En el séptimo congreso del partido Gran Alianza por la Unidad Nacional (Gana), Wilfredo Salgado alzaba su mano para ser juramentado de nuevo como candidato a alcalde por San Miguel. Junto a él estaba Will Salgado Jr., su hijo, quien levantaba también su mano derecha para prestar juramento como aspirante a un escaño en el Parlamento Centroamericano (Parlacen). Will Salgado, como se le conoce al alcalde migueleño, no ha soltado la silla edilicia desde que ganó las elecciones en el 2000. Sin embargo, Salgado Jr. intentará ingresar en el espectro político salvadoreño a sus 25 años. La decisión de correr por el Parlacen en las elecciones de 2015 es porque “quiere seguir los pasos de su padre”.
Según el alcalde de San Miguel, fue su hijo quien optó sin dejarse influir por nadie. “Él quería participar desde las elecciones anteriores, pero yo no quería que participara porque estaba muy joven. Hoy está maduro. Tiene 25 años, tiene su empresa y no necesita pedirme permiso”, mencionó.
La figura de Salgado, desde su gane en el 2000, se ha vestido de todos los colores políticos existentes: llegó bajo el Partido Demócrata Cristiano (PDC). En las siguientes elecciones se incorporó a las filas de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Después de tener diferencias se integra al Partido de Concertación Nacional (PCN). Regresó al PDC hasta que, finalmente, se quedó en Gana. Como Salgado, su hermana, Sandra Salgado, también acumula años como figura pública.
La diputada Sandra Salgado intentará reelegirse en 2015.
Sandra Salgado ha sido diputada en el Órgano Legislativo desde 2006. La legisladora, que hasta formó parte de la Junta Directiva de la Asamblea, buscará la reelección en 2015.
La juramentación concluyó. Pero las críticas, entre uno que otro comentario a favor, ya corrían en redes sociales tras conocerse el nuevo integrante de los Salgado que piensa en convertirse en político. Los cibernautas reprocharon tal anuncio, a lo que Salgado de inmediato se defendió. “Los Kennedy, los Bush y los hijos de mi mayor también son familias en la política”, escribió en su cuenta de Twitter para argumentar la presencia de su hijo.
“La mayoría se debe preguntar por qué mi hijo: Pues si yo como político voy a heredar mi caudal político, pues… muy difícil que se lo endose a un particular. Qué mejor que a mi hijo, que yo sé que no me va a traicionar”, respondió a Diario1 sobre un claro legado a resguardar.
El planteamiento de Salgado, o la presencia de familias dentro de la política, no es un hecho nuevo que deba extrañar, según explicó Álvaro Artiga, politólogo y catedrático de la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA). “No es una cuestión de Salgado solamente. Ese es un caso visible, pero eso es lo que hacen todos. Los empresarios financian partidos ¿para qué? Otros tal vez, lo que hacen es poner a su propia gente. Esa historia de meterse a las instituciones y beneficiarse es la historia de este país… . Al final de cuentas, quien se mete a política no se mete por altruismo.”, expuso.
La familia Salgado, para Artiga, es el mismo caso de los transportistas de buses cuando ponen un diputado. O cuando empresarios controlan la cúpula de un partido político: “Y si para lograr inmunidades, lograr beneficios, yo tengo que poner a mi familia aquí y el otro por allá, lo van a hacer”.
Son los instrumentos políticos los que están ahí “como objeto de disputa entre diversos grupos” que quieren controlarlos para promover intereses. “Lo otro es si uno está de acuerdo o no con eso, si uno ve que eso está bueno o malo. Esa es otra historia”, aseveró y a esto añadió un último punto en cuestión: “Ya si eso es posible es porque hay una cierta cultura política que lo permite”.
Will Salgado y su hijo./ Imagen tomada del Twitter de Will Salgado.
Junior es… “como el Pollo Campero”
El hijo del alcalde de San Miguel tiene un técnico y ya le falta un año para terminar sus estudios en Administración de Empresas. Para Salgado, al preguntarle cómo describe a su hijo, no dudó en ningún momento en calificarle con la frase comercial de una cadena de restaurantes.
—¿Harán campaña juntos?
—Cada quien por su lado. Si él gana la elección, que la gane él. Él tiene que ir a pescar afuera de la pecera. Tiene que rebuscarse.
—¿Cómo describe usted a su hijo?
—Como el Pollo Campero.
—¿Cómo…?
—Tierno, jugoso y crujiente…
(Silencio)
—…No, mi hijo es una persona muy trabajadora y con muchos sueños. Entre esos sueños de mi hijo es seguir los pasos de su padre.
—¿Cree que el nombre puede pesar para que tome ventaja en las elecciones?
—No creo, pero ahí se va a ver a la hora de la votación, porque es un cargo de elección popular. Él se llama igual a mí, pero no somos lo mismo. No sé cómo va pensar el votante. Él solo tiene mi nombre, la cara es igualita a su mamá. No se parece en nada a mí. El nombre le va a ayudar un poco, pero tal vez la elegancia y belleza de su mamá le ayuda.
—¿Cuál es el primer consejo que le dará a su hijo?
—Debe ser honesto y trabajar en beneficio de las mayorías. Es el slogan que le voy a estampar en la frente.