La Policía Nacional Civil (PNC) en su cuenta de Twitter confirmó que el expresidente de la República, Elías Antonio Saca, y otros exfuncionarios involucrados en el caso de corrupción, fueron trasladados la madrugada de este martes al pena La Esperanza, conocido como Mariona.
El traslado se hizo efectivo por orden del juez 4° de Instrucción de San Salvador. El procedimiento fue realizado por la Unidad Especializada de la PNC.
Además de Saca, fueron enviados a dicho pena, el exsecretario privado de la Presidencia, Elmer Charlaix; el expresidente de ANDA, César Funes; el exsecretario de Comunicaciones, Julio Rank; Pablo Gómez, contador del secretario privado de la Presidencia; Francisco Rodríguez, jefe de la unidad financiera institucional de Casa Presidencial y Jorge Alberto Herrera, tesorero institucional de la Presidencia. Todos los anteriores, acusados de los delitos de peculado, enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
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Los imputados están siendo señalados por desviar más de $246 millones de fondos de Casa Presidencial a cuentas personales, dinero que supuestamente terminó en cuentas personales y empresas del exmandatario durante el periodo 2004-2009.
Las autoridades congelaron cuentas bancarias de los imputados e incautaron bienes como medida preventiva.
El pasado 9 de enero, el fiscal general de la República, Douglas Meléndez, dijo en la entrevista Diálogo con Ernesto López, que solicitaría al juez respectivo, trasladar al exmandatario y otros imputados a un centro penal en cumplimento al mandato constitucional que «todos somos iguales ante la ley».
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“Si la ley se va a cumplir y la institución dice que todos somos iguales ante la ley, estos imputados no deberían estar ahí; por supuesto hay que garantizarles su seguridad y eso es un tema de juzgados con centros penales. Centros Penales tendría que decir en qué penal es el más adecuado”, dijo en su momento Meléndez.
Esta es la primera vez que un expresidente de la República es enviado a un centro penitenciario para cumplir la etapa de instrucción como parte del proceso penal en su contra.
El exmandatario y el resto de imputados, incluso, vestían como cualquier reo, es decir, una camiseta blanca y una calsoneta del mismo color, situación nunca antes vista en El Salvador.