Andrés Jiménez, de la Comisión Episcopal de Laicos de El Salvador, aseguró el 12 de octubre en una entrevista televisiva que una relación homosexual es antinatural anatómica, psicológica y espiritualmente, por eso la Iglesia Católica no las acepta.
Comparó una relación homosexual con las ansias de un casado por tener relaciones extramaritales al que pueden gustarle dos o tres mujeres pero no por eso acudirá al sacerdote y le pedirá interceder por él ante el Estado para que le permita estar con todas.
Estas declaraciones han tenido eco en la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales y personas Transgénero) del país. Karla Estefani Avelar conversó con Diario1.com sobre la homoxualidad y religión
¿Usted cree que una relación homosexual es antinatural anatómica, psicológica y espiritualmente?
Para empezar, yo creo que la Iglesia debería de promulgar lo que realmente dice la biblia. Primero, el derecho a respetar el credo y la religión; segundo, en cuestiones de legislación creo que la Iglesia no debería tener injerencia alguna en cuanto a dar opinión de criterio de este tipo, porque es una de las instancias creadoras de los derechos humanos de las personas LGBTI y que se han visto involucradas en situaciones de abuso. O que también tienen entre sus feligreses a personas de LGBTI.
Yo creo que la postura de la iglesia es una postura errónea, muy contradictoria en cuanto a lo que reza la palabra de Dios. En lo personal creo que muchas veces para poder dar un criterio más amplio de esta situación, la Iglesia lo primero que debería empezar a hacer es a trabajar con estas poblaciones para poder tener una perspectiva de lo que realmente es la homosexualidad y la transexualidad.
Sin embargo, la iglesia solo se dedica a juzgar, en el caso de El Salvador, pero no en otros países.
Es decir que la comunidad LGBTI es más grande de lo que suponemos. ¿Hay bastantes homosexuales en la comunidad religiosa?
Realmente sí, sabemos de muchas personas que no salen del clóset por miedo al qué dirán, justamente por prejuicios religiosos o sociales que se manejan en el ámbito social de forma errónea y que hace ver a la sociedad en sí que la homosexualidad es una enfermedad. Y está comprobado científicamente que la homosexualidad ni siquiera está catalogada como una patología; sin embargo, la Iglesia y las diferentes instancias de nuestro país siguen promulgando este tipo de lenguaje inadecuado.
Hay muchas personas que le toman más importancia al qué dirán y no al sentirse feliz por cómo son o por revelar una orientación sexual que no está regida por lo heterosexual, esto permite que muchas personas estén “dentro del clóset”; aunque yo nunca he estado dentro del clóset. Yo creo que mi sexualidad es propia, y todas las personas tenemos una orientación sexual y una identidad de género. Claro, eso puede variar en los términos genéticos de cada persona.
¿Está diciendo que hay pastores y sacerdotes, políticos que aún están «adentro del clóset»?
Claro, y lo puedo decir abiertamente, hemos conocido de muchos casos, hay muchos casos internacionales que se han declarado y se han tomado la libertad de expresar su orientación sexual en algún momento. El hecho de que alguna persona exprese su orientación sexual o identidad de género diferente, no significa que esta persona sea mala.
Simplemente tiene una orientación sexual diferente muy definida; sin embargo, la Iglesia Católica y evangélica son juzgadores en vez de ser apreciadores de la realidad que tenemos como personas. Ninguna iglesia me puede imponer que yo tenga creencias religiosas o no las tenga, esa es decisión propia. Es una decisión ser cristiana, atea o cualquier tipo de religión.
Sin embargo, las iglesias manejan todo el contexto de la biblia a su conveniencia. Hacen ver a la homosexualidad como un pecado mortal o delito, y en ninguna parte de la biblia podemos encontrar que Dios rechace a los homosexuales en algún momento.
Entonces, ¿usted es una persona creyente?
Me defino como persona atea.
¿Quién es Dios para usted?
Uno puede creer que existen energías superiores. Pero hay muchas personas gay, lesbianas, bisexuales; que tienen sus creencias. Muchas son católicas, evangélicas, pero las iglesias están violentando los derechos de esas personas. En lo personal, no creo en este tipo, pero las respeto y tengo la necesidad de hablar del tema con quien sea. Incluso, en algunas ocasiones he leído la biblia para salir de algunas dudas, pero la interpretación que se le da a la biblia desde el ojo de cada persona varía.
Los pastores utilizan el argumento de la palabra Dios para rechazar, cuando ahí dice que Dios es amor. A la hora de que cualquier religión profeta este tipo de discursos lo convierte a su conveniencia.
¿Hay hipocresía en algunos practicantes de religiones?
