Desde hace 16 años, el vicepresidente de El Salvador, Óscar Samuel Ortiz, es socio del único salvadoreño designado capo internacional de la droga por Estados Unidos, José Adán Salazar Umaña, en una empresa con fines turísticos y de explotación de terrenos, según reveló esta semana una publicación del diario digital El Faro.
Desarrollos Montecristo, como se llama la sociedad anónima que Ortiz y Salazar Umaña fundaron junto a Rogelio Cervantes – un millonario empresario – realizó compras y ventas de terrenos entre los años 2000 y 2010. Todas estas tierras, según la publicación, están ubicadas en las costas de San Vicente, y fueron a parar a las manos del ahora vicepresidente Ortiz a precios menores de los que habían sido comprados en un inicio.
Los datos consulados por ese periódico en el Centro Nacional de Registros revelan que en el año 2000, a pocos meses de haber sido fundada, la sociedad Desarrollos Montecristo compró tres terrenos que sumaban más de 52,460 metros cuadrados a un precio original de 900 mil colones (el equivalente a $102,857.14.
Estos mismos terrenos fueron a parar, según consta en los datos del registro entre los años 2007 y 2010, a manos de uno de sus mismos socios: Óscar Ortiz, quien había participado con una tercera parte del capital para la fundación de la sociedad.
También el periódico La Prensa Gráfica retomó la investigación y señaló que dos de los terrenos fueron vendidos directamente por la sociedad a través de Rogelio Cervantes, quien en calidad de presidente de la Junta Directiva hizo constar en las compraventas que el mismo Ortiz le había extendido un permiso como secretario de Desarrollos Montecristo para que le vendiera los terrenos a él mismo. Es decir que Ortiz autorizó a Cervantes para que le vendiera terrenos a él mismo.
El primer terreno fue adquirido por la sociedad el 3 de agosto del año 2000, dos mes después de fundada la sociedad, según publicó El Faro, a un precio de 200 mil colones o $22,857. Sin embargo, en abril del 2010 la sociedad lo vendió, por medio de Rogelio Cervantes, a Óscar Ortiz a un precio mucho menor: $5 mil.
Asimismo, el segundo terreno, adquirido el 1 de julio del mismo año, la sociedad adquirió otro terreno de 25,067 metros cuadrados a un precio de 350 mil colones o $40 mil. Este mismo fue vendido diez años después por la sociedad al mismo miembro y accionista Óscar Ortiz, siempre con una disminución sustancial de precio. Esta vez el terreno que valió $40 mil, a Ortiz le costó $10 mil.
El tercer terreno tiene un rosario de dueños muy particular. De acuerdo con los datos publicados por el periódico digital, para 1999 el dueño de este terreno de 19,246 metros cuadrados era el entonces diputado Óscar Ortiz, quien lo había adquirido por 350 mil colones, o 57 mil 142 dólares.
La sociedad fundada entre Ortiz y el presunto líder del Cártel de Texis adquirió este terreno de parte de su mismo socio el 25 de septiembre del año 2000, un año después de que este lo había comprado. Pero Ortiz se los vendió ya no a $57 mil sino en $40 mil, es decir $17 mil menos del precio al que lo adquirió, de acuerdo con la publicación de LPG.
Este terreno, al igual que los dos anteriores, también fue a parar a manos de Ortiz años después, pero ya no directamente sino a través de un vaivén muy particular que además terminó en una disminución sustancial de su precio.
Después de ser vendido por Ortiz a la sociedad Desarrollos Montecristo, Rogelio Cervantes, previa autorización del secretario de la sociedad, Óscar Ortiz, vendió este terreno a su socio por $40 mil en 27 de junio del 2007; pero un año después, en 2008, este se lo vendió a Cervantes nuevamente, ya no como representante sino como persona natural.
Cuatro años después, en el 2012, ya no quiso más el terreno y lo vendió nuevamente a Óscar Ortiz, quien en los últimos años había sido dos veces más el dueño del mismo. En esta última venta el precio ya no fue de $40 mil sino de $10 mil, lo que significó una pérdida de $30 mil para Cervantes y una ganancia para Ortiz.
Estas tres transacciones, según las investigaciones, fueron las últimas que realizó Desarrollos Montecristo, y que significaron a los tres socios, pérdidas por $77,857, ya que en un inicio los compró por $102,857.14.
Luego de publicada la investigación, el vicemandatario se presentó este miércoles a una entrevista televisiva con el periodista Ernesto López de canal 21 en la que insistió que esa sociedad se trata de un “asunto del (año) 2000”, y que considera mal intencionado traerlo a colación tantos años después.
Sin embargo, según las investigacionesde El Faro y La Prensa Gráfica, la última transacción que realizó esta sociedad fue en el año 2010. Y, además, seis años después de la última compraventa, y a dos de que Salazar Umaña fue designado capo internacional de la droga por Estados Unidos, la sociedad aún no ha sido disuelta.
En una intervención, siempre en canal 21, cuando se le preguntó si pensaba disolver la sociedad después de que saliera a la luz, el vicepresidente contestó que «desde hace años no funciona», y que desde hace años no veía a José Adán Salazar.