El expresidente de la Federación Salvadoreña de Fútbol Reynaldo Vásquez calificó de “correcta” las condiciones de la bartolina en que se encuentra recluido luego de ser capturado en un rancho de playa por varios delitos, entre el de sobornos por explotación de imagen, por los que lo requiere el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Aunque no quiso dar más detalles de las condiciones en las que durmió por vez primera este miércoles y donde permanecerá hasta que la embajada de Estados Unidos envíe la carta de extradición, Vásquez confirmó que las condiciones son “humanas” y que no ha tenido contacto visual con el expresidente de la República Francisco Flores, quien también se encuentra recluido en dichas instalaciones.
Vásquez fue presentado este jueves al juzgado 14° de paz de San Salvador, donde se le leyó la solicitud de detención con fines de extradición emitida por la embajada de Estados Unidos en El Salvador. Dicha solicitud fue aprobada por la Corte Suprema de Justicia el pasado miércoles 9 de diciembre, y el mismo día se notificó al juzgado y a la Interpol para que se procediera a su captura.
Al exfuncionario se le acusa de haber recibido cuantiosas cantidades de dinero de parte de la empresa Media World entre noviembre de 2011 y octubre de 2012. Sin embargo, Vásquez asegura que las transferencias fueron hechas a cuentas de la FESFUT, por lo que dice estar desvinculado del caso.
“No puede haber soborno de ninguna naturaleza porque yo no tenía decisión adentro de la federación. Yo todas las operaciones que tengo registradas tienen su debido soporte”, dijo Vásquez.
El imputado también señaló que su nombre ha sido vinculado con el caso de corrupción de la FIFA por señalamientos de Fabio Tordín, a quién es señalado como el encargado de arreglar los acuerdos entre la FESFUT y la empresa Media World.
“Yo entiendo que quien me ha señalado es el señor Tordín, a quien yo hasta hace poco consideraba mi amigo personal, pero seguramente lo intimaron de tal manera que empezó a hacer señalamientos”, explicó el expresidente de la FESFUT.
Los delitos atribuidos a Vásquez por la justicia estadounidense son Asociación Delictuosa para llevar a cabo actividades de delincuencia organizada y Asociación Delictuosa para llevar a cabo fraude electrónico, Asociación delictuosa para Lavado de Dinero, Lavado de Dinero y Fraude Informático.
Además de los cargos señalados por el FBI, Vásquez enfrenta dos procesos judiciales más, en El Salvador, por los delitos de Estaba y Retención Fraudulenta. En el Juzgado Séptimo de Instrucción de San Salvador es procesado por el delito de estafa agravada por un monto de $125,000 en perjuicio patrimonial de la Sociedad Factotal S. A.
El otro proceso pendientes en El Salvador está por entrar a la etapa de vista pública en el Tribunal Segundo de Sentencia de San Salvador, por el delito de apropiación o retención de más de $163 mil que supuestamente no pagó a sus 58 empleados en la empresa Mobilia S. A. de C. V., en concepto de cuotas alimenticias, AFP y Seguro Social.
Ante esto, Vásquez asegura que no puede ser extraditado hasta después de ser juzgado en este país; sin embargo, según la fiscal asignada al caso por la Fiscalía General de la República (FGR) será la Corte Suprema de Justicia quien tome esa decisión, basándose en tratados el tratado Bilateral de Extradición entre los Estados Unidos y El Salvador y los acuerdos de las Naciones Unidas.