En un nuevo capítulo de su trayectoria política, el excomandante guerrillero Facundo Guardado busca una curul en la Asamblea Legislativa bajo la bandera del Partido Demócrata Cristiano (PDC). El ahora aspirante a diputado volvió a sus raíces, ya que militó en ese partido desde joven y su padre fue fundador de la Democracia Cristiana.
Candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional en las elecciones de 1999, Facundo Guardado rompió con el FMLN porque no está de acuerdo con el giro político e ideológico que la exguerrilla adoptó tras la firma de los Acuerdos de Paz.
Facundo Guardado –consultor nacional e internacional y miembro del Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana− sostiene que el fanatismo político sencillamente denota falta de ideas. “A falta de ideas las gente recurre a la agresión, la descalificación; la única manera real de combatir el fanatismo es mediante la cultura, el desarrollo del conocimiento y elevando el debate y la cultura política”.
Sobre la seguridad pública, cree que el país necesita un acuerdo de la clase política para que toda iniciativa encaminada a combatir la delincuencia sea sostenible en el tiempo, goce de legitimidad no solo del gobierno sino de los partidos políticos, la empresa privada y de una buena parte de la sociedad.
¿Por qué departamento es candidato a diputado del PDC?
Encabezo la lista de candidatos a diputados del PDC por La Libertad.
Usted fue militantes del PDC durante su juventud
Mi padre (Sixto Guardado) fue fundador de la Democracia Cristiana en Arcatao (Chalatenango). Él con el padre de Violeta Menjívar y María Chichilco fueron fundadores de la Democracia Cristiana, así como Ernesto Menjívar (hermano de Violeta), quien fue el primer diputado de la DC de ese departamento. Yo milité desde mi adolescencia y juventud. Soy parte de los demócratas cristianos que nos radicalizamos en aquella época. Del PDC pasé al Bloque Popular Revolucionario (BPR), y hasta el año 1977 seguía manteniendo vínculos.
Durante la guerra conocí la mitad del planeta y me quedó claro que lo más civilizado que había era los modelos democráticos en los que el Estado tenía un papel, el sector privado y los ciudadanos y que todo mundo podía actuar en libertad. Terminada la guerra pensé que la izquierda que se iba a desarrollar en el país era una izquierda demócrata e hice el intento de llevar al FMLN en esa ruta, pero no fructificó. A partir de ahí, ya en el año 2000 no me interesó más el proyecto del FMLN.
¿Cree más en un esquema de política abierta?
Sí, porque es hacer efectivo el derecho a pensar, porque no es solo el derecho a la libertad de expresión. Lo que pasa es que los modelos autoritarios restringen el derecho mismo a pensar, a las personas se les niega ese derecho, a expresarse y a disentir. En los modelos de sociedades abiertas estamos hablando de democracias liberales en las que la ciudadanía tiene un rol activo, muy protagónico. La ciudadanía tiene un espacio real en el debate y en la crítica para la construcción de soluciones. Me refiero más a eso.
La construcción de propuestas no solo viene de los funcionarios y los partidos, los ciudadanos tienen un rol importante.
¿Qué piensa del fanatismo político?
Tristemente es una realidad. El fanatismo es sencillamente la falta de ideas. A falta de ideas las gente recurre a la agresión, la descalificación; la única manera real de combatir el fanatismo es mediante la cultura, el desarrollo del conocimiento y elevando el debate y la cultura política.
¿Qué tan arraigado está el fanatismo político en el país?
Yo creo que está perdiendo espacio, tenemos un proceso franco de pérdida de espacio de los grupos fanatizados de uno u otro bando. Yo veo cada vez más personas construyendo su propia idea y defendiéndola. El sometimiento que antes teníamos al color de una bandera ya no existe en ARENA, PCN ni FMLN. Son cada vez menos las personas que siguen un color solo porque sí.
¿Y las cúpulas han evolucionado?
En general las cúpulas vienen en rezago. Los votantes y los ciudadanos han evolucionado, y siguen haciéndolo a mayor velocidad que las cúpulas. Pero en este periodo hay una realidad: los liderazgos que tuvimos una participación en los momentos más duros de la guerra seguimos teniendo un peso innegable. Esa generación de liderazgo anulamos a la siguiente generación. En parte los problemas que tenemos ahora, los problemas de debilidad del Estado en la economía y la seguridad, por ejemplo, obedecen a que la generación que nos sigue a nosotros es una generación casi anulada, con muy escaso protagonismo. Entonces, quizá sea hasta una tercera generación la que vaya tomando un rol más protagónico.
