Un aciago evento perturbó la calma sabatina de los transeúntes de Tulum, una ciudad-balneario en la costa caribeña de México. Victoria Salazar gritaba, gemía, se quejaba y clamaba por ayuda; pero quienes debían servirla y protegerla, la tenían sometida con lujo de brutalidad.
Cuatro policías habían tumbado contra el asfalto a la mujer de 36 años, arrestada por supuesta alteración del orden público. La habían esposado con las manos en la espalda y uno de los elementos policiales que responden a la gobernatura del estado de Quintana Roo, una mujer identificada como “Verónica V.” tenía su rodilla contra su espalda.
Los últimos instantes de vida de Salazar fueron captados en un corto vídeo de 21 segundos, el cual trascendió el pasado domingo, y no tardó en darle la vuelta al mundo.
“¡Está muerta!” Fue lo que alcanzó a pronunciar un testigo de la escena, mientras se veía como la mujer policía intentaba argumentar lo que pasó a sus compañeros hombres, que solo miraron mientras Salazar perdía la vida.
Los policías no esperaron a que llegara la ambulancia. Ellos mismos se encargaron de mover el inerte y descalzo cuerpo de Salazar a la parte de atrás de una patrulla. Tomó un día para que las imágenes se difundieran, y provocaran una ola de indignación.
“No se murió, la mataron”, fue la primera frase viral que surgió, luego que medios locales y nacionales en México empezaran a reportar el hecho. La mayoría de portales usó la palabra “murió”, posiblemente a raíz que no se supieran los detalles que a la fecha se conocen.
Más muestras de consternación empezaron a extenderse, después que la víctima fuera identificada: Victoria Esperanza Salazar Arriaza, una sonsonateca que llevaba cinco años radicada en México, trabajaba en un hotel con una visa humanitaria por parte de dicho gobierno.
Vivía con sus dos hijas adolescentes y según sus familiares, ella no pretendía llegar a los Estados Unidos, pese a que Quintana Roo es uno de los estados más próximos al cruzar la frontera entre Guatemala y México.
Además habría sido detenida, mientras corría por las calles con una aparente crisis de ansiedad. El gobierno del estado de Quintana Roo anunció que se han identificado a los cuatro policías, los cuales fueron removidos de sus cargos y además enfrentarán investigación penal por el delito de homicidio agravado.
El fiscal estatal de Quintana Roo dijo que el procedimiento contra Salazar violó todas las leyes establecidas en el uso de la fuerza policial. Además explicó que la muerte fue ocasionada con una obstrucción en la rotación del cuello, a causa de la presión que la mujer ejerció sobre Salazar con su rodilla.
La autopsia dada a conocer este lunes, precisó que Salazar murió por múltiples lesiones en la columna vertebral. #JusticiaParaVictoria, fue una etiqueta de redes sociales que fue viralizada por activistas.
“La policía de Tulum en México, en un visible uso excesivo de la fuerza (4 contra 1), ha dejado sin vida a la salvadoreña Victoria Salazar. Pidamos que las autoridades de nuestro país exijan #JusticiaParaVictoria”, denunció Claudia Ortiz, diputada electa por el partido VAMOS.
Activistas han comparado lo sucedido con el asesinato del afroestadounidense George Floyd, quien murió asfixiado por la policía de Mineápolis, Minesota, en mayo de 2020, lo que desató las históricas protestas por la justicia racial en Estados Unidos.
En aquella ocasión, también fueron cuatro policías los implicados, pero solo Derek Chauvin, un exoficial caucásico, el que verá un gran jurado, luego de pasar durante doce minutos con su rodilla sobre el cuello de Floyd, que había sido detenido, por presuntamente intentar comprar con billetes falsos.
Floyd, con una larga trayectoria de servicio en su comunidad, repitió incesantemente mientras era sometido: “No puedo respirar”. Frase que se convirtió en lema de las protestas contra el odio racial en Estados Unidos, y que se extendieron a otros escenarios como la temporada regular de la NBA, en la que la gran mayoría de jugadores de todos los equipos, se arrodillaban a manera de protesta antes de iniciar cada partido.
“Los niveles de racismo y misoginia se están desbordando. Lo más grave es cuando el Estado lo promueve y no trata de erradicarlo. Primero fue George Floyd, ahora es nuestra compatriota, Victoria Salazar”, twitteó Daniela Genovez, vicepresidenta de la Asociación Americana de Juristas, rama El Salvador, y excandidata a diputada por el FMLN.
Por su parte, la organización Marea Verde México cuestionó: “La policía en vía pública te mata. Imaginen lo que hace cuando nadie ve”.
El presidente Nayib Bukele se pronunció la noche del domingo en torno a los hechos y pidió a las autoridades mexicanas el esclarecimiento de los hechos: “Nosotros nos encargaremos de la manutención y estudios de las dos hijas de Victoria y de todo lo que necesiten. Solo pedimos justicia. Que a los que hicieron esto les caiga todo el peso de la ley”, expresó en su cuenta de Twitter.
Consultado por la agencia Reuters, Rene Olivares Arriaza, medio hermano de Victoria, dijo que familiares le habían informado del deceso, y que su familia había visto el video. Dijo no comprender cómo su hermana había muerto y expresó impotencia ante el hecho, a la vez que clamó por justicia.
El caso toca dos crisis actuales en México: la de la violencia machista reflejada en el asesinato de más de 10 mujeres al día, según ONU Mujeres, y la migratoria, como muestra la detención de 34,993 migrantes indocumentadas hasta el 25 de marzo, con un aumento anual de 28 %. Esto, sin mencionar que sólo 30% de la población confía en la policía mexicana, según reportó esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en boca del mismo mandatario, el hecho lo llena de “pena, dolor y vergüenza”, y aseguró castigo para los responsables.