Enfrentamientos o intercambios de disparos entre pandilleros y policías. No importa cómo se les llame, lo que importa es que está pasando, que está pasando mucho y que cada vez más la policía se está “poniendo a la altura” de los criminales. Así lo aseguró hoy el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Howard Augusto Cotto, en una entrevista de televisión.
“El nombre no importa, lo que importa es entender que este es un fenómeno que se está dando y que nosotros nos estamos poniendo a la altura de ellos (pandilleros), aunque debo aclarar que estos hechos no son la base ni el eje central de nuestra estrategia de seguridad”, dijo Cotto en una entrevista transmitida por la cadena Telecorporación Salvadoreña (TCS).
Según indicó el director de la institución policial, en lo que va del año se han registrado 136 intercambios de disparos entre policías y pandilleros, en los cuales han muerto 130 criminales, una cifra que Cotto dice con cierto tono de orgullo.
“No es que estemos cifrando la posibilidad de solventar el problema de la seguridad pública a través de enfrentamientos o intercambios de disparos, pero es un fenómeno que es importante mencionar porque ha ido creciendo en los últimos años”, dijo el director de la PNC.
Sin embargo, el incremento enfrentamientos entre policías y pandilleros no es reciente. De hecho, según estadísticas de la misma PNC, entre los años 2010 al 2014 la cifra de pandilleros muertos en enfrentamiento se multiplicó por 90.
Una nota publicada por Diario1 en julio del año pasado reveló que para 2010 las autoridades reportaron un pandillero muerto en enfrentamiento; para 2011 fueron ocho; para 2012 fueron 15; para 2013 hubo 27; para 2014 hubo 90, y en los primeros seis meses del 2015 iban 111 pandilleros muertos en enfrentamientos. Para este año, aparentemente, la cifra va al alza, puesto que en los primeros tres meses ya van 130, según lo reportado por Cotto.
Aunque las autoridades han señalado en reiteradas ocasiones que la mayoría de homicidios que se dan en El Salvador son producto del accionar de las pandillas, la cuota de muerte que pone el Estado a través de la PNC es también significativa. Así lo reconoce también el director de la PNC.
“Nosotros vemos con mucho optimismo cómo en los diez municipios que nosotros hemos ido desarrollando los planes de seguridad hay una clara tendencia a la baja en la cantidad de homicidios. Los únicos lugares donde no ha habido esa presencia es porque han sido los lugares donde hemos tenido más estos hechos (enfrentamientos) y las personas que han fallecido, el incremento o la no-disminución, ha sido producto de la actividad policial”, dijo Cotto.
En los últimos años, matar pandilleros se ha convertido en un acto de bondad para muchos en El Salvador. En hacer patria. El surgimiento de aparentes grupos de exterminio o de “limpieza social” es aplaudido por la población en las redes sociales, y, aunque varias investigaciones periodísticas han revelado aparentes «montajes» en las escenas o ejecuciones extrajudiciales, las autoridades continúan haciendo gala de que «la mayoría de los que mueren son crminales», y de que algunos de ellos los pone la PNC.
“Te digo esto porque muy seguramente tú tendrías interés como todos en decir “ok, se está realizando esta acción en los centros penales pero ¿eso es lo único?”, no, no es lo único, y esta es mi forma de responder”, señaló Cotto durante su entrevista.