Con las manos amarradas hacia la espalda, hay cinco personas tendidas boca abajo frente a un cerco de alambre de púas. Dos hombres de aspecto joven, con mochilas al hombro, y machetes en mano se acercan y comienzan a dar machetazos a una de las víctimas que viste una chaqueta verde.
Después de varios machetazos le cortan la cabeza. Todo ello mientras otra persona está de pie filmando la macabra escena y otro observa al fondo y las otras cuatro víctimas aún están con vida.
El 3 de marzo pasado, ocho empleados de una empresa que da mantenimiento de electricidad y tres que cortaban caña fueron asesinados por supuestos pandilleros en el caserío Las Flores, cantón Agua Escondida, San Juan Opico, La Libertad, informó este jueves la Fiscalía General de la República (FGR).
La Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI) publicó un comunicado de la Empresa Distribuidora Electrica Salvadoreña (EDESAL) en que se aseguró que las personas asesinadas eran empleados de esa compañía y que lamentan el hecho.
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El Fiscal General Douglas Meléndez afirmó el martes que las investigaciones por la masacre ocurrida en marzo de 11 personas en el municipio de San Juan Opico en el departamento de La Libertad están avanzadas y las pandillas estarían vinculadas al crimen.
Las declaraciones fueron una respuesta a un supuesto comunicado de los cabecillas de pandillas dado a conocer también el martes en el que entre otras cosas se desligaron de dicha masacre.
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