En la Calle Las Mercedes y en sus alrededores había muchos vehículos parqueados en aquella tarde-noche del 26 de abril de 2018. En ese lugar está situada la sede del Partido de Concertación Nacional (PCN) de San Salvador. A unos 300 metros se acercó de manera sigilosa una camioneta con dos hombres a bordo.
Óscar Remberto Delgado Martínez, guardia de seguridad con plaza de $1,500 en la Asamblea Legislativa asignado al secretario general del PCN, Manuel Rodríguez, le dio su arma al agente policial Santos Hernández Beltrán. Con esa pistola 357 en sus manos, Beltrán se baja del vehículo.
Con frialdad en sus movimientos, Beltrán camina los 300 metros que separan la camioneta de las oficinas del PCN, una casa amplia de dos plantas con varias habitaciones y un amplio parqueo ubicada sobre un tramo de la calle con una pendiente hacia arriba.
Varias personalidades del “partido de las manitas” estaban reunidas en aquella ocasión, incluyendo Ramón Kury, un veterano dirigente político de 66 años que llevaba tres años de haber regresado al instituto político y desempeñaba el cargo de director departamental de San Salvador.
Precisamente Kury era el objetivo de los atacantes. Santos Beltrán se parapetó atrás de un microbús parqueado en la sede partidaria, desde donde veía todo lo que pasaba en la casa. Por su parte, Óscar Delgado esperaba a que se cometiera el golpe y su hermano Samuel, agente policial supernumerario también asignado al secretario pecenista Manuel Rodríguez, rodeaba la zona y mantenía comunicación radial con los otros involucrados.
Durante su espera, Beltrán se había colocado un pasamontañas en su rostro. A los pocos minutos logró avistar a Ramón Kury que bajaba de unas oficinas ubicadas en la segunda planta de la casa, junto a otro hombre.
Antes que saliera de la casa con rumbo a su vehículo, Kury es interceptado por Beltrán, quien le dispara en repetidas ocasiones en el tórax y el abdomen. El atacante huye de la escena y en su trayecto es recibido por Óscar Delgado, quien lo sube en la camioneta y conduce a toda velocidad con dirección a la Alameda Manuel Enrique Araujo.
Mientras su victimario huía, Kury quedó tendido en el piso y fue llevado de emergencia por una ambulancia a un hospital, en la que intentaron reanimarlo pero fue en vano. Se había consumado el primer asesinato de un prominente dirigente político en más de dos décadas en El Salvador.
La noticia irrumpió en los diarios de noticias y los noticieros en su horario nocturno, mientras que las muestras de pesar y de condena por parte de partidos políticos y otras entidades no se hicieron esperar.
El partido PCN y sus principales dirigentes exigieron que se hiciera justicia y se diera con el paradero de los asesinos, en un hecho que en aquel entonces se atribuyó a la delincuencia común. Desde es el hecho habían pasado casi once meses en los que el caso se mantuvo con perfil bajo.
No fue sino hasta la mañana del 18 de marzo de 2019, cuando la Policía dio con los tres hombres que participaron del crimen. Ambos fueron arrestados en diversos puntos del país y en los operativos se incautaron vehículos, motocicletas y armamento.
El director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, dijo que junto con la Fiscalía General de la República (FGR), llevaban varios meses trabajando en las investigaciones y que no se podía decir de momento que había autores intelectuales inmiscuidos en el crimen.
Algunas de las hipótesis que se manejan es que el vigilante y los dos agentes fueron pagados para matar a Kury, aprovechando la cercanía que tenían con la futura víctima y el acceso que podían tener a él. La otra suposición es que los ahora detenidos, tendrían problemas personales con Kury.
El arma usada para cometer el crimen estaría registrada a nombre de Óscar Delgado, a quien además se le decomisaron otras dos matrículas de armas. Como parte de las pesquisas en torno al crimen, se hicieron allanamientos en la sede central del PCN y la casa del secretario general de dicho partido, Manuel Rodríguez, a quien la Policía no ha relacionado con el hecho.
A los hermanos Delgado y a Santos Beltrán se les acusará ante los juzgados del delito de homicidio agravado.