¿Qué se propone hacer si llegara a la Asamblea Legislativa?
En esencia creo que mi contribución más importante puede ser ayudar a construir soluciones mediante la promoción del debate franco, abierto y respetuoso, incluyendo las distintas propuestas e ideas. Ideas tenemos todas las personas, todos los partidos, el sector privado, todos los agrupamientos. Lo que no se tiene es un espacio abierto de debate en el que nos respetemos. Y yo creo que mi mayor contribución que puedo dar es esa ruta. Trabajemos con responsabilidad, con decencia y respeto y vamos a encontrar las salidas.
El país lo que no tiene son salidas, pero hay creatividad, energía. Con todo y los males que ahora tenga el país lo cierto es que tenemos un mejor país del yo nací. No tengo ninguna duda de eso. Yo no añoro el pasado. Respeto a las personas que dicen que antes todo era maravilloso, pero ese no es mi concepto de país. El país que tenemos ahora tiene muchos problemas, pero es un país con más instituciones, más ciudadanía, ánimo.
Mi primer trabajo yo lo tuve en Santa Tecla, en el año 1969. No existía la clase media, en ese año. Hoy tenemos una clase media, pequeña todavía pero no nos engañemos. En aquella época eran 14 ricos y la pobrería….
¿Realmente cree eso de las 14 familias?
No exactamente… Pero digo el modelo autoritario funciona con un grupo restringido de poder y necesitan que los demás sean pobres.
Si antes se decía que había 14 familias, pues ahora quizá serían 7
Pero antes no teníamos clase media. Ahora puede discutir… Pero un dato: el viceministerio de Transporte dijo hace dos años, no tengo el dato reciente, que había 800 vehículos particulares matriculados. El que tiene vehículo en el gasto de combustible y costo vehículo le cuesta $500 al mes, eso significa que tendrá otros centavitos para vivir. Entonces, no estoy con esto ignorando las enormes desigualdades y bolsos de pobreza y marginación que hay en el país.
Pero volvamos a los años 70. La cantidad de vehículos que circulaba en el país. ¿Cuántas personas viajaban a Estados Unidos en avión en esa época? Era una novedad escuchar que alguien se subía a un avión. ¿Quién ahora no viaja en avión? Inclusive en primera clase y hay algunos excompañeros que viajan en jet privados porque les parece que viajar en primera clase es poca cosa.
Menciono todo esto porque quien sostiene la democracia es la clase media. Solo donde hay clase media hay democracia. Donde solo hay pobres la democracia no puede existir, no nos engañemos.
Hablando de sus excompañeros, ¿el FMLN es ahora un partido empresario?
Yo lo creo es que se ha producido demasiada fascinación por acumular dinero de forma muy fácil en corto tiempo. Yo no critico la aspiración del ser humano a vivir mejor y alcanzar posiciones económicas buenas, pero sí critico el uso abusivo del poder por la vía rápida. Mi familia vive en Washington y recuerdo un día que hubo una urgencia y le mandaba un apoyo económico; me tuvieron 6 horas en el banco preguntándome de dónde sacaba $2 mil. Yo dije ¿y qué pasa? Y el otro día vi que el presidente de la Asamblea compró una propiedad en $410 mil.¿ Y le preguntarían todo lo que me preguntaron a mí? Entonces, estoy en contra del abuso, no critico el hecho que una persona, sea religiosa, cristiana, católica, busque superarse económicamente.
¿Quiere decir que no es el FMLN como institución?
En realidad no es el FMLN, es un grupo de persona. No es el partido el empresario, son personas, familias que han sacado ventaja de una posición de poder…
¿Usted no cree en la tesis que el FMLN lo que está haciendo es hacer un contrapeso al poder económico?
No, porque… La mayoría del FMLN que fueron combatientes, que ya no están en el Frente, la está viendo a palitos, no podemos decir el Frente porque los beneficiaros son unos pocos. Seamos realistas, son unas cuantas familias que no pasa de una docena. Hay otros que reciben algunos beneficios pero son marginales. Que están ligados al Frente, sí están ligados al Frente; que están ligados a la dirección del Frente, sí; que están en cargos importantes de gobierno, también es cierto.
