En la alcaldía de San Salvador, Rolando Castro es el operador oculto de Enrique Rais, quien actualmente es prófugo de la justicia. A través de este personaje, Rais influye para mantener el principal contrato entre MIDES y la comuna sobre el manejo de desechos sólidos, además de la subcontratación de camiones recolectores de basura con tripulantes.
También Castro garantiza a Rais la compra del 100 % del combustible que se consume en todas las unidades y dependencias de la alcaldía de San Salvador. El combustible es comprado a la empresa Hydro Oil. Rais es propietario del 99 % de las acciones de esa compañía.
Según fuentes de la alcaldía, Hydro Oil ha participado en las licitaciones de la comuna de manera irregular en la gestión pública porque es el único oferente, maniobra que es dirigida Rolando Castro.
De acuerdo con el Registro de Comercio, la junta general extraordinaria de accionistas de la mencionada empresa ha nombrado como administrador único propietario a Marco Antonio Blanco Rais y como suplente a Dina Judith Quijada de Mejía. Rais figura como administrador propietario suplente, según una publicación de La Prensa Gráfica.
Castro, quien trabaja desde hace más de 20 años en la alcaldía de San Salvador,por ejemplo, maniobró para que Hydro Oil −que hasta diciembre de 2015 reportaba ingresos de $3,244,994.15− para que se le adjudicara de forma total la licitación pública LP-08-AMSS-2017 denominada para el suministro de combustible diésel y gasolina en cupones.
Sobre el caso del combustible, el concejal Edwin Zamora ha solicitado siempre que conste en actas su voto en contra por la irregularidad del oferente único.
Para cumplir con las órdenes del exempresario de la basura, Rolando Castro también dirige desde el anonimato dos organizaciones de fachada. Estas son la Coordinadora Nacional del Medio Ambiente (CNA) y el Movimiento Social Comunitario (MSC).
¿Quién es el fugitivo Enrique Rais?
Enrique Rais, un exempresario de la basura que se encuentra prófugo de la justicia desde más de un año, es acusado por delitos de corrupción: comprar jueces, fiscales y otros empleados públicos para dirigir acciones jurídicas a su favor y para atacar a sus adversarios.
Entre 2013 y 2014, Rais buscó aliados para ejecutar sus planes. Uno de ellos fue el entonces fiscal general Luis Martínez. También el fiscal Julio Arriaza, el juez Romeo Aurora Giammattei y peritos de Medicina Legal. Además contrató un equipo de abogados entre los que estaba Luis Peña, Ernesto Gutiérrez y su sobrino Hugo Blanco Rais.
A inicios de 2016, el fiscal Douglas Meléndez llegó a dirigir la Fiscalía General. Ahí descubrió que Martínez y Rais habían conspirado contra los canadienses. Les habían armado casos. Fue entonces que ordenó la captura de ambos por delitos de corrupción. Pero también ordenó la captura de Giammattei y los abogados del exempresario.
Enrique Rais fue capturado en agosto de 2016 por los delitos de falsedad ideológica, fraude procesal y cohecho activo. La Fiscalía lo acusó de haber comprado funcionarios del Estado para atacar a los empresarios canadienses y a su exabogado Mario Calderón.
Rais ha mantenido un largo pleito jurídico con los empresarios canadienses Matteo Pasquale y Franco Pacetti por la empresa MIDES SEM SA de CV. En su momento fueron socios. Pero luego se distanciaron y comenzaron una serie de demandas judiciales. Diario 1 publicó que Rais se apoderó de MIDES a través de un fraude.
Lo extraño fue que las acusaciones de Rais prosperaron en la Fiscalía General que dirigía Luis Martínez: a los canadienses se les giró orden de captura. Pero, las demandas de los canadienses contra Rais fueron engavetadas.
Eso levantó sospechas. El escándalo se agudizó cuando algunos periódicos, entre ellos Diario1, publicaron que el fiscal Luis Martínez había viajado en aviones del empresario Rais. Eso representaba un conflicto de interés. Pero lo grave fue que en algunos de esos viajes iban algunos abogados de Rais y otros jefes fiscales.