El director general de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Cotto, matizó la desarticulación del Grupo de Reacción Policial (GRP) como “una suspensión temporal” que inició el viernes pasado con el traslado de un primer grupo de los agentes élite a diferentes delegaciones policiales.
Cotto se negó a reconocer la disolución del GRP. Indicó que se trata de una suspensión de operaciones de carácter temporal. Esto a raíz del escándalo ocurrido el 29 de diciembre después de la fiesta de fin de año de la unidad policial que dejó como saldo a una agente de la Policía desaparecida, dos hombres heridos, cuatro policías y dos civiles capturados relacionados al hecho y al agente Juan José Castillo, prófugo luego de protagonizar una balacera en las instalaciones del GRP.
“El GRP no ha desaparecido”, señaló Cotto durante la entrevista de Canal 21, pero confirmó que la mitad de los agentes ya fueron trasladados el viernes pasado y el otro pelotón serían enviado este lunes a sus nuevas funciones para reforzar el trabajo operativo de las delegaciones policiales a nivel nacional.
“El GRP ha sido suspendido temporalmente en sus funciones, en sus actividades, como grupo. El personal del GRP sigue y seguirá trabajando operativamente bajo esta condición, mientras se establece las medidas de mejoramiento del trabajo de unidades especiales”, explicó.
El Grupo de Reacción Policial fue fundado durante la primera gestión del exdirector de la Policía y actual diputado por el partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), Rodrigo Ávila, bajo la administración del expresidente Armando Calderón Sol, entre 1994 al 1999.
Ávila fue el fundador de las unidades especializadas y élites de la Policía durante el periodo que dio continuidad y especialización a la recién creada Policía. El GRP fue fundado junto a las unidades Mantenimiento del Orden (UMO) y Grupo Aéreo Policial (GAP).
“Veo con mucha tristeza que se esté desmontando esta unidad. Yo creo que lo pertinente es hacer las investigaciones, las indagaciones disciplinarias, pero no darle al trasto a una de las unidades que ha sido más efectiva para combatir a la delincuencia”, dijo Rodrigo Ávila este sábado tras conocer la decisión de la dirección actual de la Policía.
El 29 de diciembre el agente del GRP Juan José Castillo protagonizó una balacera durante la fiesta de fin de año de la unidad policial. El altercado dejó dos personas heridas y a la agente Carla Ayala desaparecida.
Según las versiones oficiales, los hechos ocurrieron en la Calle Antigua a Huizúcar en San Salvador, cuando el agente Castillo sacó su arma y disparó contra sus compañeros, resultando herida de bala la agente Ayala, quien supuestamente fue trasladada a un centro asistencial, pero hasta el momento se desconoce su paradero. Además el agente involucrado se encuentra prófugo de la justicia.
Tras el hecho, la Policía ofreció una recompensa de $5,000 para quien dé información sobre el paradero del agente Juan José Castillo.
El sábado 30 de diciembre, la Policía informó que allanó tres viviendas ubicadas en el municipio de San Francisco Javier, Usulután, lugar de donde es originario el policía prófugo. Asimismo las autoridades capturaron a dos familiares del oficial por el delito de encubrimiento
Durante los allanamientos la Policía reportó la captura de dos familiares del agente prófugo y el hallazgo de armas y municiones.
Finalmente, los agentes Ovidio Antonio Pacheco, Wilfredo Deras, Juan Antonio Linares y Josué Antonio Pérez, están siendo procesados penalmente en el Juzgado Sexto de Paz de San Salvador, por el delito de incumplimiento de deberes.
Los agentes se encuentran en prisión y podrán recuperar su libertad si pagan una fianza de $2,000.