Es una de las políticas con mayor tiempo de estar en el país en una alcaldía, al menos del área metropolitana. Milagro Navas lleva 27 años al frente de la comuna de Antiguo Cuscatlán, municipio de La Libertad, que cuenta con un poco más de 33 mil habitantes.
Sin pensar que estar un largo camino en la política, allá por 1988, cambió un puesto en la empresa privada para ocupar una silla edilicia. Al principio, cuenta, era un cuñado suyo quien iba como candidato por el partido ARENA para Antiguo Cuscatlán, pero “por casualidades de la vida” fue ella quien terminó como la opción arenera. Ganó las elecciones y los siguientes nueve periodos consecutivos también.
“Ganamos y de ahí empecé mi plan de trabajo, y fue enfocado para la gente de escasos recursos”, comenta. Subraya que en esos tres primeros periodos implementó proyectos para los habitantes de comunidades como Los Mangones, El Milagro, El Tanque, Las Cuchillas, La Lupita y en el cementerio, zonas de ese municipio por las que las críticas no han faltado, ya que –pese al desarrollo- se mantienen sumergidos en niveles de pobreza. Aunque, Navas recalca: “Yo nunca he estado de acuerdo con el cementerio. Porque para mí esa gente tiene que tener una casa adecuada y de mejor manera”.
Al despacho de Milagro Navas llega, casi a diario, desde gente que busca empleo hasta personas que llevan una queja o que solo quieren saludarla. Su oficina es amplia y solo basta dar un giro a la mirada para que frente a ella pueda apreciar una vista panorámica del Boquerón, parte del Espino y de los tres centros comerciales que fueron levantados en su ciudad.
“El triunfo de este municipio fue haber hecho la apertura a la empresa privada”, comenta mientras señala las construcciones que, con el paso del tiempo, se han ido cimentando.
Se atribuye haber llegado a poner orden e imponer reglas en la comuna: “Aquí la gente estaba acostumbrada a atender a la gente comiendo. O se empezaban a pintar a la hora que la gente estaba sentada. Entonces empecé como a darle una transformación a la parte administrativa, porque recuerde que yo venía de un banco, de una empresa privada donde se trabaja diferente”.
¿Cómo logra meterse como candidata, ganar y ahora consolidarse en la alcaldía?
Mis papás vienen por tradición del PCN, cuando salió ARENA se pasaron. Siempre había ayudado al partido. Nunca me había inscrito a ninguno, solamente lo he hecho con ARENA, por los años 80. Y definitivamente no era yo la candidata que iba en 1988, era mi cuñado. Pero por circunstancias del destino, al final decidieron que podría ser yo la que corriera. Que tal vez en Antiguo, por la trayectoria que muchas mujeres había habido. Fue así como yo entré a candidata electa por Junta Directiva. Fuimos a una presentación en 1988. Y yo nunca había trabajado con el Gobierno, siempre había trabajado con empresa privada y ahí cambió totalmente el rumbo de mi vida.
El triunfo de este municipio fue haber hecho la apertura a la empresa privada. Este país no puede progresar si la empresa privada no está con nosotros y si no estamos alrededor de ese trabajo en conjunto: empresa privada, población y alcaldía.
¿Eso fue lo que visualizó para Antiguo Cuscatlán?
Visualizamos porque aquí si hubiéramos sido cerradas el municipio no fuera catalogado como el mejor municipio del país, según el PNUD. Y aquí está la gente de un estatus más alto, los grandes empresarios viven en este municipio. Y la apertura que fuimos dando a las empresas, locales. Tanto es así que aquí están los tres mejores “hipermalls” . Todo esto vino a favorecer, pero no hubiera sido una cosa real si no hubiéramos tenido una buena iluminación, buen pavimento, buenas calles. Y si no hubiéramos tenido, lo más importante de este municipio, la seguridad.
Este municipio también tiene la ventaja que tiene más bajo el desempleo. Porque nosotros trabajamos con la empresa privada, que nos reciba nuestros currículos de gente que recomendamos y hemos logrado meter un montón con los que enviamos, de las comunidades, de las colonias. Uno los recomienda, yo no digo que es obligación, los recomienda y si ellos se portan bien ahí se quedan.
