepone convicciones; sobre todo, cuando se le preguntar si se debe hablar de sexo a las escuelas de un país donde una de cada tres embarazadas no llega siquiera a los 15 años. Acepta que hay una realidad de embarazos prematuros, relaciones promiscuas; es una situación que se está dando, pero no es nueva, dice. ¿Qué se debe hacer? La abstinencia es una de sus respuestas.
“Pero cómo (una joven) va a entender que la abstinencia es lo mejor. Que no solo la va a tener lejos del embarazo. Si el embarazo es bello. Pero son las enfermedades las que pueden matar al niño”, sostiene. Sin embargo, expone otros factores que deben atenderse antes de hablar de educación sexual.
“Desde el punto legal, una joven que sale embarazada a los 13, 14 años, ha sido fruto de una violación o estupro. Porque, aunque la niña haya dicho “sí” al novio, eso se llama estupro. Y eso está penalizado. El problema es que no se está cumpliendo la ley. Si los hombres que enamoran, por ponerle una palabra bonita, a estas jóvenes no son castigados. ¿Entonces? La ley ya existe, el cumplimiento es el que me preocupa. La educación en básica y necesaria. Es necesario que en la casa se eduque a los niños y niñas. ¿A dónde está la exigencia como padres? ¿A dónde está la exigencia como tutores? El acompañamiento, la vigilancia, ¿a dónde está? Pero creo que es el momento de hablarlo así: que lo hablemos claros y libres, para que menos niñas estén con embarazos en su adolescencia”, añade.
—¿Cómo espera demostrar que el país tiene jóvenes formados en política?
—La ciudadanía decidió: la gente dijo que querían ver representantes de la sociedad civil. Yo soy representante de la sociedad civil. Mi familia es de las fundadoras de ARENA, pero yo soy representante de la sociedad civil. Yo me mentalicé a los 15 años que quería dedicarme a la política. Ahora viene el cumplimiento, se viene la oportunidad de hacer las cosas de mejor manera. Yo no soy utópica y yo lo explico en mi página en Facebook: las cosas no se van a solucionar de la noche a la mañana. Queremos dar el ejemplo que se puede hacer política de una mejor manera. Podemos estar en el curul y no olvidarnos en el territorio. Hay que trabajar, pero también la población tiene que saber que debe de unirse a este proyecto. Yo no concibo aquellas personas que me dice que la política no les interesa. Pues les cuento que a todos nos afecta el tema político. En todo está inmersa la política.
— ¿Hay nervios?
—Sí, muy propios o naturales además por el embarazo. Pero miedos no tengo. Primero, Dios está conmigo y, segundo, creo que junto a mi equipo podemos hacer un buen trabajo. Estoy emocionada. Y tengo un deseo de aprendizaje, que me recuerda a mi época universitaria. Aprender rápido, no darme el gusto de aprender cuando vaya a finalizar el periodo”.