Daniel Avelino Aquino Guillén, de 18 años de edad, al salir del colegio San José almorzó como era habitual. La tarde la había destinado para hacer las horas sociales en el Ministerio de Hacienda. Él cursa la especialidad de contaduría.
Después de la hora de almuerzo, el viernes pasado, llegó al complejo estatal conocido como “Las Tres Torres”. Daniel se confundió entre los empleados públicos; muchos lo conocían ya porque llegaba todos los viernes para culminar su pasantía.
Con su uniforme, camisa blanca y pantalón azul oscuro aparentaba ser un burócrata más.
Entre los papeles, computadoras y gente que va y viene, Daniel aprendía sobre el llenado de algunas formas tributarias. Sin embargo, el viernes ocurrió una tragedia que le cambió la vida al joven bachiller.
Cuando el reloj marcaba las 3:15 de la tarde, muchos empleados públicos se preparaban para salir. Otros apuraban sus dedos en los teclados de las computadoras para terminar sus labores. Ninguno se percató del peligro que se avecinaba.
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El humo comenzó a cubrir las oficinas , el ambiente denso y el humo negro nubló de inmediato las oficinas ubicadas sobre el cuarto piso de unas de las torres donde inició el siniestro.
Nadie se explicaba qué ocurría. Muchos gritaron, otros se agacharon, tapaban sus narices y bocas; los ojos llorosos de los empleados evitaba que visualizaran las salidas. El humo iba a paso galopante apoderándose de cada uno de los niveles de las torres de Hacienda.
Daniel estaba asustado. Hizo una llamada y comenzó a buscar una salida. Era imposible visualizar una ruta de escape. La única opción era romper las ventanas y que el humo saliera. Pero el fuego no daba tregua.
La hipótesis más fuerte sobre el origen del siniestro es que se trató de un cortocircuito en el sistema de aires acondicionados del cuarto piso. El incendio se habría propagado con facilidad porque encontró a su paso material de combustión ideal para la propagación de las llamas.
Daniel estaba desesperado, el intenso vapor y el humo le quemaban su sistema respiratorio. Se subió al marco de la ventana del octavo piso. Al parecer, su intención era colgarse del pilar sur del edificio.
El país fue testigo del cuerpo suspendido y posterior caída de Daniel. Muchos pensaron que era un empleado desesperado que se lanzó. Pero no fue así. No era un empleado, era un joven estudiante de bachillerato que hacía sus horas sociales.
Daniel no se lanzó, se resbaló, aseguró Raquel Caballero, Procuradora General para la Defensa de los Derechos Humanos. Otros señalan que Daniel perdió el conocimiento a causa de la intoxicación por el humo y cayó.
Dos videos captados por testigos y que se hicieron virales muestran el momento exacto cuando el cuerpo de Daniel cae de una altura aproximada de 60 metros y rebota en las láminas de un local continuo a la Torre Tres de Hacienda. Los socorristas corrieron en su auxilio. Era una situación complicada de atender, de acuerdo con Comandos de Salvamento. “El cuerpo estaba completamente fracturado en sus partes inferiores. Eran fracturas expuestas”, señalan.
La estabilización de Daniel fue complicada y la ubicación del cuerpo dificultaba el descenso por el tipo de lesiones.
La caída provocó en Daniel una fractura en la columna, al nivel cervical; además, una fractura expuesta en los dos fémur.
El pronóstico sobre el estado de salud del joven es reservado, según fuentes del Ministerio de Salud.
Daniel fue trasladado al Hospital Rosales, donde fue estabilizado y llevado de inmediato al quirófano. “Salió del quirófano a las tres de la mañana del sábado, se mantiene estable gracias a Dios”, dijeron fuentes cercanas a Daniel.
Raquel Caballero, mediante su cuenta de Twitter, hizo un llamado al director general del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), Ricardo Cea, para que trasladen a Daniel al Hospital de Especialidades y pueda ser atendido por expertos en traumatismos.
“Le tomamos su palabra Ricardo Cea, traslade a Daniel Aquino Guillén del Hospital Rosales al ISSS”, escribió la funcionaria.
El viernes por la tarde, un incendio de grandes proporciones se produjo en una de las torres del Ministerio de Hacienda . Dejó como saldo a una persona fallecida y 23 lesionadas, nueve de gravedad, entre ellos Daniel.