El viceministro de Transporte, Saúl Castelar, dijo este miércoles que 192 de un aproximado de 1,300 rutas de buses y microbuses no están circulando a nivel nacional, tras los dos primeros días de reapertura económica y social.
Las unidades de transporte han vuelto a las calles tras casi tres meses sin circular, aunque denuncias de la población van en torno a un aumento de tarifas o, en el peor de los casos, rutas que ni siquiera están brindando el servicio a sus usuarios.
«Hasta ayer (martes 25) contabilizamos alrededor de 192 rutas de aproximadamente 1,300, de las cuales no había ninguna unidad en las calles. Pedimos que esas unidades y rutas recapaciten e inicien operaciones y eviten algún tipo de sanción por no circular», dijo Castelar en la entrevista Frente a Frente, de Telecorporación Salvadoreña.
Castelar también señaló que la cobertura del transporte colectivo va en aumento y ya se encuentra aproximadamente en un 80 % del servicio: «Sabemos que oriente ha venido operando gradualmente, a medida que van pasando los días. Los reportes que tenemos en zona paracentral y oriente es que han tenido este día (miércoles) muchas más unidades en operación».
El ministro del ramo, Romeo Rodríguez Herrera, dijo ayer que han dado un plazo de tres días a las empresas que han suspendido el servicio para que retomen operaciones, de lo contrario pueden enfrentar sanciones y hasta la revocación de permisos de concesión.
Los empresarios del rubro vienen exigiendo desde semanas atrás que se les permita aumentar la tarifa de pasaje o que les den una mayor compensación en calidad de subsidio del Ejecutivo. Ante la negativa del Gobierno sobre ambas propuestas, algunos transportistas no han sacado sus unidades a circular.
Sobre lo que han pedido a los empresarios, el viceministro comentó que «sabemos que si hay una menor cantidad de personas en las calles, nuestra obligación no es pedirles (a los buseros) que salgan a hacer viajes en vacío, queremos simplemente que se ajusten a la demanda y den el servicio requerido».
Por otro lado, el viceministro hizo referencia a la exigencia de capacidad máxima de personas dentro de las unidades. Si bien el Gobierno quiere evitar hacinamiento de personas, el hecho de que dos personas vayan sentadas en el mismo asiento no garantiza distanciamiento físico.
Al respecto, Castelar mencionó que «hemos revisado diferentes estudios en los cuales, si las personas están sentadas y usan mascarillas, no se vuelven focos de contagios y a eso le estamos apostando». Luego afirmó que «50 asientos es el máximo que se puede tener por viaje (en los buses)».