Miguel Ángel Flores Durel, uno de los abogados defensores de José Adán Salazar Umaña, alias Chepe Diablo, se postuló como candidato a magistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para las elecciones de la Federación de Abogados de El Salvador (FEDAES).
La FEDAES celebra este domingo sus elecciones internas en las que serán elegidos 15 abogados cuyos nombres posteriormente deberá tomar en cuenta la Asamblea Legislativa para nombrar a los cinco magistrados que deberán ser sustituidos.
Los magistrados salientes son: José Armando Pineda Navas, de la Sala de lo Constitucional; Doris Luz Rivas Galindo y José Roberto Argueta Manzano, de la Sala de lo Penal; Elsy Dueñas, de la Sala de lo Contencioso Administrativo; Ovidio Bonilla, de la Sala de lo Civil.
Flores Durel fue fiscal durante seis años. En su historial como abogado litigante tiene entre sus clientes a Osael Romero, exjugador de la selección salvadoreña, que fue acusado de amañador de partidos; Mario Orellana, exgerente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), que participó en una red de corrupción junto a Carlos Augusto Perla, en la presidencia de Francisco Flores Pérez; también ha defendido a jueces acusado de dictar sentencia contrario a ley.
En la actualidad, además, es uno de los defensores de Ana Ligia Mixco Sol de Saca, esposa de Elías Antonio Saca González, que es acusada de lavado de dinero.
De acuerdo con la acusación de la Fiscalía General de la República (FGR), ella se benefició de la red de corrupción que su esposo montó desde el primer día que llegó a la Presidencia de la República en el año 2004.
En el caso de Chepe Diablo, la Fiscalía lo acusa de lavado de dinero obtenido con negocios oscuros, entre esos el narcotráfico.
Salazar Umaña tuvo un incremento patrimonial injustificado de más de 500 millones de dólares escondido en las empresas fachada Gumarsal y HOTESA.
Solo en esas dos empresas, de acuerdo con la Fiscalía, lavó unos 215 millones de dólares
Chepe Diablo es dueño de gasolinera, hoteles y otras empresas. En 2014 fue designado por los Estados Unidos capo internacional de la droga. Ese mismo año fue procesado por el delito de evasión de impuestos.
Fue capturado por el delito de lavado de dinero el martes 4 de abril de 2017, junto a su exesposa Sara Paz Martínez Bojórquez y su hija Susana Noemy Salazar de Cruz.
Ese mismo día, la Fiscalía ordenó el allanamiento de 70 residencias y locales comerciales vinculados a Chepe Diablo, acusado de ser el cabecilla de una estructura de lavado de dinero.
Tanto Salazar Umaña como su primo, Juan Umaña Samayoa, son señalados por formes de inteligencia policial de encabezar el Cártel de Texis, una estructura de trasiego de droga que operaba en la zona noroccidental del país, usando puntos ciegos fronterizos con Guatemala para asegurar sus actividades.
El 2 de febrero de 2021, en el juicio en su contra, la Fiscalía dio a conocer que Chepe Diablo manejaba tanto dinero en efectivo que hasta prestaba dinero a sus amigos y no les cobraba.
El 12 de diciembre de 2012, por ejemplo, prestó 400 mil dólares a Óscar Manuel Chávez Mazariego y Juan José Martínez Flores de los cuales se desconoce el origen de 250 mil dólares. Los deudores, además, nunca pagaron a Chepe Diablo.
Todo ese dinero en efectivo lo sacaba de las ganancias del narcotráfico.
En el juicio los fiscales presentaron la certificación de la investigación contra Jesús Sanabria, exconcejal de Metapán, que fue condenado por actos preparatorios para el delito de tráfico ilícito.
Sanabria, además, depositaba grandes sumas de dinero en las cuentas de Chepe Diablo.
También presentaron la denuncia que Julio Paiz Carmona interpuso acusando a Chepe Diablo de tráfico de drogas en Guatemala.
El 5 de julio de 2000 la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil (PNC-DAN) elaboró un informe en el que consta que Chepe Diablo transportaba drogas desde Nicaragua hacia la zona Occidental de El Salvador.
En un operativo de compra controlada de un kilo de cocaína Roberto Herrera, alias El Burro, dijo que estaba enojado porque Salazar Umaña ya no le contestaba llamadas telefónicas ni mensajes. Sobre él dijo, según citaron los fiscales: “Chepe Diablo es un gran narcotraficante de la zona (Occidental), quien no lo conoce”.
¿Quién no lo conoce? En el allanamiento a una de sus casas en Juayúa, Sonsonate, los investigadores encontraron una carta que el reo Pedro Aquileo Reyes Fuentes mandó a Chepe Diablo: “Espero no incomodarlo con estas letras (…) una palabra suya me ayudaría para salir de este lugar (la cárcel)”.
Reyes Fuentes tenía razón en su sospecha. El testigo protegido número 98 contó que recibió la orden de Luis Martínez, fiscal general entre los años 2015 y 2018, de evitar a toda costa la realización de una investigación (pericia financiera) en las cuentas de Chepe Diablo.
“No sé cómo van a hacer pero van a dejar sin efecto esa babosada”, aseguró el testigo que le ordenó el fiscal general.
Mario Huezo, que entonces era el fiscal encargado de investigar a Chepe Diablo, se negó a desistir. Entonces Martínez lo relegó y en su lugar puso a la fiscal Alessia Herrera.
La investigación fue archivada y la Fiscalía devolvió una montaña de pruebas a Chepe Diablo. Tiempo después el cabecilla de Texis salió de la lista OFAC.