¿Qué opinión tiene de la delincuencia del país?
El actual gobierno tiene la oportunidad de distanciarse de las políticas fracasadas del pasado de mano dura, súper mano dura y la tregua, y poder iniciar caminos, rutas, acciones, que sean sostenibles, estableciendo un orden de prioridades. Para mí, la convocatoria que hizo el presidente al Consejo de Seguridad y Convivencia es una buena iniciativa. Ahora, este grupo de personas lo único que puede hacer es dar una contribución de ideas, propuestas. La responsabilidad legal y el presupuesto lo tienen nuestros gobernantes. Entonces, combatir el crimen es una obligación del Estado con el liderazgo del Ejecutivo. No es obligación de las iglesias, ONG´s ni la empresa privada. El uso del poder coercitivo es facultad del Estado.
¿Por dónde comenzar?
Por un acuerdo político. La inseguridad dio votos, ventajas electorales, en los gobiernos de Francisco Flores, Tony Saca, Mauricio Funes y para la llegada de Salvador Sánchez Cerén. Ahora yo me pregunto: ¿a quién le dan ventaja los niveles de violencia? En el pasado, el mismo arribo de Sánchez Cerén, Tony y Flores, tenía claro el juego que había para sacar ventajas electorales, pero ahora no tengo claro. No tengo claro quién pueda sacar ventajas electorales.
Y el acuerdo político, ¿en qué sentido?
Las políticas deben ser sostenibles en el tiempo y deben gozar del respaldo de la legitimidad no solo del gobierno, sino de los partidos, empresarios y de buena parte de la sociedad, para que sea sostenible en el tiempo y sea efectivo y duradero. Darle el compromiso político. El liderazgo le corresponde al Ejecutivo, el establecimiento de políticas claras.
Todos sabemos que muchos de los principales crímenes, extorsiones, asesinatos y desapariciones son ordenados desde las cárceles. Entonces, más que estar pidiendo a las empresas telefónicas, como si fuera una caridad, que bloqueen la señal, el país tiene infraestructura adecuada para aislar absolutamente a quienes están dando las órdenes. Todo mundo sabe quién está dando las órdenes. ¿Qué esperamos? Además de que el gobierno se distancie de los fracasos del pasado, debe hacer acciones concretas. A los que están promoviendo la violencia con esos niveles de agresividad desde las cárceles, aislamiento absoluto, y la ley faculta eso.
¿Qué cosas que se pueden hacer ya?
Hay que asegurarse que la Fiscalía, los fiscales, trabajen estrechamente, en equipo con los investigadores policiales; no lo puede hacen en sus respectivas oficinas cruzándose papeles cada ocho días, deben trabajar como equipo, en contacto directo las 24 horas. Y para eso no se necesita presupuesto. Hay que estimular al cuerpo policial tanto en prestaciones como en equipo para demandarle. El país no necesita más policías, el país necesita mejores policías y mejores fiscales. El problema no es falta de dinero. En los últimos diez años se calculan que se han invertido más de 5 mil millones de dólares en seguridad y vean cómo estamos.
Hay alrededor de 23 mil policías más los administrativos llegan a 27 mil, 40 mil agentes privados. Si se suman se llega a 67 y si se agregan los efectivos del Ejército, si le ponemos 25, ya estamos en los 90 mil personas armadas, entre públicos y privados, para dar seguridad. La planilla mensual es altísima por mal que se les pague. Eso quiere decir que algo se está haciendo mal.
Según encuesta del PNUD, 8 de cada 10 empresas son extorsionadas. Porque la única manera de una empresa para que no la extorsionen es pagando seguridad privada, pero una pequeña empresa si se pone a contratar seguridad quiebra. Y así han quebrado unas 25 mil en los últimos años.
¿Qué necesita el país para prosperar?
Para que el país prospere se necesita crecimiento económico y eso lo da la inversión pública y privada. La inversión solo se puede lograr si el modelo político es predecible y hay seguridad ciudadana y jurídica. Eso el clima adecuado para que los inversionistas pongan atención en el país, lo cual no quiere decir que con eso ya todo mundo viene a invertir, pero ya eso se convierte en un atractivo.