El énfasis en el combate de las pandillas −las cuales el gobierno considera como la principal fuente de los problemas de la violencia en El Salvador− podría “estar facilitando a los narcotraficantes transnacionales el uso continuado de las costas del país como ruta clave del tráfico de estupefacientes”.
Así lo afirma InSight Crime en un análisis al final de un artículo titulado “El Salvador vive en impunidad fin de semana sangriento”. Y agrega que los titulares de homicidios múltiples de policías y pandilleros se han vuelto demasiado comunes en El Salvador, que en lo que va del año registra el doble de homicidios que en el mismo periodo de 2015.
“Las autoridades culpan de esta violencia principalmente a miembros de las pandillas Barrio 18 y la Mara Salvatrucha (MS13). No obstante, muchos informes cuestionan tales aseveraciones. Según cifras del Ministerio Público, solo 26 por ciento de los condenados por homicidio en El Salvador durante 2015 eran pandilleros”, añade.
Estas cifras deben tomarse con cautela, pues las altas tasas de impunidad hacen imposible afirmar quién es responsable de la mayoría de los homicidios, indica.
InSight Crime sostiene que algunos “han planteado inquietudes por los llamados ´escuadrones de la muerte´, que asesinan a presuntos pandilleros. En febrero de 2016 la policía informó de la muerte de cuatro supuestos pandilleros en un tiroteo, pero los testigos declararon que los cuatro fueron capturados vivos y luego ejecutados; un caso similar se documentó en agosto de 2015”.
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La publicación concluye que “el decidido enfoque de las autoridades, que considera las pandillas como única fuente de los males de El Salvador, puede estar facilitando a los narcotraficantes transnacionales el uso continuado de las costas del país como ruta clave del tráfico de estupefacientes”.
Las autoridades de la Policía Nacional Civil (PNC) y del ministerio de Seguridad Pública, han detallado en múltiples ocasiones, que las pandillas han mutado y actualmente, además de la extorsión, cometer asesinatos e intimidar a la población, también, cooperan con cárteles internacionales de droga para facilitar el paso de narcóticos por El Salvador, en su ruta hacia su principal destino, Estados Unidos.
En los últimos meses, sin embargo, la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil ha dado fuertes golpes a narcotraficantes que intentan cruzar las costas salvadoreñas con cargamentos millonarios de cocaína. Desde diciembre 2015 a marzo 2016, se cuentan al menos 1,330 kilogramos de drogas decomisados, cuyo precio de mercado alcanza los $32 millones de dólares.
Después del decomiso millonario de la droga, la Policía insiste en su efectividad y presenta a los capturados, salvadoreños, guatemaltecos y ecuatorianos, principalmente, quienes como en todos los casos callan y no dan más detalles de quienes están tras del negocio, uno de los más rentables del mundo.