Raúl Mijango, exmediador de la tregua entre pandillas, aseguró que la redadas en las que la Policía Nacional Civil (PNC) captura a “justos y pecadores” y las muertes en enfrentamientos de integrantes del Barrio 18 y la Mara Salvatrucha (MS-13) contra militares y policías no disminuirán la vorágine de violencia que anega a El Salvador sino que la extenderá a los 262 municipios; las estadísticas oficiales aseguran que en la actualidad se concentra solo en 50 localidades.
Mijango ha comparado las estrategias de la PNC con las anti insurgencia que en los años 80 implementó, por consejo de Estados Unidos, la Fuerza Armada que vez de frenar la organización de la guerrilla del FMLN la fortaleció y la extendió en todo el país.
“Lo que ha fortalecido a las pandillas es haber suspendido la tregua. Cuando yo hablo con ellos (líderes) me dicen: ‘No nos venga hablar de paz porque el Gobierno quiere guerra’”, dijo el exguerrillero en la entrevista de Pencho y Aída en Radio Fuego. Eso, detalló, ha motivado a las estructuras delincuenciales a aumentar las extorsiones para financiar la compra de armas en el mercado negro –a traficantes hondureños- y el reclutamiento de jóvenes que viven en las comunidades más pobres.
El exmediador ha señalado que los policías deben ser más profesionales y no dedicarse a aniquilar pandilleros. Consideró, además, que el Gobierno le declaró la guerra a las pandillas cuando Ricardo Perdomo, ministro de seguridad en la administración de Mauricio Funes, cerró los espacios al diálogo.
“Como se cerraron las posibilidades lo único que ha quedado es el lenguaje de las balas. Nos fuimos por el camino difícil”, expresó en la entrevista radial.
Paolo Lüers, columnista de El Diario de Hoy, aclaró que no se trata de ponerse contra la aplicación de la ley sino de frenar la guerra. “Cuando digo que buscan una solución militar es el aniquilamiento físico del adversario. Hay muertos de los dos lados”, comentó. Contó, asimismo, que ha hablado con jefes militares de la época de conflicto de doce años que le han confesado que la estrategia aconsejada por los asesores estadounidenses fracasó.
Ambos coincidieron en que el Plan El Salvador Seguro no puede echarse a andar en medio de casi 24 muertos diarios y tiroteos entre policías y militares. Dijeron, además, que muchos de los integrantes del Consejo de Seguridad y Convivencia llegaron a creer que el Gobierno iba a centrarse en una estrategia más integral de combate contra la criminalidad.
“Si vas a Apopa y Soyapango con batallones no puedes llegar después con psicólogos y profesores (…) muchos que están en el Consejo se dan cuenta que no funcionará porque las medidas que aplica el Gobierno no permiten hacer prevención”, expresó Mijango.
Lüers concluyó que aunque le den todo el dinero del mundo al Gobierno del FMLN no podrá implementar planes de prevención porque “en medio de una guerra donde hay muertos todas las noches” no se puede hacer. También recordó que en medio de la tregua entre pandillas auspiciada por el gobierno anterior el entonces presidente Mauricio Funes prometió invertir $33,000, 000 en los declarados municipios libres de violencia. Terminó su periodo y no les dio nada. “No veo otra forma (parar los enfrentamientos) a menos que quieran matar a los 60,000 pandilleros”, declaró.
Mijango aconsejó al Ministerio de Seguridad que ignore los consejos de María Eugenia Castillo Beltrán que, según él, es una asesora que coordina la reforma policial en Centroamérica y le ha aconsejado la guerra contra las pandillas. “Me da pena ajena escuchar a mis excompañeros diciendo que no se puede dialogar con delincuentes pero a ellos en la guerra los calificaban como terroristas, delincuentes y come vacas”, externó.
Los entrevistadores les preguntaron si vivían con miedo a la delincuencia. Lüers respondió que no y Mijango que todos los días lo amenazan de muerte.