Eran las 6:15 de la mañana del miércoles 24 de enero cuando el Sistema de Emergencias 911 de la Policía Nacional Civil (PNC) recibió una llamada. Supuestamente una mujer se cayó de las escaleras de una vivienda en la residencial Barriloche de Santa Ana. “Está grave”, dijo un hombre que se identificó como pareja de la mujer. “Está inconsciente”.
En minutos llegó una patrulla a la residencia. Los agentes del 911 observaron una huella de sangre que se extendía desde las gradas de cemento que conducen a la segunda planta de la casa. La mujer se encontraba desnuda al pie de las escaleras. De inmediato es auxiliada.
La mujer fue identificada como Rosa María Bonilla Vega, de 45 años, médico de profesión, referente del componente materno de la Región Occidental del Ministerio de Salud (MINSAL). Fue trasladada al Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), pero murió antes de ingresar a la Unidad de Máxima Urgencia.
El hombre que llamó al sistema 911 fue Denys Edenilson Suárez Mejía, de 35 años, pareja de la doctora. El hombre, nervioso, afirmó que su compañera de vida se cayó accidentalmente y rodó por las escaleras de su vivienda.
Rosa María Bonilla Vega presentaba diversos golpes en su cabeza. Pero no corresponden a una caída, concluyeron los forenses. Las sospechas se levantan. Son signos de violencia.
Tras la autopsia, los médicos forenses establecieron que las causas de muerte de la doctora Bonilla son estrangulamiento y traumatismo craneoencefálico. El principal sospechoso es Denys Edenilson Suárez Mejía, pareja de la doctora.
La Fiscalía General de la República (FGR) de Santa Ana fue alertada del caso y ordenó de inmediato la inspección ocular del lugar y de los implicados.
Un médico forense fue enviado a realizar una inspección a Suárez Mejía. Este tenía “aruñones” en cuello, brazos, pecho y muñecas. “Son signos que hubo una pelea”, indicó la fiscal del caso.
La tesis cobró mayor fuerza después de la inspección ocular a la vivienda de la doctora Bonilla.
“Al llegar los agentes de Inspecciones Oculares y los fiscales se percataron que en la vivienda ya no habían rastros de sangre. La habían limpiado”, dijo la fiscal. Pero esto no fue impedimento para que se realizaran otros peritajes, como la prueba de luminol.
“Esto fue revelador. Se observó la huella de sangre que dejó el cuerpo de la doctora durante una pelea”, añadió la fiscal del caso.
Según el reporte fiscal, la doctora fue víctima de una paliza que inició en la habitación de la pareja. La mujer comenzó a sangrar. Un edredón ensangrentado es parte de la evidencia recolectada por la Fiscalía. Aunque el agresor lavó la ropa de cama, “el olor a sangre se mantenía cuando se realizó la diligencia”, indicó la fiscal.
La huella de sangre de la paliza que recibió la doctora Bonilla se extendió hasta las gradas de la residencia. Las paredes salpicadas y la luz ultravioleta sugieren que la mujer fue golpeada en ese lugar.
La secuencia de violencia se extendió hasta la sala de la vivienda y el cuarto de lavado, detalla el informe fiscal.
“La mujer intentó defenderse, pero fue sometida por el agresor”, señala.
Denys Edenilson Suárez Mejía, antes de fingir una falsa emergencia, limpió la vivienda y lavó la ropa de cama.
Hay antecedentes de violencia. “El hombre ejercía violencia económica”, de acuerdo con la fiscal, ya que Suárez Mejía administraba el sueldo de la doctora Bonilla.
Según información recolectada por el Ministerio Público, la mujer se sometió económicamente a su pareja. “Ella era la única que trabajaba. La única con ingresos, pero el hombre administraba los recursos económicos”.
Según la Fiscalía, aunque la vivienda y un negocio estaban a nombre de Rosa María Bonilla Vega, ella le endosaba todos los ingresos económicos a su compañero de vida para que los administrara.
“Incluso de ahí pagaba las pensiones alimenticias de otro hogar que tenía Suárez Mejía”, indica la Fiscalía.
El componente de violencia económica se agudizó con la violencia simbólica y psicológica que ejerció Suárez Mejía, al ser una persona con un perfil de celopatía. Incluso controlaba a diario a la mujer quien tenía que rendirle cuenta de los lugares que frecuentaba.
Este viernes Denys Elenilson Suarez Mejía, será acusado formalmente de los delitos de fraude procesal y feminicidio en contra de su compañera de vida, indicó Fiscalía.