Esto ha sido un trabajo continuo, de ir trabajando con la empresa privada, no es algo que lo hizo en sus primeras gestiones…
No, no, no. Es que la empresa privada tampoco vino a hacer de la noche a la mañana el municipio. Si no que ha sido un trabajo que a medida que uno va dando muestras de seguridad, de mantenimiento de calles, la empresa privada al ver las posibilidades, no dejaron de venirse.
Aunque se ve que ya Antiguo Cuscatlán está bastante saturado de grandes empresas privadas, ¿siempre existen las que ven a este municipio para venir a invertir?
Lo que sucede es que ahora ya el Ministerio de Medio Ambiente, la alcaldía y la OPAMSS se dio el permiso para que se sigan expandiendo las partes que todavía quedan, con la única condición que nosotros habíamos detenido un poco eso, porque estábamos negociando que se construya para arriba y no a lo ancho, que esa es una de las condiciones que estamos poniendo y la están aceptando. Esos son los temas que se están tocando, tanto es así que aquí ya viene un hospital para este municipio, americano, que es una empresa fuerte que la van a hacer ya. Están en una etapa de negociación.
¿Y no fue difícil para usted pensar en hacer política?
La verdad es que yo no pensé en hacer política, sino que cuando ya estaba me gustó. Y yo pienso que para usted nada es difícil si las cosas le gustan. Y una de las cualidades que tengo como alcaldesa es que he logrado mantener esa conexión con la gente desde que entré. En un funcionario hay cosas que son bien importante; y es que un funcionario jamás debe de cambiar para lo que es electo y una de las cosas que, siento, he tenido es el acercamiento con la gente.
¿Por qué otro partido político no ha podido ganar esta alcaldía? ¿Ganarle a usted en una elección?
Primero, yo se lo digo con toda la seguridad del mundo, en mi vida siempre ha estado Dios. Mi fe es tan grande en Él, quizá he tenido un convenio con Él de tratar de hacer las cosas buenas. Y otra de las cosas, y quizá las características de este municipio es que siempre he estado a la expectativa a la atención de la gente. Y en esta alcaldía siempre trabajamos como que las elecciones son mañana. Y la mejor forma de hacerlo es estando cerca de la gente.
Teniendo un personal adecuado, porque este triunfo no solamente es mío: es de los empleados que tenemos. Y si los empleados se sienten bien, van a trabajar bien. Y eso fue prueba de que logramos hacer esta alcaldía, porque con la alcaldía logramos nosotros la estabilidad laboral. Porque en la alcaldía anterior estaban todos tan amontonados que no se daba un servicio eficiente. Y yo creo que para trabajar también se necesita espacio. Y eso fue parte de que nosotros hiciéramos este palacio, porque para mí no es alcaldía. Que es uno de los grandes legados que nosotros dejamos, a parte de todos los proyectos que se han hecho durante 27 años.
¿Y cómo responde a los que criticaron la creación de este palacio, por el costo que implicó?
Bueno, los que critican son nuestros opositores políticos. La verdad que toda la gente, y hemos tenido gente de la oposición que lo han dicho: lo que pasa es que nadie creyó que nosotros íbamos a hacer esto. Al final del camino, ¿qué me llevo de esto? Nada. Lo que pasa es que hay que innovar. Porque yo a mis opositores políticos les llamo envidia. Ya va a haber cuando nosotros hagamos la Casa de la Cultura, que ya estamos trabajando ahí, van a brincar. Cuando vengan los otros proyectos, van a brincar. Pero cuando vean el beneficio, la gente se siente contenta. Yo sí creo que podemos hacer bastante cosas buenas y la gente se tiene que sentir feliz de todas estas cosas buenas que estamos haciendo.
Y en todo este tiempo, ¿hay algún error que considera cometió y trató de enmendar en el camino?
Errores se cometen un montón, porque uno de los errores más grande que yo cometí y que me arrepiento toda la vida es no haber comprado Sertesa, donde han dejado ese gran hoyo y ahí hubiéramos hecho este palacio municipal que nos hubiera quedado más céntrico, nos hubiera salido mejor, pero los concejales no quisieron gastar. Y yo no quise pelearme. Porque si algo puedo garantizarle es que no le gasto ni un cinco aquí si el concejo no lo aprueba. Y aparte de eso le puedo garantizar es que yo no me meto en las licitaciones, en las compras, porque no quiero que me vayan a andar involucrada por unos cinco pesos o unos diez pesos de cualquier cosa.
