El expresidente salvadoreño Francisco Flores, quien gobernara desde 1999 a 2004, falleció la noche de este sábado, según informaron diputados del partido ARENA.
Diputados como Patricia Valdivieso y Ernesto Muyshondt utilizaron sus cuentas de diversas redes sociales para comunicar del fallecimiento, debido a complicaciones del infarto cerebral sufrido el pasado domingo mientras se encontraba en su casa.
Tiempo después, el mismo partido ARENA colgó una esquela confirmando el deceso.
En su cuenta en Twitter, el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, expresó: “Nuestras condolencias a la familia del ex presidente Francisco Flores por su fallecimiento”.
Flores se encontraba hospitalizado desde la noche del pasado domingo en un hospital privado de la capital, al que fue trasladado por su familia, luego que el accidente cerebro vascular que sufrió lo hiciera perder el conocimiento.
En el hospital permaneció en coma inducido y se le practicaron diversas intervenciones quirúrgicas como cateterismo. Se llegó a especular con su muerte cerebral desde el pasado martes, pero sus abogados y los allegados que lo visitaron en el hospital negaron tal versión.
Fue el pasado jueves cuando un reporte médico elaborado por peritos del Hospital Rosales, detallaran que a consecuencia del infarto cerebral sufrido, Flores tenía deterioro neurológico irreversible.
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Según expertos en neurología, esta condición plantea una esperanza de vida muy corta para quienes la padecen y en la mayoría de los casos el paciente evoluciona a un estado vegetativo persistente o a una muerte cerebral.
El ex jefe de Estado tenía antecedentes de trombosis venosa profunda de miembros inferiores, la cual se agravó durante sus reclusiones en las bartolinas de la División Antinarcóticos de la PNC, debido al proceso legal por delitos de corrupción que enfrentó durante los últimos dos años de su vida.
Dos años de batalla legal.
Francisco Flores se vio inmerso desde 2014 en un litigio legal que derivó en un proceso penal por los delitos de peculado y enriquecimiento ilícito durante su mandato. Las pruebas incriminatorias contra el exgobernante surgieron a la luz en 2014, cuando admitió ante una comisión especial de la Asamblea Legislativa haber recibido al menos 10 millones de dólares del gobierno de Taiwán durante su mandato.
Flores aseguró que destinó el dinero para ayudar a los afectados de los terremotos del principio del 2001, pero investigaciones posteriores de la comisión revelaron que los donativos nunca ingresaron a las arcas del Estado.
Por dichas acusaciones, Flores evadió varios requerimientos de la comisión para rendir explicaciones y posteriormente se le giró una orden de captura internacional con el apoyo de Interpol. A la sazón, el exgobernante era asesor de la campaña presidencial de Norman Quijano y presidente honorario del partido.
Fue después de la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2014 y luego que ARENA calificara los señalamientos contra el expresidente como “persecución política”, el partido de derecha decide suspender a Flores de sus privilegios partidarios y abrirle un proceso disciplinario con miras a su expulsión por parte del Tribunal de Ética del ente político, debido al revuelo que causaron las acusaciones de corrupción en su contra.
En septiembre de 2014 decide presentarse voluntariamente al juzgado Primero de Instrucción con un equipo de abogados compuesto por Edgar Morales Joya y Yanira Ticas. Dicho tribunal decide enviar a Flores a arresto domiciliar, pero un equipo de acusadores privados compuesto por juristas de Iniciativa Social para la Democracia (ISD) y la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), apelan la decisión ante la Cámara Primera de lo Penal, y logran enviar al expresidente a bartolinas.
Tanto la familia como los abogados de Flores alegaron que su reclusión en bartolinas estaba deteriorando su salud y complicando un cuadro de trombosis en una pierna, por lo que tras un análisis del Instituto de Medicina Legal hecho a petición de los abogados defensores, se dictaminó el traslado del expresidente a un tratamiento en el hospital privado en el que fallecería este sábado.
El estado de salud de Flores y la actuación de los abogados querellantes que cuestionaron el trabajo de la Fiscalía General en el caso, y además insistieron en lograr la incorporación del delito de lavado de dinero al proceso, marcaron este capítulo legal en lo que fue la primera ocasión en que un expresidente de la República enfrentó la justicia por actuaciones durante su administración.