Cuando fungió como alcalde, Óscar Ortiz -vicepresidente de la República de El Salvador- vendió tres terrenos de la Alcaldía de Santa Tecla a su amigo y socio Rogelio Cervantes. Cervantes es socio y accionista desde el año 2000 en Desarrollos Montecristo S.A. de C.V., sociedad fundada por Ortiz y por José Adán Salazar Umaña, conocido como Chepe Diablo, el único salvadoreño señalado como capo internacional de la droga por los Estados Unidos.
Las compraventas, según actas del Centro Nacional de Registro, ocurrieron en los años 2008 y 2010, cuando Ortiz ejercía su tercer y cuarto periodo como alcalde de Santa Tecla.
Cervantes, el tercero de los socios de Montecristo, junto a Ortiz y Salazar Umaña, es un empresario hotelero que tiene sus principales inversiones en Antiguo Cuscatlán, municipio por el cual también corrió como candidato a alcalde bajo el abrigo del FMLN. También fue un reconocido miembro del grupo de financistas llamado “Amigos de Mauricio Funes”, que hizo llegar por primera vez a la presidencia de El Salvador a un partido de izquierda.
El 17 de octubre del año 2008, Rogelio Cervantes envió una carta dirigida hacia su socio Óscar Ortiz para que fuera leída en el seno del Concejo Municipal de Santa Tecla. El motivo de la misiva era claro: Cervantes quería comprar un inmueble municipal ubicado en la Residencial Miraflores, ubicado frente al centro comercial Plaza Merliot, a un costado del cementerio municipal.
En la correspondencia enviada por Cervantes a la alcaldía, a la cual Diario1 ha tenido acceso, el empresario aseguró que ya era dueño de un terreno aledaño al que era propiedad de la alcaldía, y explicó que estaba planeando construir un centro comercial llamado Santa Fe, con 30 locales y 62 parqueos, por lo que propuso comprarle a la comuna el inmueble y ampliar su parqueo.
Cervantes le planteó a la alcaldía una venta que le traería varios beneficios ya que además de obtener ingresos extra, se desharía de un terreno por el que pasan líneas de tendido eléctrico de alto voltaje que limitan su uso y por lo tanto no es tan apetecible para los compradores. Asimismo, el empresario prometió crear un muro perimetral que lindaría con el cementerio, lo que le serviría posteriormente a la alcaldía “para obtener más impuestos”.
Al final de la misiva, Cervantes proporcionó un correo electrónico y la dirección en la que lo podían localizar: el Hotel Beverly Hills, en la Urbanización Madreselva, de Antiguo Cuscatlán. Beverly Hills es una de las marcas que funcionan bajo la sociedad Servicios Americanos S.A. de C.V., fundada por Cervantes, y en la que también participan su hijo, Walter Antonio Cervantes y su primo Noé Eugenio Cervantes Salazar, según consta en el Registro de Comercio.
Carta enviada por Rogelio Cervantes en la que solicita a Óscar Ortiz que le venda el terreno frente a Plaza Merliot / Diario1
Cervantes presentó al Concejo una escritura de promesa de venta fechada tres días después de enviada su carta, en la que Escobar Moisa S.A. de C.V., una sociedad desarrolladora de proyectos urbanísticos cuyo administrador propietario es el ingeniero Luis Escobar Moisa, lo preveía como “futuro dueño” del lote situado estaba a un lado del terreno propiedad de la alcaldía que quería comprar.
En esta escritura de promesa de venta, de la cual Diario1 tiene una copia, Moisa y Cervantes establecen el precio de $35 mil para el lote identificado como “Lote número Dos” de un área de 1,586 metros cuadrados y un plazo de dos meses para que se ejecute la venta.
Para el 31 de octubre, es decir once días después de que Cervantes presentó la promesa de venta del terreno aledaño, el Concejo Municipal emitió un acuerdo en el que aprobó vender el terreno municipal solicitado, mismo que en realidad está constituido por dos terrenos diferentes, pero que a lo largo de las negociaciones fue considerado como uno solo.
Para saber a cuánto debía venderse el terreno, el Concejo Municipal designó, días antes, al mismo alcalde, socio y amigo de Cervantes, Óscar Ortiz, para que consiguiera a los valuadores. La venta fue aprobada luego de haberle realizado tres valúos a cargo de los ingenieros Douglas Antonio Márquez, Carlos Andrés Beltrán, y Tomás Eduardo de Dios Mena. Este último también fungía como Gerente de Ingeniería Municipal de Santa Tecla.
El acuerdo número 33 del acta número 28 de la sesión ordinaria del Concejo celebrada el 27 de octubre de 2008 dice que Ortiz presentó tres valúos del terreno elaborado por cada uno de los ingenieros antes mencionados. El primero estaba estimado en $78,534.36; el segundo en $80,645.81 y el tercero en $91,496.