Foto D1: Nelson Dueñas.
Ahorita ya se inscribió en el proceso interno de selección de candidatos, ¿pero cómo ve su futuro? ¿Siempre como alcaldesa?
Por el momento, estoy enfocada estos tres años para determinar dos objetivos que yo tengo y para seguirle trabajando a la gente. A mí me pidieron la opción de que si quería irme de diputada y les dije que no, este periodo. En el otro periodo no sé qué puede pasar, porque el mañana es tan incierto que no puedo hablar de un mañana. O sea, yo no me veo en un mañana si no tengo bien definido qué es lo que quiero. En este momento no he definido qué es lo quiero. Aspiraciones como mujer y con todo el derecho las tengo. Yo no descarto, oiga bien lo que le digo y a la hora que se lo digo, en un futuro estar en una mejor posición. Aunque esta es una de las mejores posiciones que un político puede tener. ¿Por qué? Porque si usted en realidad se mete para servirle a una población, lo mejor es ser alcalde.
Sí, por la capacidad de hacer gestiones. ¿Y su familia cómo lo valora?
Yo soy viuda, divorciada y me volví a casar, viuda y tengo ocho años de estar sola. Y mis hijos los dos están en el extranjero. Mi hija se creció en la política: ella nació en 1991, yo ya era alcaldesa. Y yo creo que, una de las cosas que doy gracias a Dios, es que a mis hijos que yo sea alcaldesa no los engrandece y eso para mí es bueno: yo a mi familia los he acostumbrado a que vivan no con la alcaldesa, sino con su mamá que van a tener todo el tiempo. La alcaldía es una cosa y mi familia es otra.
Siempre he sido cuidadosa de que mi familia, más que todo mis hijos, no se vayan a engrandecer porque su mamá es alcaldesa. Seguimos viviendo como cuando no era yo alcalde y trabajaba en la empresa privada. Yo siempre he trabajado, y eso que en la empresa privada no ganaba mal, y he sido una persona que siempre he tratado de vivir con los pies en la tierra. Porque siempre he dicho que ahorita podría tener todas las posibilidades para que mis hijos vivan con los grandes lujos, pero ¿y mañana?, cuando yo no sea alcaldesa, cuando no tenga las posibilidades de ponerle uno o dos motoristas a cada uno de que me hagan un favor. Uno tiene que vivir su realidad.
¿Llevan una vida normal?
Hemos vivido una vida normal y no nos hemos ido más allá de lo que es la alcaldía.
Y retomando su gestión, ¿qué hace falta en Antiguo Cuscatlán?
Lo que puede hacer falta sale siempre de las personas, nuestro plan de gobierno lo hacemos de las personas. Puede ser que yo crea que hace falta, una de las cuestiones que siempre ha sido mi sueño y ojalá que algún día lo logremos, es tener un hospitalito para la gente de escasos recursos y se ha estado trabajando en eso. Y ahora que han liberado estas tierras creo que vamos a lograr nuestro objetivo.
Hay un candidato, joven y empresario, que al parecer es la propuesta del FMLN para estas próximas elecciones. Se trata de Munir Bendeck, que en su programa de gobierno propone más transparencia en su gestión, así como en las compras de la comuna y más seguridad. Ya que usted hablaba de gestión transparente, ¿qué opina de esas propuestas?
Bueno, yo creo que el jovencito ese como no vive aquí… Ese es el problema. Debería de empaparse antes de hablar. Yo lo invito a que entre la página web, ahí está todo lo que se compra, todo lo que se hace. Y eso lo estamos haciendo desde que obligaron por la Ley de Transparencia y desde antes ponemos nuestros gastos. Tanto es así, lo invito a que venga a la alcaldía, por si no la conoce, que venga porque vamos a poner una computadora donde la gente puede entrar. Y va a saber de nuestros gastos y cómo los hacemos.
Y si algo le puedo garantizar yo a este jovencito, que no lo conozco, es que nosotros más transparentes de lo que somos, no podemos. Prueba de ello es que yo tengo mis ocho finiquitos y no me los van a regalar. No le voy a decir que no hay errores, pero no de robo. A veces son administrativos, pero esos cada quien desde su departamento tiene que responder y se están arreglando. Pero lo invito a él a que venga y si necesita alguna información con mucho gusto se la vamos a dar.
Foto D1: Nelson Dueñas