Miguel Fortín Magaña, director del Instituto de Medicina Legal (IML) dijo que las pandillas sufren una disfunción mental que les permite disfrutar la violencia que provocan. Esto también ha contagiado a una gran parte de la población que con morbo asiste como curiosa a observar las escenas de asesinatos.
“Acostumbrarse a un acto repulsivo es una anormalidad”, expresó en la entrevista El Salvador Al Día del Canal 19.
Explicó que en la morgue de Medicina Legal muchas veces los forenses practican autopsias en las que los cadáveres tienen entre 15 y 20 proyectiles, lo que retrasa entregárselos a sus familiares. “El gran problema que tenemos es que el fenómeno de las maras nos ha afectado a todos”, comentó.
Aseguró que una de las principales dificultades de la Fiscalía General y la Policía Nacional para enfrentar la criminalidad es que carece de técnicas científicas para investigar. Por eso, señaló, decir que la mayoría de homicidios que son cometidos diariamente son atribuibles a la guerra entre el Barrio 18 y la Mara Salvatrucha es ligero.
Recordó que en Medicina Legal hay un laboratorio de ADN que puede ser empleado en la investigación que lo ha puesto a disposición de las jefaturas del Ministerio de Seguridad Pública pero éstas no le han tomado la palabra.
“¿Cómo se investiga? Materialmente es imposible y se llega solo a tener hipótesis. Teniendo la tecnología y las capacidades no las ocupamos… vivimos en el país del queso duro blandito”, afirmó.
Contó que una vez que viajaba al interior del país había una escena de un asesinato que aprovecharon vendedores de mangos y minutas para ofrecer sus productos. O cuando conoció a una anciana cuyo nieto asesinaron las pandillas. También habían matado a su hijo. “Es un drama que la gente quizá lo viva en la distancia (…) cuando perdemos la capacidad de sufrir por el dolor ajeno entonces estamos peor”, dijo.
Fortín detalló que el Pleno de la Corte Suprema de Justicia (IML) ha autorizado la contratación de más personal para que Medicina Legal pueda atender más autopsias y casos de otro tipo. En enero de 2016, además, habrá residentado en medicina forense en convenio con la Universidad de El Salvador.