Las huellas del exasesor de ARENA, Antonio Solá, comienzan a ser investigadas en Centroamérica tras encontrarse rastros de que pudo transportar sobornos de una influyente constructora brasileña a políticos del área.
Los fiscales generales de Costa Rica y Guatemala se vieron obligados a anunciar que pedirán información a Brasil sobre un esquema de corrupción que salpica a Petrobras, la trasnacional más grande de ese país.
Solá, un español nacionalizado mexicano, amigo cercano de José María Aznar, tiene encima sospechas de traficar donaciones de OAS, la más grande empresa constructora de Brasil, hacia políticos de la región.
En Brasil, Guatemala y Costa Rica se ha publicado que al presidente de esa constructora, el brasileño José Aldemario Pinheiro Filho, quien está preso en su país, habría entregado dinero a Solá para que influyera en al menos dos elecciones presidenciales en Costa Rica.
A Pinherio Filho le encontraron un documento en el que escribió, de su puño y letra, que el asesor de campañas electorales, Antonio Solá, habría llevado un millón de dólares para la campaña presidencial del candidato oficialista Alejandro Sinibaldi.
Ese dinero habría sido parte del esquema de corrupción de la empresa petrolera estatal Petrobras, conectada a la constructora OAS.
La Fiscal General de Guatemala, Thelma Aldana, dijo que gestionarán la información en Brasil.
De acuerdo con lo que ha trascendido en Brasil, la constructora OAS donó $1 millón a la campaña del guatemalteco Alejandro Jorge Sinibaldi a través del asesor Antonio Solá. Ese dinero habría sido transferido en entregas de $50 mil.
Sinibaldi es precandidato presidencial del Partido Patriota al que pertenece el gobernante de Guatemala, Otto Pérez. Solá ha asesorado a ambos.
Otras alarmas en Costa Rica
En los documentos encontrados al presidente de la constructora AOS, actualmente en prisión, también se deja entrever que habría hecho contribuciones a la campaña del actual presidente costarricense, Luis Guillermo Solís.
Solís y su ministro de la presidencia, Melvin Jiménez, corrieron a negar cualquier relación con Solá.
Pero las alarmas se extendieron cuando trascendió que entre el 2010 y 2011 Solá viajaba con frecuencia a Costa Rica.
En ese momento era un hombre cercano a Rodrigo Arias, hermano del ex gobernante costarricense, Óscar Arias.
Rodrigo Arias pensó, entre el 2010 y 2011, llegar a ser candidato presidencial en Costa Rica y sustituir a la exgobernante Laura Chinchilla.
Todos esos hechos llevaron a la Fiscalía General de Costa Rica a anunciar que pedirán información oficial a Brasil para analizar la participación de la constructora brasileña en Costa Rica.
De hecho, OAS intentó participar en la modernización de una autopista en Costa Rica. El proyecto finalmente se desechó por presión popular.
En El Salvador, Solá ha sido un hombre muy cercano al partido ARENA y a varios de dirigentes, principalmente del expresidente Francisco Flores.
Solá ha participado en la dirección de más de 500 campañas políticas en el continente.
Entre estas últimas, dirigió, al final, las intenciones del exjefe de la policía, Rodrigo Ávila, de convertirse en presidente de El Salvador.
En la última campaña también estuvo cerca de ARENA y de Norman Quijano, cuando el jefe de ese movimiento era el expresidente Francisco Flores.
La empresa constructora OAS dice en sus perfiles que tiene intenciones de hacer grandes negocios en Centroamérica.
Incluso participa en los esfuerzos de la modernización de la Central Hidroeléctrica 5 de Noviembre donde los críticos al gobierno de Mauricio Funes atacaron ese hecho.
Lo que no pensaron es que uno de sus principales asesores históricos de ARENA acabaría investigado en Brasil por supuestas acciones de corrupción en Centroamérica.
Hay quienes creen que, lo que se sabe hasta ahora, es la punta del iceberg en un enorme escándalo político empresarial.