El arzobispo de San Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, dijo este domingo que la curia arquidiocesana sabía del caso del párroco Adonai Chicas desde el 14 de junio, día en el que los padres del menor abusado sexualmente presentaron la denuncia. El día 22 (ocho días después), “decretamos la medida cautelar de suspensión canónica del sacerdote, o sea la suspensión de todas sus facultades sacerdotales”.
El arzobispo leyó un comunicado –que contiene tres párrafos sobre este caso y el resto habla sobre el tema agua− en el que pide perdón la víctima, a los padres de esta y a la sociedad por lo sucedido.
“Nos duele grandemente este acontecimiento. La iglesia es madre de todos sus hijos y velará por todos, pero principalmente por los más pequeños. Veamos todo esto con ojos de fe. Es el momento de intensificar nuestra oración y estoy seguro que todo esto finalmente redundará en el fortalecimiento de nuestra fe”, agregó
Adonai Chicas, párroco de Zaragoza, en La Libertad, fue arrestado el viernes por abusar de un menor de edad durante más de dos años y remunerarlo económicamente después de cada acto.
Durante una conferencia de prensa, Escobar Alas añadió: “Ya constituimos el tribunal, ya lo suspendimos de sus actividades religiosas y pastorales, y continúa el proceso de instrucción, de investigación, escuchar a las partes y todo eso pasa a la Santa Sede y en la Santa Sede se va llegar adelante el proceso hasta dictar una sentencia que pudiera ser en el sentido de dimisión del estado clerical si se encontrara culpable o rehabilitación de su cargo, pidiéndoles disculpas, si se encontrara inocente”.
El máximo representante de la Iglesia Católica en El Salvador, asimismo, aseguró que internamente ya iniciaron el proceso en su contra, pero el sacerdote también tendrá que enfrentar un proceso penal, en el cual colaborarán si es solicitado por la Fiscalía General de la República.
Al parecer, los abusos comenzaron hace más de dos años y eran cometidos de forma continua en la casa parroquial. El sacerdote fue descubierto por los padres del menor de edad cuando vieron conversaciones en Whatsapp entre el cura y la víctima, de 13 años de edad, según padres de la víctima.
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De acuerdo con la Fiscalía, el abuso abarcaba desde tocamientos hasta sexo oral.