Admiraba a Joaquín «El Chapo» Guzmán y tenía todas las predilecciones de un prominente capo de de la droga: mujeres, alcohol, caballos, música norteña, armas y automóviles de lujo. Todo eso le gustaba y no se lo escondía a nadie. En sus redes sociales, Orlando Matute compartía fotografías presumiendo su opulencia.
Quienes lo conocieron aseguran que era diestro para domar caballos. Nadie en el municipio de Yayantique, departamento de La Unión, igualaba su capacidad para amansar a esos animales. Lo lograba en poco tiempo, con rapidez. Era su pasatiempo favorito.
El trabajo lo aprendió de su padre, un experimentado jinete que por más de veinte años se ha dedicado a enseñar técnicas para adiestrar a los animales más indómitos de las haciendas ganaderas de oriente del país.
Matute adoraba los caballos. Los quería tanto que jamás se apartó de ellos. Nunca. Esto a pesar que en muchas ocasiones estuvo a punto de perder la vida. A mediados del año pasado contrajo un virus que lo llevó hasta la cama de un hospital. Estuvo en coma. Contrajo un virus mortal que le transmitieron unos caballos que un ganadero del municipio de Chapeltique había importado de España.
Se los llevó a Matute para que los domara. El joven aceptó con gusto. Pero, el contacto con los animales hizo que se contagiara. Y estuvo grave. Muy grave. Le practicaron una traqueotomía y cuando salió del hospital le quedó una pronunciada cicatriz. Por eso, desde entonces, siempre usó una pañoleta en el cuello.
Al joven le gustaba reunirse con amigos ganaderos en los corridos y jaripeos que realizaban, sobre todo, en los municipios de San Alejo, Pasaquina y Yayantique. Bebían cervezas y cantaban, con euforia, las canciones de las bandas norteñas que llegaban a los espectáculos.
Algunos de sus amigos lo recuerdan como un tipo jovial, sociable, pero serio. Aseguran que no andaba armado, que las armas con las que aparece en algunas de sus fotos de Facebook eran prestadas. Aunque sus amigos tampoco revelan quién le prestaba esas armas a Matute.
El crimen
A Matute lo mataron por la espalda. Era de mediodía. Llegó a bordo de su pick up, doble cabina, color gris, a la casa de su novia, quien también reside en Yayantique (La Unión). Afuera no vio nada sospecho. Tocó la puerta y entró.
Minutos después salió para ir a comprar a la tienda. Regresó y no vio nada extraño. Todo era normal. Pero la tercera vez que salió, para sacar algo que había dejado en su automóvil, se encontró con cuatro hombres que tenían aspecto pandilleril. Dos de ellos se le acercaron por la espalda y le dispararon a quemarropa.
Matute cayó al suelo, herido, sin poderse defender. Trató de refugiarse debajo de su pick up, pero uno de los atacantes se le acercó y le asestó un disparo en la cabeza. El cadáver del joven quedó en medio de un lago de sangre.
La Policía Nacional Civil (PNC) llegó de inmediato al lugar del crimen. Montaron un operativo y eso les permitió obtener información, de fuentes anónimas, que detallaron las características de los homicidas.
Los policías lograron capturas con rapidez. Uno de ellos fue identificado solo por su alias: le dicen «El Cora» y está perfilado como pandillero de la MS. Era residente de la colonia Bendición de Dios. El otro detenido, de quien no se brindó su identidad, también es de la misma clica.
“Capturamos en tiempo récord a varios involucrados en el homicidio del Señor Matute. Hay dos detenidos y un arma de fuego incautada. Pero va a ser el análisis de balística el que nos llevará al arma que ocuparon los asesinos“, indicó un agente policial.
La Policía tiene al menos tres hipótesis sobre el crimen de Matute. La primera es que se trata de un ajuste de cuentas relacionados a negocios (no descartan que tengan que ver con la venta de droga), la otra es que la actual novia del ganadero había sido expareja de un pandillero de la Mara Salvatrucha (MS) – los detenidos son miembros de esa pandilla – y la otra posible causa es que el joven no habría pagado la extorsión a pandilleros de esa misma clica.
Un amigo de Matute, quien habló con Diario1.com bajo la condición de anonimato, aseguró que el joven había sido amenazado por pandilleros de la MS. Sin embargo, dijo que su amigo jamás quiso decir por qué lo habían amenazado.
El sector donde asesinaron a José Orlando Matute, de 25 años de edad, es controlado por la Mara Salvatrucha. De acuerdo con la Policía, los pandilleros tienen mayor presencia en caseríos y cantones de ese municipio. Matute fue enterrado la tarde del jueves, pero ningún familiar quiso dar declaraciones sobre el crimen.