Yo lo llamo un doble discurso. Creo que las iglesias se manejan bajo los mismos términos que la política. El discurso que se maneja es que “yo no hago esto”, pero sí se está haciendo realmente. Sinceramente digo que antes de atacar la iglesia debería hacerse una revisión exhaustiva de qué tan apegados están a la realidad de lo que dice la biblia. Para mí, la biblia es un libro más que teológicamente tiene sus aportes, pero mucha gente la interpreta a su conveniencia y eso no debería de ser así.
El hecho de que yo tenga una orientación sexual diferente no significa que yo no tengo una espiritualidad o ciertas creencias. Lo malo es que se le hace creer a la gente que las personas homosexuales no pueden ser creyentes o seguidores de la palabra de Dios.
En el contexto nacional, hablar de un pastor que exprese libremente su homosexualidad no es muy bien visto. No es como en otros países, aquí si yo soy cristiano automáticamente soy heterosexual y muchas de las personas católicas son los clientes que están buscando en las noches a las compañeras para tener prácticas sexuales.
¿Habrá cristianos que a cierta hora están en el culto o misa, y por la noche están en prácticas homosexuales?
Sí, claro. Cuando yo ejercí el trabajo sexual tuve la oportunidad de encontrarme celebridades importantes de las iglesias contratando servicios homosexuales. Y por eso es que muchas veces quedan muchas dudas si esas personas realmente tienen un real compromiso con la Iglesia. Como se lo dije hace un momento, la Iglesia maneja un doble discurso. Yo creo que la iglesia es la menos indicada para venir a hacer señalamientos de esa índole. Pero en El Salvador la Iglesia tiene mucho poder.
¿Usted tuvo clientes como sacerdotes o pastores?
Exacto. No puedo decir nombres y apellidos porque no quiero verme involucrada en algún problema.
¿Qué le decían ellos?
Muchas veces yo discutía con uno de ellos, que es muy conocido en el país, y yo le decía por qué tenía la necesidad de atacarnos cuando él estaba predicando y hablar mal de la homosexualidad y hacerlo ver como lo peor de este mundo. Él me decía que la Iglesia y la biblia lo obligaban a eso, pero que en realidad lo veía desde otro punto de vista.
Es complicado, incluso más que la misma homosexualidad. Él me decía que para él la homosexualidad es una práctica sexual común y corriente. Dentro de su criterio personal, no creía que fuera aberración o como la iglesia lo hace ver como un pecado.
¿Sus compañeras han tenido experiencias similares como esta?
Sí, siempre lo hemos discutido muchas veces entre nosotras. Y no solamente le estoy hablando de pastores evangélicos, también católicos y de diferentes iglesias. No sé si llamarlo infidelidad responsable también a eso (risas).
Aquí hay ministros, diputados que están en contra de la homosexualidad dentro del ojo de la sociedad. Pero en la práctica sexual están teniendo prácticas homosexuales. Aquí están incluidos desde funcionarios públicos hasta la gente más pobre. Muchas veces no nos atrevemos a decir nombres y apellidos por miedo a perder nuestra vida, porque si abrimos la boca, así como está la situación en nuestro país, mañana amanezco muerta.
Según la religión, muchos aspectos son considerados pecados ¿Existe el pecado para usted?
Para hacer bueno o para hacer una obra, yo no necesito promulgar una religión. Si nos basamos en lo que dice la biblia los ateos o los ladrones, nadie entraría al cielo. Porque aquí hay desde ladrones descarados, hasta ladrones encorbatados. Me parece un poco ilógico. No solo enfocándolo en el tema de la sexualidad, la biblia parece un poco discrepante o poco creíble lo que puede considerarse pecado o no.
Pecado puede ser, para mí, la injusticia, pero creo que no porque los pecados que se pronuncian ahí son otros. Yo me pregunto qué hombre en esta vida no ha cometido adulterio, entonces todos van a parar al infierno. Yo les digo que los voy a ver allá, si es que realmente existe. Es un poco complicado a qué poderle llamar pecado o a qué no lo es. Porque no hay una base científica que realmente me confirme si existe, por ejemplo, el más allá, la resurrección, el resucitar en otra persona. Son muchas cosas que me ponen en qué pensar.
Pero aquí todo se basa en el criterio de la religión. Yo respeto mucho, puedo escuchar a una persona cristiana, ateo extremista; pero siempre y cuando se base en el respeto.
Entonces, ¿cómo puede dar a entender a las demás personas que la religión no tiene que ver con la homosexualidad?
Es difícil. Yo siempre digo que cada quien debe hacerse una autoevaluación de lo que realmente es como persona. Si yo le digo a un cristiano que la homosexualidad se nace y no se hace es como ir en contra de la corriente, porque nadie lo ve desde esa perspectiva. Para la mayoría de gente el homosexual se hace, y cómo cree que uno va a preferir que la gente me vea mal, a poder vivir un vida “normal”.
No queda nada más que respetar. Si realmente existe un ser superior, que sea él quien me juzgue y no otro ser humano.