El 14 de noviembre de 2008, Óscar Ortiz se presentó ante el notario Óscar Enrique Guardado, junto a su amigo y socio Rogelio Cervantes para realizar la compraventa del terreno municipal. En ese acto, Ortiz presentó su credencial extendida por el Tribunal Supremo Electoral en la que se acreditaba como alcalde y representante legal de los intereses del municipio. Así vendió el terreno de 819 metros cuadrados a Cervantes por un precio de $89 mil 999, es decir, poco menos que el valúo que mayor precio le daba al terreno.
Diario1 solicitó vía ley de acceso a la información los valúos que supuestamente presentó Ortiz ante el Concejo Municipal; sin embargo, la oficial de acceso a la información de la comuna, Carmen Elena Rodríguez, aseguró que estos no fueron encontrados en ninguna parte.
En ese sentido, Diario1 solicitó un valúo a una empresa especializada en el tema. Dicho valúo revela que a la fecha, en el inmueble vendido por la alcaldía se ha erigido un pequeño centro comercial con construcciones mixtas, y que ahora se encuentra valorado en $1,016,087 (un millón dieciséis mil ochenta y siete dólares), es decir once veces el precio al que lo vendió la alcaldía hace ocho años.
Sin embargo, este monto total abarca las construcciones y la plusvalía que ha adquirido el terreno con el paso de los años; por ello, en dicho informe también se consideró los precios estimados que tendría el terreno hace seis años, el cual asciende a $469 mil, es decir, cinco veces más del precio al que Ortiz lo vendió a su amigo Rogelio.
Entrada al centro comercial Santa Fe, ubicado en el terreno que Óscar Ortiz vendió a Rogelio Cervantes en el año 2008. / Foto: Rodrigo Sura / Diario1
El segundo terreno municipal vendido por el alcalde Óscar Ortiz, en representación de la alcaldía, a su socio y amigo Rogelio Cervantes es el ahora conocido como “ex rastro municipal”, ubicado al final de la avenida Melvin Jones, en la ciudad de Santa Tecla.
Este terreno era parte de un lote de mayor tamaño que se desmembró en el año 2003, cuando la alcaldía municipal de Santa Tecla, gobernada por Ortiz, vendió una porción de 852.13 metros cuadrados al Ministerio de Obras Públicas, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano. Este lote fue vendido al Estado por un precio de $90 mil, es decir a un aproximado de $73 la vara cuadrada.
De acuerdo con el acta de compraventa registrada en el CNR, el ministerio requería de ese lote para desarrollar el proyecto denominado “Ampliación del bulevar Sur, entre la quinta avenida y carretera al Puerto de La Libertad”, que se desarrollaría años después.
Luego de la segregación, quedó un terreno restante. Ese terreno fue el tercero que Ortiz, en su calidad de representante de la alcaldía tecleña, vendió a su socio Rogelio Cervantes. La transacción, con fecha del 7 de octubre de 2010, consta en los archivos del CNR.
De acuerdo con el acta de compraventa, este tercer terreno pasó de manos de la alcaldía de Santa Tecla a las de Rogelio Cervantes, luego que el Concejo Municipal autorizara su venta un mes y ocho días antes, el seis de septiembre, según consta en el acuerdo número 15 de la sesión ordinaria.
El precio establecido para la venta fue de $200,000, es decir a $64 la vara, aproximadamente, esto es nueve dólares menos por vara en comparación al precio al que le vendió el resto del terreno al MOP.
Un valúo realizado por una consultora privada a petición de Diario1, establece el precio actual del terreno en $400,000 y un precio de “venta rápida” de $325,000. Asimismo, este mismo documento establece que el precio estimado del terreno hace diez años era de $205 mil. Sin embargo, no se pudo establecer con exactitud cuál era el precio real de cuando Ortiz, en nombre de la alcaldía, se lo vendió a su socio, en el año 2010.
Tres años después de esta venta, el 30 de diciembre de 2013, la sociedad Servicios Americanos le vendió el terreno a su mismo apoderado legal, Rogelio Cervantes, por un el precio de doscientos un mil dólares, es decir, mil dólares más del precio que el mismo Cervantes pagó a la alcaldía.
Terreno «ex rastro», vendido por Óscar Ortiz a su amigo Rogelio Cervantes en el año 2010. / Foto: Rodrigo Sura / Diario1
Al finalizar esta investigación, Diario1 solicitó en reiteradas ocasiones una entrevista sobre este tema con el vicepresidente Óscar Ortiz; sin embargo, luego de varias solicitudes, su personal de comunicaciones dejó de contestar las llamadas.
Posteriormente, un equipo de periodistas de este medio asistió a un evento realizado este viernes 22 de julio en el municipio de Zacatecoluca, donde Ortiz colocó la primera piedra de la nueva granja penitenciaria. En ese evento se intentó nuevamente abordarlo, pero su equipo de comunicaciones, luego de pedir explicaciones sobre el tema, evitó un acercamiento con el funcionario.
Al cierre de esta nota, la encargada de comunicaciones de Ortiz llamó a un periodista de Diario1 para informar que no tenía certeza de cuándo se podría concretar una entrevista para hablar del tema.
Diario1 también contactó vía telefónica a Rogelio Cervantes, quien manifestó que por no ser él un funcionario público, no estaba obligado a dar explicaciones de sus compras de terrenos. “Usted puede ir a investigar lo que quiera, vaya y busque en la Fiscalía o donde quiera”, dijo.
El recorrido del alcalde
Antes de alcanzar la vicepresidencia de la República, Ortiz gobernó por cinco periodos consecutivos la alcaldía de Santa Tecla por la bandera del FMLN, partido cuyos estatutos establece que sus alcaldes pueden gobernar durante cuatro períodos seguidos, y como excepción, cinco.
Ortiz ha llegado a convertirse en uno de los principales rostros del partido de izquierda, y en unos de los vocero más relevante del gobierno de Sánchez Cerén, un presidente que pocas veces habla con la prensa y que ha sido duramente criticado por su ausencia en situaciones de crisis en materias de seguridad pública.
La carrera política de Óscar Ortiz comenzó como diputado de la Asamblea Legislativa, en el año 1994, luego de ser comandante de las Fuerzas Populares de Liberación (FPL), en el conflicto armado de los años 80, y ganó un segundo período en 1997.
Durante su tiempo de diputado, Ortiz formó parte de las comisiones de Cultura, Economía, Agricultura, Educación, Trabajo y Previsión Social. Además fue el primer presidente de la tan importante subcomisión Agraria que impulsó la Ley Especial para Facilitar la Cancelación de Deudas Agraria y Agropecuaria. Esta ley benefició a miles de excombatientes para que les dieran tierras después de la guerra.
En el año 2000, la dirección política del partido de izquierda apostó por Ortiz como candidato a alcalde de Santa Tecla, puesto popular que consiguió no una sino cinco veces seguidas, sin problemas, hasta que se cansó de ganar y logró saltar a las grandes ligas de los puestos presidenciales.
Foto: Diario1 / Archivo
Ortiz, sin embargo, no siempre ha sido el preferido de su partido. De hecho, en el año 2003 intentó ser candidato presidencial por primera vez, pero fue superado por el líder histórico Schafik Handal, ya fallecido.
En el 2004, con una trayectoria de ya nueve años en la política, Ortiz quiso dar otro salto y, bajo la consigna de hacer cambios en las políticas internas de su partido, se presentó como candidato a coordinador general. Pero fue nuevamente superado, esta vez por Medardo González, quien hasta la fecha sigue en el cargo.
Además de la vicepresidencia del país, Ortiz es también designado presidencial para la inversión pública y privada. Con este cargo, es quien el presidente Salvador Sánchez Cerén ha dotado de facultades para facilitar y promover la inversión de los empresarios en el país, con su cargo de comisionado presidencial para la inversión.
El 5 de abril de 2016, la sociedad entre Óscar Ortiz y Chepe Diablo se hizo pública a través de una investigación revelada por el periódico digital El Faro. Para entonces, Ortiz buscó a varios medios de comunicación e intentó negar su vínculo con Salazar Umaña, e incluso lo llamó “al que se menciona como Adán”, aunque aceptó conocerlo y conocer a su familia.
Dicha publicación reveló que desde el año 2000, Ortiz, Cervantes y Salazar Umaña son socios en Desarrollos Montecristo S.A. de C.V., una sociedad que ha realizado varias compras y ventas de terrenos en las costas de San Vicente, específicamente en la isla Montecristo.
La investigación de El Faro reveló además que algunos de los terrenos fueron vendidos una y otra vez entre Rogelio Cervantes y Óscar Ortiz, al mismo tiempo que su precio variaba hasta quedar en manos del ahora vicepresidente por un monto mucho menor al que fueron comprados originalmente.
Después de develarse esta relación, Ortiz intentó alejarse de Chepe Diablo; sin embargo, recalcó ante las cámaras de televisión su vínculo de amistad con Cervantes, y se mostró más cómodo al hablar de él. Este vínculo de amistad, al parecer, se extiende más allá de la sociedad Desarrollos Montecristo.